miércoles, 30 de marzo de 2011

LA CALLE PRIETA


 
       La jerezana calle Prieta está cerrada al tráfico rodado y al peatonal, solo es transitable para el acceso a las viviendas allí situadas. El motivo de este cierre viene dado por el peligro de derrumbe de una fachada que actualmente se encuentra en obras.

       Esta vía, del centro urbano, perteneciente al popular barrio de la Albarizuela, es de importante conexión para la circulación entre Medina y Arcos y de difícil paso para los viandantes, dada su estrechez y escaso acerado. Siempre ha sido una calle muy castigada por los cortes e incluso por la dejadez municipal, hace más de cincuenta años, concretamente en 1955, en la sección “El lector también opina” del desaparecido periódico “Ayer” se publicaba un artículo en el cual se decía: “ Si la calle Prieta tenía, por unir las de Arcos y Medina, suficiente tráfico rodado como para no descuidar su pavimentación, harto deficiente y en estado muy lamentable y esto desde hace muchos años , habiendo quien asegura que su empedrado alcanza el siglo, hoy, por haberse instalado en su centro un amplio local, destinado actualmente a granero, ese tráfico ha aumentado considerablemente, con la entrada y salida de camiones de gran tonelaje… ..Los vecinos de esta calle y cuantos por ella cruzan a diario desearían que el plan de reformas, tan plausible, que se lleva a cabo en Jerez, alcanzara a esta callecita que buena falta le hace”.

      Como podemos comprobar la historia se repite, hace cincuenta años eran los camiones y el estado del pavimento lo que hacía intransitable la calle y ahora son unas obras que la están reconstruyendo casi por completo
.
       En la calle Prieta viví parte de mi infancia, entre las casas números 21, 19 y 12, una por ser donde nací, otra donde pasara largas temporadas en casa de mis abuelos, y en otra, por ser propiedad de ellos, donde celebrábamos nuestras fiestas juveniles. Allí entre patios de macetas y escaleras donde saltar desde el sexto escalón ya era un proeza, pasé veranos escuchando, a los vendedores de higo chumbos, las golondrinas revolotear entre las vigas del patio, los cánticos de los canarios al caer la tarde y las tertulias entre aspidistras cuando la noche regalaba el mejor de los frescores; otoños en los que la comodidad de las chanclas y el pantalón corto daba paso a los zapatos gorilas y a las bolsas cargadas de membrillos, castañas y nueces con las que celebrábamos con los abuelos “los tosantos”, unos inviernos eternos sobre el eje de las fiestas navideñas cargadas de familiaridad, de polvorones siempre en la mesa y nacimiento sobre el viejo aparador, del típico soniquete de los niños de San Ildefonso y mañana de Reyes, saturando el comedor de juguetes; y unas primaveras correteando entre los geranios y los nísperos del corral, y aquellos “disfraces” que nos ponían a los niños de la familia para montarnos en un coche de caballo y llevarnos a la feria.

      La calle Prieta es para mi todo eso y mucho más, doña Carmen en el 23, María Montoya con su empaque de matriarca gitana, los Campitos con el recuerdo de aquel ramo de flores sobre el lecho del dolor, García de Villegas el practicante, los Franco, Rodrigo de Molina el inolvidable periodista de los cientos de libros y los miles de legajos, Salita el del pan, don Eugenio el farmacéutico, la droguería de Lanzarote, el Tabanco de Navero, el almacén de Cevallos, Ajuria, la tienda de Genoveva, la carnicería de Campos y tantos otros que dieron vida a esta calle estrecha, familiar y acogedora.

       La Calle Prieta, que ya en 1566, se mandase a empedrar a petición de los propios vecinos y que, al parecer debe su nombre a una piadosa dama, Isabel López, de color Prieta (mulata) que llegada de América de estableció aquí, merece por su situación y por cuanto significa para todos los que dejaron allí parte de su historia, que, cuanto antes, se levanten esas vallas y recobre ese tránsito y esa prestancia que, desde siempre, se le ha demandado.

       (Articulo publicado en Información Jerez el 13 de octubre de 2007. Hoy, de nuevo desde el Ayuntamiento se nos informa que la calle Prieta ha sido cortada al trafico)


Calle Prieta 21 donde nací


Calle Prieta 19.
 En esta casa con portada neoclásica, donde residían mis abuelos paternos, viví parte de mi infancia


Escena familiar en el patio de Prieta 19 a principios de la década de los sesenta del pasado siglo XX



martes, 29 de marzo de 2011

VOLVER AL ORIGEN

    
     DEDICADO A MIS HERMANOS DE LORETO EN EL INICIO DE UN NUEVO QUINARIO CUARESMAL.

     Tiempos de pequeños movimientos.........movimientos en reacción. Una gota junto a otra hace oleajes, luego mares....océanos. Nunca una ley fue tan simple y clara: acción, reacción y repercusión. Con estas palabras de la canción "Moving" de Macaco se define mucho de la realidad actual de nuestras Hermandades.
   
