martes, 14 de diciembre de 2010

LAS COPLAS DE NOCHEBUENA


      

       Jerez tiene una forma muy particular de celebrar la Navidad, una identidad propia que se manifiesta especialmente en sus tradicionales zambombas en la cual no se cantan villancicos sino coplas de Nochebuena, porque muchas de estas coplas no tienen nada que ver con la Navidad. Existen coplas de lo más variopintas, desde aquellas que nos narran la historia de un marinerito que, como un mártir, navega en una divina fragata y por no vender su alma al final termina en el agua, otras son un claro exponente de la exageración jerezana como aquella que dice que cuando los pastores supieron que el niño estaba en cueros hubo pastor que esquiló cuatro, cinco o seis corderos o incluso aquellos otros que supieron que el Niño quería fiesta y hubo un pastor que rompió diez pares de panderetas, o aquella otra copla que nos obliga no solo a bailar, a saltar y a brincar sino también a andar por los aires.

       Otras que ponen a San José de despistado cuando narra que estaba Santa María en una piedra sentada y San José le decía ¿Qué tienes mi esposa amada? Y Santa María , enfadándose un poco, le contesta “Que quiere José que tenga al verme niña y preñada que ya pronto viene el parto y sin encontrar posada”. Otras que por el contrario es San José el que se muestra un tanto desconsiderado cuando la Virgen al oír esto (que no tenía posada) cayó desmayada y San José en vez de preocuparse por su estado de salud le suelta “Levántate esposa y anda” como si la Virgen estuviera en condiciones de levantarse. Y no digo nada de la actitud machista en que queda José cuando se pone a cantar mientras María lavaba tendiendo los trapos “pa” que se secaran. Aunque en otra copla se enmienda todo en busca de la igualdad de sexo diciendo “La Virgen lavaba, San José tendía y el Niño de Dios aguas que le traía”, dando una imagen de familia en la que todos colaboran en las tareas domésticas., llegando incluso a dar un toque de modernidad cuando cuenta que San José hace las tortas y la Virgen los pestiños y un ángel canta la nana para que se duerma el Niño.

       En las coplas de la Nochebuena jerezana no salen muy bien parados los presbíteros por un lado se le canta a curas que no van a la iglesia porque no tienen nada que ponerse y a otro no se le permite ni ponerse malito en la cama porque puede traer unas consecuencias poco ortodoxas. Los carboneros no tienen cuenta con los dineros y los mesoneros ingratos se niegan a dar posada porque si se trae dinero todo la casa es suya pero si no lo trae no hay posada ninguna. Y no digamos nada de la reputación de la Tarara y de la Micaela

       Por otro lado hay coplas que lo que hacen es confundir, y si no que lo compruebe cualquiera que no sea de Jerez y se deje llevar por la versión jerezana de “calle de San Francisco” para dar con la mencionada vía. Por lo pronto en Jerez la única calle de San Francisco que existe es la travesía de San Francisco frente al convento franciscano, no es ni larga ni serena, ni tiene cuatro faroles y menos aún cañones de artillería con un castillo enfrente; y si además cualquier vecino, si con el achaque de tomar el fresco, se asoma a la ventana para ver a la gente pasar y alguien le pregunta donde esta la plaza, en vez de indicarle enfrente, le dice, con mucha cachaza, vuelva usted la esquina, calle de Medina, calle Doña Blanca, derechito, derechito, sale usted a la plaza. Está claro que le manda a dar un rodeo tremendo y que de derechito nada.

       Sin embargo hay coplas que están llenas de sabiduría popular y de alabanza al Niño Dios. Solo hay que ver la belleza de nuestros nacimientos en los cuales las casas podrán ser de papel y las montañas también, el cielo un decorado pintado de añil y los caminos de aserrín, los ángeles podrán ser de barros, la Virgen y San José; de barro las ovejitas, la mula y el buey y de madera tallá Melchor, Gaspar y Baltasar; pero el niño que está en la portal ese si que es de vera ese si es de verdad. El que diga lo contrario es porque no tiene sensibilidad.

      (Artículo publicado en Información Jerez el 22 de diciembre de 2007. Las coplas de Nochebuena siguen cobrando protagonismo cada vez que se acerca en Jerez una nueva conmemoración del Nacimiento del Salvador)


El recordado fraile dominico Fray Domingo Campos montaba cada año por Navidad, en la capilla de San Juan Macias del templo de Santo Domingo, este misterio con la imagen de San Juan de la Cofradía de la Oración en el Huerto, la Santa Catalina del convento y un ángel de la Capilla del Rosario. La foto de Diego Romero corresponde a los años finales de la década de los setenta del pasado siglo

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