viernes, 24 de septiembre de 2010

EL CULTO A LAS FORMAS

     

    En Jerez cada 24 de septiembre es igual desde hace siglos, cambian en algo las formas pero en el fondo se sigue haciendo honor a esa memoria histórica mercedaria que se pierde en los anales de la ciudad. Ayer volvieron los olores a nardo, la blancura de los hábitos mercedarios, los sones de la banda municipal, las colgaduras por Merced, el fervorín de la recogida, los estandartes de las Cofradías - siempre las Cofradías en las manifestaciones de fe -, los trajes de gala para las señoras y los trajes oscuros para los caballeros y la Unión de Hermandades con la memoria histórica del buen gusto y la elegancia vistiendo lo que el diccionario define como el traje por etiqueta por excelencia, el de las grandes ceremonias, el chaqué; y tras este testimonio de recuperación histórica en lo que a la indumentaria se refiere, las autoridades religiosas y civiles, estos últimos sin chaqué.
   
    En una ciudad como Jerez, donde, desde siempre, se ha practicado el culto a las formas, es un contrasentido de la pérdida de los ritos más esquisitos. Es un contrasentido que las máximas autoridades locales no representen a la ciudad, en sus fiestas más importantes, con el máximo que exige el protocolo para la ceremonias. A nadie se le deban caer los anillos, ni el carnet del partido, por ponerse un chaqué cuando las exigencias de la ciudad, a la que dicen representar y de la que forma parte mayoritariamente las creencias religiosas de sus habitantes , se lo exige por tradición y por las propias características de la ciudad.
   
    No es el chaqué un símbolo elitista, sino de mero protocolo, se lo pone Zapatero para acudir al Palacio Real o para otras fiestas de carácter nacional, se lo puso  y se lo pone Felipe González y hasta hubo un Teniente de Alcalde granadino José Miguel Castillo, perteneciente al partido comunista, que propuso, recién iniciada la democracia en España, que todos los concejales del Ayuntamiento de Granada, otra ciudad que también se ha caracterizado siempre por el buen gusto, acudieran corporativamente vistiendo chaqué o incluso frac en las ceremonias más solemnes.
   
    Nuestro Ayuntamiento, atendiendo la propuesta del gremio del taxi, es probable que saque una ordenanza para que los taxistas jerezanos puedan lucir uniforme a partir del próximo verano, con el fin de mejorar su imagen al tratarse de un servicio público y para impedir que por el vacío legal que existe actualmente en este asunto este tema se les pueda ir de las manos, perjudicando la imagen del gremio al que representan. Prediquemos con el ejemplo,al igual que se piensa hacer con los taxistas, nuestro Ayuntamiento, también debe mantener el culto a las formas y una forma de testimoniar este respeto a los ritos ancestrales de la ciudad es utilizando también el chaqué, el uniforme de las grandes solemnidades  con el fin de mejorar su imagen y la de la ciudad a la que representan.   Es sorprendente que hace unos años viéramos a nuestros Alcalde de chaqué en la boda de una infanta y con traje de chaqueta para el Corpus o la Merced, cuando es infinitamente mayor lo que representa para los jerezanos, estas dos fiestas que una boda por muy de la realeza española que sea.
   
    Jerez y sus grandes fiestas se merecen que su Ayuntamiento acuda con la mayor solemnidad que establece el rito ceremonial, como así lo hicieron los anteriores regidores y así lo siguen haciendo en otras grandes ciudades, sean los consejales de la ideología que sean, pero cuando se actúa en nombre de alguien hay que dejar a un lado los gustos o las ideas personales para estar a la la altura que la categoría de la ciudad requiere.
   
     Decía Antonio Burgos que el pantalón de chaqué con manchas rojas de cera es el uniforme de gala de esa Real Maestranza al servicio de Su Divina Majestad que es la Madre y Maestra de los viejos ritos sacramentales de Sevilla, la Sacramental del Sagrario. Jerez, por su historia, por su nobleza y por su arraigado culto a las formas también debe recobrar, con sus ritos internos, sus viejos ritos externos que desde siempre le han situado como la Real Maestranza de la elegancia y el buen gusto.

(Artículo publicado en Jerez Información el 26 de septiembre de 2009)         

24 de septiembre de 1972. Ayuntamiento de Jerez de chaqué en la plaza del Arenal durante los actos centrales de la conmemoración del séptimo centenario del patronazgo popular de la Virgen de la Merced


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