      Durante siglos las Hermandades se han visto sometidas a las modas y tendencias del momento, vivimos épocas de globalización cofrade, en la que se imponia unas formas, un estilo, un tendencia igual para todas.  Hubo un tiempo en el que se perdieron muchos de esos detalles que caracterizaron a cada Cofradía, por querer imitar por imitar, cuando el copiar no es malo si lo que se copia es bueno, pero siempre para mejorar nunca para perder señas de identidad.
   
      Vimos muchos palios iguales, muchos Besamanos iguales, muchos exornos florales desproporcionados simplemente porque era lo que se llevaba, muchas primeras "levantás"en los días procesionales, muchas molías de plata para costaleros, muchos, lazos a la entrada de los templos, muchos carteles por tener cada uno el suyo, mucho de hacer cosas por el mero hecho de que otros lo hacían.
   
       Los tiempos han cambiado, y en este caso para bien, porque cada vez nuestras Hermandades son más conscientes de la importancia de actuar para volver  a los orígenes, de reaccionar para mantener esas señas de identidad que las hacen grandes y que las diferencian del resto. Pequeños detalles que la identifican a cada una y que repercuten en toda la Semana Mayor jerezana. Ejemplos podría poner muchos, pero como me toca de cerca me fijo en mi Hermandad de Loreto que en pocos años ha ido consolidando aquello que un día se soñó en sus orígenes, un estilo único, clásico, serio y solemne para la Soledad de María y para su Hermandad, y todo a base de pequeños detalles, de singularidades, de saber de donde venimos y hacia donde vamos. Acción, reacción y repercusión.
   
       Si, lo dice la canción de Macaco, en lo pequeño está la fuerza, hacia lo simple anda la destreza. Volver al origen no es retroceder, quizás sea andar hacia el saber.
       (Articulo publicado en Información Jerez, en el recuadro Cuaresmando, de 4 de marzo de 2010)

Ejemplo evidente de vuelta a los orígenes ha sido la recuperación del habito de nazareno fundacional de la Hermandad de Loreto que vemos en el centro de este dibujo de Vicente Chamorro realizado en 1940


Año 1981, ultimo Quinario de la Hermandad de Loreto en el templo conventual de Santo Domingo





lunes, 28 de marzo de 2011

LA RECEPCION CANONICA

  
    Es tiempo de Triduos, Quinarios y Septenarios, en muchos de ellos se incluye el siempre importante acto de la recepción canónica de nuevos hermanos.

    Para los que desconozcan el mundo interno de las Cofradías, la recepción canónica de los hermanos es el acto oficial y público mediante el cual el hermano adquiere la plenitud de derechos, en el que, conforme al derecho universal y particular de la Iglesia, hace la Protestación de fe y la promesa de cumplir los Estatutos de la Hermandad y Cofradía, así como las demás ordenanzas de la Autoridad Eclesiástica competente, acuerdos de Cabildos y reglamentos de régimen interno de la misma.
   
     El hermano debe, aunque no siempre se hace, realizar la recepción canónica cuando, tras la solicitud de ingreso, haya pasado un periodo previo de instrucción y formación, en el cual se le da a conocer el contenido de las Reglas de la Hermandad, y una vez demostrada por el hermano  mayor de edad, su interés y voluntad en pertenecer a la Hermandad y Cofradía  con su asistencia a los actos que durante este periodo se celebren, ser recibidos canónicamente con la importancia y trascendencia que ello tiene.
   
     Nuestras Hermandades deberían ser exigentes consigo misma y no recibir canónicamente a quienes, tras solicitar el ingreso  no hayan vuelto a mostrar interés en formar parte activa de la vida de Hermandad. Esta teoría  que ya se pone en práctica en varias Hermandades con muy buenos resultados, viene a hacer efectivo lo que la Iglesia realiza con otras comunidades además de engrandecer la condición del cofrade, ya que en cualquier faceta de la vida no se otorgan derechos si antes no hay un periodo de formación, instrucción y compromiso evidente de cumplir con lo estipulado..
   
