martes, 26 de octubre de 2010

LOS RETRATOS DE LOS ALCALDES



    Fernando Vizcaíno Casas fue, en 1978, bastante más que un escritor de clamoroso éxito. El fenómeno Vizcaíno Casas consistía, nada menos, en que este singular novelista tuvo colocados durante nueve meses tres títulos suyos en los tres primeros lugares de los libros más vendidos en España. Pero además, con estos títulos alcanzó en un año la cifra de casi un millón de ejemplares, absolutamente desconocida hasta entonces en el mundo literario español. Pues bien, este Mister Best-seller del panorama literario nacional afirmaba que a él le había tocado la mala suerte de pertenecer a una generación desafortunada porque cuando era joven quienes mandaban eran personas mayores, que peinaban canas e imponían autoridad por su edad, ahora que él era ya mayor quienes ocupaban los cargos de más alta dirección eran ejecutivos relativamente jóvenes y, por lo tanto, a los mayores ya no les quería en los altos puestos. Hoy, en la escala laboral, el condicionante de la edad sigue prevaleciendo a la trayectoria profesional. 
    
    Algo parecido ocurre aquellos alcaldes que se les juzga por el régimen político que les tocó vivir y no por su labor, eso pasó con los republicanos en el franquismo y eso está ocurriendo ahora, en democracia, con los franquistas. En Jerez muchos de esos alcaldes, muy por encima de connotaciones políticas, eran auténticos servidores de la ciudadanía, de hecho poco se conoce de su contribución al régimen del momento comparado con lo que aportaron al bien y al desarrollo de la ciudad; y lo que es más significativo y digno de valorar, basando su gestión, principalmente, en políticas sociales. 
 
    Ejemplos claros lo tenemos en D.  Antonio Mateos Mancilla, que fue Alcalde de Jerez desde 1948 a 1952 , un hombre que antepuso, en los presupuestos municipales, la atención a las clases obreras, cambiando obras de embellecimiento por pago de peonadas, abrió el Ayuntamiento, y hasta su casa particular,  a cuantos, en legión, acudían pidiendo algún tipo de ayuda, llegando a repartir en un año hasta 18..000 raciones de comida, creó el Club Nazaret para que las clases populares tuvieran, también, un lugar de recreo, y todo ello, cuando hoy muchos salen forrados, sin un sueldo como primer mandatario de la ciudad.
 
    Otro alcalde que su espíritu de servicio estaba muy por encima del momento político que le tocó vivir fue D. Alvaro Domecq, un alcalde que levantó 2.234 viviendas para la clase obrera y que evitó la jefatura local del Movimiento; o D. Tomás García Figueras un hombre con gran espíritu liberal, fundador junto con el profesor Clavero Arévalo del Partido Social Liberal Andaluz y un alcalde recordado por su sentido del diálogo, el fomento de la cultura y la protección a artistas y escritores.
 
     Todos ellos son un ejemplo de como no se puede juzgar a todo el mundo por el mismo rasero, ni por el momento histórico en que le tocó ejercer la alcaldía, sino por su testimonio a favor de la sociedad. Ellos, como tantos otros de distintas tendencias e ideologías, mas que por la política, son recordados por sus actuaciones y por su brillantez dentro del campo profesional.
 
    Por eso querer quitar los retratos de los alcaldes del franquismo del Ayuntamiento, como suprimir de los libros la lista de los reyes godos o borrar a José Bonaparte  del elenco de monarcas españoles, supone ignorar la historia. Porque nos guste o no la historia es la que es, con retratos o sin ellos. El hombre se dice que es el único ser vivo que tropieza dos veces en la misma piedra, antes sobraban los alcaldes republicanos y ahora sobran los franquistas. El Ayuntamiento es la casa de todos y entre sus muros debe quedar el recuerdo de quienes, con distintas tendencias, condicionados por las circunstancias de la generación que les tocó vivir, se entregaron al servicio de esta ciudad y de todos sus ciudadanos.
 
    La memoria no depende de un retrato colgado en la pared sino de la huella que dejaron marcada  en la mente de cada uno de nosotros.
 
    (Artículo publicado en Información Jerez el 20 de septiembre de 2008. Actualmente haciendo justicia con la historia la iniciativa no salió adelante y la galería de retratos de Alcaldes del Ayuntamiento sigue estando completa una vez sumados los Alcaldes republicanos. Cada uno, con su ideología y el peso del momento que le tocó vivir, pero todos al servicio de Jerez)
 
 

Alcalde Antonio Mateos Mancilla


Alcalde Álvaro Domecq y Díez



Alcalde Tomás García Figueras

 

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