     Decía Pablo VI que el hombre contemporáneo escucha más al que da testimonio que al que enseña y si escucha al que enseña es porque antes le ha dado un testimonio.     Para que las Hermandades ofrezcan un auténtico carisma eclesial es necesario el testimonio y eso solo se consigue con personas que estén dispuestas a ser testigos de Cristo en el mundo, personas formadas conscientes del papel que desempeñan dentro de una Hermandad y comprometidas con la noble tarea que tienen encomendadas en la Iglesia y en la sociedad actual.   Y todo esto dependerá mucho de la importancia que le estemos dando y le demos en el futuro  a la recepción canónica.
     (Articulo publicado en Información Jerez, en el recuadro "Cuaresmando", de fecha 11 de marzo de 2010)


El Ministro del Ejercito D. Camilo Melendez Tolosa jurando las Reglas de la Hermandad de la Defensión en el oratorio de capuchinos el 17 de diciembre de 1964 (Foto del libro Defensión)


domingo, 27 de marzo de 2011

LA CRUZ


La cruz ha sido noticia estos días. A nivel local ha supuesto todo un acontecimiento para la Iglesia diocesana la llegada esta semana de la cruz peregrina de la JMJ (Jornada Mundial de la Juventud). Para aquellos que desconocen la historia y la importancia que para el mundo católico tiene esta cruz hay que recordar que fue  en 1984, Año Santo de la Redención, cuando el Papa Juan Pablo II decidió que tenía que estar una cruz - como símbolo de la fe - cerca del altar mayor de la Basílica de San Pedro, donde todos pudiesen verla. Así fue instalada una gran cruz de madera, de una altura de 3,8 m, tal como él la deseaba.

Al final del Año Santo, después de cerrar la Puerta Santa, el Papa entregó esa misma cruz a la juventud del mundo, representada por los jóvenes del Centro Internacional Juvenil San Lorenzo en Roma. Éstas fueron sus palabras en aquella ocasión:

“Queridos jóvenes,  al clausurar el Año Santo os confío el signo de este Año Jubilar: ¡la Cruz de Cristo! Llevadla por el mundo como signo del amor del Señor Jesús a la humanidad y anunciad a todos que sólo en Cristo muerto y resucitado hay salvación y redención”.

Los jóvenes acogieron el deseo del Santo Padre. Se llevaron la cruz al Centro San Lorenzo, que se convertiría en su morada habitual durante los períodos en los que aquélla no estuviera peregrinando por el mundo.

La Cruz del Año Santo (así se denominaba en aquel entonces) hizo su primera peregrinación en el mes de julio de 1984, trasladándose a Munich, Alemania, para el Katholikentag (Jornada de los Católicos). Al ser una simple cruz de madera, al principio la gente no entendía que cosa tenía ésta de especial. Pero poco a poco se dio cuenta que la Cruz estaba ahí en misión por deseo del Santo Padre. En la celebración eucarística final en el estadio de la ciudad, con 120.000 personas presentes, la Cruz estaba cerca del altar, de tal modo que todos pudiesen verla. Desde entonces la cruz ha recorrido el mundo antes de llegar a Jerez.

El Consejo Pontificio para los laicos indica que han sido muchos los testimonios de personas a las que les ha tocado profundamente el encuentro con la Cruz: en los últimos años, estos testimonios han sido aún más numerosos, o quizás han tenido una mayor difusión a través del Internet. Éstos se pueden encontrar en el Centro Internacional Juvenil San Lorenzo, morada habitual de la Cruz, pero también en las revistas y publicaciones dedicadas a las JMJ. Algunos se preguntan, cómo dos piezas de madera pueden tener tal efecto sobre la vida de una persona; sin embargo, dondequiera que vaya la Cruz, la gente pide que ésta pueda regresar. En esta Cruz se ve la presencia del amor de Dios. A través de esta Cruz, muchos jóvenes llegan a comprender mejor el mandamiento del amor y algunos encuentran el valor de tomar decisiones respecto a su vida.

La otra noticia relevante con respecto a la cruz y al crucifijo nos llegó esta semana desde Estrasburgo donde Tribunal Europeo de Derechos Humanos rectificó su sentencia de noviembre de 2009, al fallar que la presencia de crucifijos en las escuelas públicas italianas no viola el derecho a la educación ni la libertad de pensamiento y religión. Su decisión, firme e inapelable, salió adelante con 15 votos a favor y dos en contra, y señala que Italia no infringe el Convenio Europeo de Derechos Humanos y actúa dentro de los límites en el ejercicio de sus funciones en el terreno de la enseñanza, al mantener los crucifijos en las escuelas públicas.

La cruz, símbolo del cristianismo, veinte siglos después de ser utilizada como instrumento de salvación, sigue arrastrando masas y removiendo conciencias. Jerez ha sido testigo de ello estos días, en sus calles, en sus templos y en sus escuelas. Las mismas escuelas donde se suprimen crucifijos por las leyes laicistas pero que ahora. desde Estrasburgo un Tribunal Supremo de Derechos Humanos nos ha venido a decir que la exposición del crucifijo "no es un adoctrinamiento, sino la expresión de la identidad cultural y religiosa de los países de tradición cristiana",  Queda claro que por mucho laicismo imperante, la cruz sigue siendo mucho más que un signo para los cristianos.

(Articulo publicado en Información Jerez ayer sábado 26 de marzo de 2011)


La visita de la cruz peregrina de la JMJ a nuestra ciudad ha traído a la memoria el acontecimiento local que suponía, a mediados del pasado siglo XX, la llegada a Jerez de la Virgen peregrina de Fatima

  

viernes, 25 de marzo de 2011

LO QUE LA CAL ESCONDE


Cuentan que los gaditanos castizos, es decir, los de Puerta Tierra para adentro, tienen autentico pavor a que se les atasque uno de los bajantes de sus casas, porque con la obra lo mismo puede salir una escultura fenicia que un circo romano; pues bien, eso es lo mismo que ocurre en Jerez, cuando algún osado se atreve a realizar obras en alguna de sus casas particulares del caso antiguo, concretamente, en la zona más primitiva, en el entramado de calles entre San Mateo, San Lucas y la Catedral, de seguro puede encontrarse con restos de viviendas del Jerez medieval o algún detalle decorativo correspondiente a épocas antiguas.
Si tuviéramos que situar al verdadero Jerez intramuros, este no sería, sin lugar a dudas, el que se haya en el interior de las antiguas murallas que guarecían a la ciudad, el Jerez intramuros se encuentra en el interior de los muros de sus antiguas viviendas, es un Jerez desconocido porque permanece tapado como esperando su resurrección, un Jerez que ha venido soportando, calladamente, el paso de los años y las necesidades de cada momento, un Jerez sepultado por trasformaciones que han dejado ocultos antiguas construcciones de interés, un Jerez a expensas más de las necesidades de viviendas que de respeto a unas estructuras arquitectónicas, señas de identidad de un caserío que ha tenido que sufrir, durante toda su historia, cuantos desaguisados le eran impuestos en aras de un mejor aprovechamiento de los espacios y, por consiguiente, una mayor rentabilidad. Y lo peor de todo esto, no es el hecho en sí, de que en un dormitorio de una casa de vecinos se encuentre, por ejemplo, casi tapada por las manos de pintura, una columna con capitel renacentista o que todo un artesonado mudéjar permanezca oculto tras distintos techos de escayolas, lo más grave es que muchos, de estos elementos artísticos que, gracias a Dios, aun siguen en pie, están en manos de quienes no lo saben valorar porque no han sido educado para ello y en algún que otro caso, porque económicamente es más beneficioso que esos detalles de interés históricos sigan tapados o desconocidos.
            El casco antiguo de Jerez está lleno de casas particulares  que en el interior de sus muros guardan valiosos tesoros arquitectónicos y que seguirán así, tapados por la cal, si tienen la suerte de que alguien desarmado no lo destruya o si por el contrario alguna institución o algún aventurero, amante del arte de Jerez y de su historia logre sacar de su cautiverio.
Manolo Flores, con el que compartí estudios artísticos hace ya unos años, y su mujer, han sido uno de esos descubridores  del siglo XXI que con su esfuerzo y trabajo de años está consiguiendo sacar a la luz toda la historia artística y monumental de una casa de la jerezana calle Salvador, una columna mudéjar y un arco peraltado dieron la pista de que en aquella, entonces deteriorada casa de vecinos, había un tesoro por descubrir y así fue, cinco años después lo mudéjar y la alta edad media se dan la mano con el siglo XVI y XVII en un patio que es una auténtica preciosidad, una tarea apasionante que ha hecho sacar a la vista de todos lo que nunca debió de ser ocultado.
Mi profesor de Historia del Arte, Francisco Pinto, admirable tanto por su talento artístico como por su calidad humana, me enseñó que dentro de cualquier trozo de madera siempre hay una escultura, sólo hay que saber quitar lo que sobra, pues esto es lo que han hecho este matrimonio jerezano y algún que otro vecino del casco antiguo: quitar lo que sobra, enhorabuena por ello, que cunda el ejemplo y que su labor reciba el apoyo y la ayuda de todo tipo que merecen. Ojalá que, como en esto, en muchas otras cosas de nuestro Jerez sepamos descubrir lo valioso que permanece oculto bajo un muro deformado por el tiempo y tiremos al contenedor de los escombros todo lo que sobra y no nos permite ver lo que verdaderamente  merece la pena.
(Articulo publcado en Información Jerez el 23 de julio de 2005 .El delegado provincial de Obras Públicas y Vivienda de la Junta de Andalucía, Pablo Lorenzo, presidió esta semana la entrega de llaves de seis viviendas de una finca rehabilitada en la calle San Juan. En concreto, los pisos entregados ayer pertenecen a una finca del siglo XVIII y, durante su rehabilitación, se han recuperado antiguos muros descubiertos)

Manolo Flores en su patio de la calle del Salvador, en plena obra.




miércoles, 23 de marzo de 2011

LO QUE MOLESTA EL CRUCIFIJO

     

        Lo dijo hace unos años, en el teatro Lope de Vega de la capital hispalense, José Joaquín Gómez González al final de su pregón de la Semana Santa de 1982, refiriéndose al Cristo de la Caridad:"¿quien puede verte muerto?¡Tu no estás muerto porque aún molestas a muchos vivos!".

      Y claro que molesta y si no que se lo pregunten al juez que ha dado la razón a los cuatro padres de alumnos de un colegio público de Valladolid que han denunciado, ante la Consejería de Educación, la presencia de crucifijos en las aulas por entender  que "ataca la libertad de conciencia y supone una discriminación, derechos fundamentales que deben garantizarse" ¿ Derechos fundamentales para una mayoría o para una minoría?.  Si el respeto a las mayorías es el fundamento de la democracia ¿ cuantos bautizados formaban parte de esas aulas?,¿ cuantos recibieron o recibirán la primera comunión?¿ cuantos padres estaban casados por la iglesia?¿cuantos habían elegido la asignatura de religión? Porque si eran mayoría ¿donde está la libertad si a los católicos se les niega la visualización de sus símbolos sagrados en favor de una minoría que no quieren verlo? ¿A quienes se le está dando ese trato de inferioridad por motivos religiosos, políticos, etc, que significa la palabra discriminar? ¿ a quienes no se les está garantizando sus derechos fundamentales cuando una mayoría desea mantener un símbolo que no debe molestar a nadie por los valores de entrega, paz y amor que representa? Quizás es que sean valores que en la sociedad actual están tan olvidados que molesta que un hombre crucificado se los recuerde diariamente a nuestros hijos desde la pared de una clase, quizás molesta el crucifijo porque mueve conciencias, porque manda demasiado, porque sigue recordando aquello de no matarás, de honrarás a tu padre y a tu madre, de no robarás, porque obliga demasiado el mensaje de "amaos los unos a los otros como yo os he amado".
   
      ¿Molesta el crucifijo?,¿ molestaron las más de veinticinco mil personas que, en un lugar público como la calle, acompañaron al Gran Poder, dicho por fuentes gubernamentales, hace unos días, en un simple traslado? ¿ molestan las visitas del Papa por la cantidad de fieles que concentra en lugares públicos? ¿ molesta que sean precisamente los colegios religiosos los de más demandas de plazas escolares?¿ molesta que nuestra cultura base sus grandes fiestas, públicamente, en acontecimientos religiosos? ¿molesta que esté en manos de la iglesia católica tanto patrimonio artístico y humano, tantas instituciones sociales, tantos colegios, y sobre todo tantas conciencias públicas?¿molesta todo eso que se simboliza en el crucifijo? Quizás si y por eso quieren borrarlo de lugares públicos y encerrarlos en las oscuridades de las sacristías, para que no mueva más a esa sociedad que viene siguiéndole desde hace tantos siglos a pesar de los fundamentalismos laicistas.
   
       ¿En que quedaría Occidente o simplemente nuestro Jerez si desapareciera de lo público los símbolos religiosos? ¿Si a un grupito le molestara las iglesias jerezanas por estar enclavadas sus fachadas en lugares públicos, habría que derribarlas? Que pobre se quedaría nuestra ciudad y toda la humanidad si retiramos los símbolos religiosos de lugares públicos. Porque por mucho que molesten, los crucifijos no son signos de discriminación sino de las profundas raíces cristiana de España y de todo Occidente. 
   
        Cuando el profesor Tierno Galván fue elegido alcalde de Madrid encabezando la lista electoral del Partido Socialista, al ocupar el despacho oficial en el Ayuntamiento, sobre la mesa de trabajo había un crucifijo, Ante la sugerencia de retirarlo el "viejo profesor" dijo :" "Dejen el crucifijo donde está que es símbolo de paz". Siendo agnóstico reconocido, el ilustre intelectual supo ver en el crucifijo al hombre justo cuya grandeza sobrepasa, con creces, el hecho de ser un auténtico símbolo para la cristiandad.
     
       
          (Artículo publicado en Información Jerez el 29 de noviembre de 2008 .El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha rectificado su sentencia de noviembre de 2009, al fallar que la presencia de crucifijos en las escuelas públicas italianas no viola el derecho a la educación ni la libertad de pensamiento y religión. Su decisión, firme e inapelable, salió adelante con 15 votos a favor y dos en contra, y señala que Italia no infringe el Convenio Europeo de Derechos Humanos y actúa dentro de los límites en el ejercicio de sus funciones en el terreno de la enseñanza, al mantener los crucifijos en las escuelas públicas).


Pedro Pacheco, ya como Alcalde de Jerez y en el salón de plenos del Ayuntamiento atendiendo las indicaciones de los secretarios y ante el Crucifijo



 
  

lunes, 21 de marzo de 2011

DESCENDIMIENTO


DEDICADO A LOS COFRADES DE LA HERMANDAD DE LA SOLEDAD

              Jerez tiene en la Victoria una talla que es una auténtica obra de arte, obra del genio contemporáneo Luis Ortega Bru, un escultor sanroqueño que podemos considerar como la persona que intentó revolucionar la imaginería sevillana aportándole unas dosis mayores de dramatismo y de sentido desgarrado que era como él entendía que debían ser las representaciones religiosas.
Nace Ortega Bru en 1916.Tras aprender los oficios del barro con su padre que era alfarero, y pasar por la escuela de Artes y Oficios de la Línea de la Concepción, se establece en Sevilla donde comienza su fama como artista. En 1955 se traslada a Madrid donde abre taller, después de trabajar para la afamada firma Casa Granda. La etapa madrileña abarca desde 1955 a 1974 y es en este periodo donde crea el majestuoso misterio del Descendimiento de Jerez
La imagen del Señor del Descendimiento es toda de talla y de tamaño natural bien cumplido.El recordado profeso Fernández Lira hace la siguiente descripción en su estudio sobre la Semana Santa de Jerez y sus Cofradías. “El Señor del Descendimiento se puede admirar como escultura: fuerza del dibujo, atrevimiento de la composición, seguridad con la gubia..., y también contemplar como imagen: emotividad del conjunto, expresión del rostro, realismo de las llagas... Ortega Bru tenía unos conocimientos amplísimos de su profesión y una capacidad enorme para dar soluciones nuevas a problemas que parecían ya resueltos. La policromía es transparente, suave y da la sensación de estar realizada con suma facilidad.
Sabemos que esta imagen forma parte de un grupo; las cabezas de este misterio son de las más expresivas de cuantas hizo Luis Ortega Bru, quizás porque el momento representado le dio libertad para expresar el abatimiento, la tristeza, el dolor... Cuánto hemos admirado en la obra de Gregorio Hernández está presente en estos rostros; con la diferencia que Luis fue contemporáneo de Picasso y éste enseñó que sabiendo dibujar lo más expresivo de sus rostros es la asimetría”
El pasado lunes un percance cuando se ultimaba el montaje del altar de cultos que su Hermandad de la Soledad le rinde desde hace más de medio siglo, provocó que la portentosa imagen del Descendimiento del Señor, tuviera que ser retirado al taller de restauración para subsanar los daños ocasionados por aquel motivo.
Un descendimiento brusco e inesperado, con el evidente peligro que ello supone, que viene a recordar, en el sentido humano, la importante y a veces hasta arriesgada labor que realizan tantos jerezanos, miembros de nuestras Cofradías, para que cada año se haga la realidad ese milagro de la primavera que es nuestra Semana Santa, el trabajo impagable que regalan los cofrades a Jerez para mostrar esa maravilla de arte y religiosidad que se hace realidad cuando se acerca una nueva Semana Mayor, esa labor oculta que, en las noches de Cuaresma, se realiza de puertas para adentro y que si hubiese que compensar económicamente supondría para la ciudad un costo inalcanzable.
En el sentido patrimonial la gran responsabilidad que tienen las propias Hermandades no solo de mantener el valioso patrimonio histórico-artístico que ha heredado y que, en la mayoría de los casos, sin la ayuda de tantos como se quieren aprovechar de ello, tienen que ser los propios cofrades los que busquen los fondos para mantener o restaurar, como en este caso, una joya artística que, por su importancia, traspasa los límites de la propia corporación y pasa a ser de la Iglesia católica y de toda la ciudad.
Por último desde la perspectiva de la fe, el Descendimiento de Cristo a tierra, casi sin avisar, es un mensaje para todos los que creemos en El y sabemos de su mensaje.
La gran obra de Ortega Bru, el Descendimiento de Cristo volverá a procesionar por las calles de Jerez el próximo Viernes Santo, entre la admiración de muchos y la fe de sus cofrades, con el recuerdo de haberlo visto más descendido que nunca, como aquel Cristo roto del Padre Cue que tanto marcó la fe y la religiosidad del mundo, más roto que nunca no por las causas de un percance inesperado sino de tantas cosas como hoy siguen rompiendo la justicia y haciendo descender los grandes valores de la humanidad
(Artículo públicado en Información Jerezel pasado sábado 19 de marzo de 2011)

Ortega Bru ante el misterio del Descendimiento expuesto en Madrid antes de su llegada a Jerez.
Imagen tomada del libro Semana Santa en Jerez




 

sábado, 19 de marzo de 2011

CURAS DE URGENCIA


EN LA FESTIVIDAD DE SAN JOSÉ
Con motivo de la festividad de San José, la Iglesia católica recuerda a los creyentes la importancia de las vocaciones religiosas. Es una jornada en la que los seminarios y, dentro de ellos, los sacerdotes, cobran un protagonismo especial.
Jerez posee un rico elenco de sacerdotes que han dejado huellas tanto por su labor intelectual como caritativa. Desde dignidades como el jerezano cardenal Herrero que murió siendo cardenal arzobispo de Valencia, los también jerezanos, Blas Álvarez de Palma, arzobispo que fue de Granada; Juan Díaz de la Guerra, obispo de Sigüenza; Domingo Canubio, obispo de Segorbe o Rafael Bellido, primer obispo de Jerez que recibiera, en su momento, el nombramiento de Hijo Adoptivo de la ciudad por su extraordinaria labor, especialmente, con los más necesitados; hasta curas populares que se ganaron esa popularidad por su entrega encomiable a los demás.
A la mente de todos vienen nombres como el padre Corona de enormes virtudes humanas y pastorales que le hicieron acreedor del cariño de todo Jerez, en especial de su barrio de Santiago, cuyas familias, muchas de ellas gitanas, sobrevivieron en la posguerra española gracias a la labor entregada de este querido sacerdote. El padre Torres Silva, una vida consagrada a los niños pobres que le hizo merecedor, también, del título de Hijo Adoptivo de Jerez; el padre Luis Bellido, cosido a su templo y a sus gentes de San Dionisio o el padre Anselmo Andrades, que desde su junta del fomento de vocaciones religiosas, regaló a la Iglesia más de treinta v cinco nuevos sacerdotes.
Todos ellos no son más que el ejemplo de tantos sacerdotes que han consagrado su vida al servicio de Dios y de los jerezanos, que han abierto las puertas de su casa o de su parroquia a largas filas de personas humildes a las que nadie atendía, ni siquiera los gobernantes. Esos mismos curas que han solucionado situaciones desesperadas, que han vendido sus propias pertenencias para que otros no pasen necesidades, que han salido de sus casas a altas horas de la noche, sin importarle su edad ni los fríos, para estar presente donde se le reclamaba, para los que su vida no tenía sentido sin ese servicio a su iglesia y a sus hermanos. Curas de urgencias para cuando ya no había dónde acudir, esos curas son los mismos que hoy se ven con extrañeza cuando pasean con una sotana que tanto los dignifica, porque sus mayores así lo hicieron, los mismos curas que ven que en los seminarios hay muchos sitios vacíos, muchos mensajes incomprendidos mientras contemplan a mucha juventud sin rumbo.
Hablan de llamadas en un mundo de ruidos y palabrerías, hablan de compromiso en un mundo de indiferencias, hablan de servicio en una sociedad egoísta. Y todo ello manteniendo su optimismo y sus esperanzas, para poder seguir sirviendo, a pesar de tanto materialismo, de tanto ego-centrismo y de tanto ataque insultante. Sólo hay que ver el último episodio lamentable del oportunista de Extremadura que para hacerse publicidad no tiene más arte que utilizar la mierda, que parece ser que domina muy bien.
Este señor, un tal Montoya, se ha sumado a la moda de lo irrespetuoso para retratar a sacerdotes, escenas sagradas o motivos eucarísticos. Y lo peor de todo, es que, parece ser, que este insulto está subvencionado con dinero público, dinero de todos, católico y no católico, mientras las colas de los comedores benéficos se siguen llenando, y Cáritas, y los curas, atendiendo cientos y cientos de necesidades que deberían cubrir los organismos públicos, porque para eso se les paga.
El otro día un comentarista hacía ver que la grandeza de nuestra nación es que, a diferencia de otras civilizaciones, esas escenas se pueden mostrar libremente sin que el autor corra peligro de muerte, cuando la grandeza de nuestra nación es que se basa en unos principios de respeto y tolerancia que muchos hemos aprendido a base de esos curas de urgencias, aunque nuestra civilización sea cada vez menos civilizada.
(Artículo publicado en Información Jerez el 17 de marzo de 2007)


Rvdo. P. D. Anselmo Andrades, recordado párroco de San Pedro, fundador del Fomento de Vocaciones Eclesiásticas, de cuyo seno salieron más de una trentena de nuevos sacerdotes.

El carismático Padre Torres Silva, de grata memoria para los jerezanos, fue el fundador del colegio salesiano Oratorio Festivo.



viernes, 18 de marzo de 2011

LA ROSA MANOSEADA


              La rosa, como cualquier ser vivo, tiene su hábitat particular, aquel espacio en donde por naturaleza se desarrolla y en donde alcanza toda su belleza y esplendor.
Alguien dijo en cierta ocasión que la Semana Santa jerezana es como una rosa, delicada, extremadamente bella, pero con espinas, unas espinas que más que afear sirven para proteger lo que es intocable, lo que sólo permite un normal crecimiento que hace que nazcan nuevas flores y la planta adquiera toda su hermosura.
Nuestra Semana Santa en los últimos tiempos ha sufrido tantos trasplantes de macetas que hace que empiecen a surgir hierbajos que no dejan crecer al rosal. La Hermandad de la Yedra, siguiendo con el símil vegetal, está siendo una de las más perjudicadas por estos cambios de tiestos. La ampliación de la Carrera Oficial, las corrientes que quieren unas hermandades siguiendo unos mismos parámetros y en especial la trasformación de una Madrugada Santa que, de estar casi vacía ha pasado a estar llena de público pero no precisamente de quienes hacen de la calle un auténtico testimonio de fe, viene reportando una serie de inconvenientes para los recorridos procesionales de las cofradías y más concretamente para esta hermandad de la Plazuela que, una vez más, ha tenido que hacer la llamada de atención para que la Semana Santa jerezana no sufra más trasplantes, que las cofradías ni pueden ni deben estar a expensas de quienes la manejen desde fuera y menos aún que sean manoseadas, porque como diría el poeta, la Semana Santa es como la rosa que cuanto más se toca más se estropea.
La Semana Santa jerezana sufrió el gran trasplante cuando tras la Guerra Civil se implanta la Carrera Oficial y las cofradías se tuvieron que adaptar a nuevos métodos más sevillanistas, ganando oficialidad y brillantez pero perdiendo algunas tradiciones seculares.
El nuevo siglo XXI ha traído consigo otra gran trasformación, tanto a lo que respecta a la estética en la calle como a la mentalidad sobre los fenómenos religiosos, ahora, con motivo de la incorporación de nuevas hermandades, se habla de una reestructuración de los días santos y hasta se pide que en algún lugar del recorrido procesional se sustituya cualquier marcha procesional, por el himno de Andalucía, una iniciativa que no estaría nada mal si, a cambio, en algunas de las sesiones más importantes del Parlamento Andaluz se interpretara Amargura de Font de Anta.
Dejando incongruencias aparte yo me quedo con aquello de que el gran triunfo de las cofradías era el no haberse adaptado a los tiempos sino que los tiempos son los que, precisamente, se han ido adaptando a ellas. No se puede adaptar una maceta de rosas a un rincón oscuro de la casa porque se marchitaría, por muy bien que quede allí, hay que adaptar la decoración de la casa a ese ramo de flores si querremos conservarlo, darle la luz que necesita, aire para que respire y espacio natural para que crezca, las flores bellas hay que mimarlas, abonarla; no dejarle que se seque y podarla sólo cuando haga falta, cambiarla de tiesto con cuidado, cuando las fuerza de sus raíces pidan mayor espacio para alimentarse y cambiarla de sitio, únicamente, cuando ella necesite un mejor lugar, no cuando los inquilinos de la casa se cansen de verla allí o tenga que dejarle el sitio a otra nueva o, peor aún, porque en aquel lugar sean maltratadas.
Las hermandades de penitencia son las rosas de la Semana Santa, sin ellas la Semana Mayor jerezana desaparecería, por ello ha llegado el momento de pensar más en ellas en particular y menos en la Semana Santa en general, más en la maceta de rosas y menos en la decoración general de la casa, más en los de dentro y menos en lo de fuera, más en su esencia penitencial y menos en su capacidad vecinal , más en lo que da vida a todo esto y menos en lo estético o lo que interesa a los demás. Que las circunstancias no manoseen más a las cofradías porque si no cuidamos estas rosas, ellas solas se marchitarán y permanecerá, únicamente, la inerte cara de las espinas.
(Artículo publicado en Información Jerez el 11 de febrero de 2006. De nuevo, siguiendo la tónica de los últimos años, se alzan voces propiciando el cambio de la Carrera Oficial).

"Descendimiento en el Arenal" Esta antigua fotografía parece representar aquellas ceremonias del Descendimiento de Cristo de la Cruz que organizaba la Hermandad del Santo Entierro y que desparecieron con los nuevos tiempos.



miércoles, 16 de marzo de 2011

COFRADES DE JEREZ


Cada año por estas mismas fechas se pone en marcha todo un aparato de actos, convocatorias, montajes y publicaciones que desembocarán en una nueva Semana Santa. Ello es testimonio de la vitalidad de nuestras hermandades que, estando presente, durante todo el año en el bullir cotidiano de la ciudad, ahora alcanza todo el protagonismo que le corresponde.
Como señala Sánchez Dubé cuando el ciclo litúrgico se va cumpliendo y se presiente la Semana Santa, el pulso acelera su ritmo, porque le cofradía, con cadencia de siglos y compás penitencial repetido, va a asumir su máxima obligación de culto público, va a exponer su teoría y testimonio de fe colectiva.
El cofrade que no repara en sacrificios. que lo supedita todo a su hermandad, que a lo largo de siglos ha sido capaz, con la ayuda del Señor, de realizar el milagro de la existencia continuada de nuestras hermandades, que no está adscrito a determinada clase social, porque surge de todas ellas, que no está clasificado por profesiones o actividades intelectuales, cada cual según las aptitudes que con Dios le dotó, asume una responsabilidad y cumple un cometido en el seno de su cofradía.
Y a ellas se sirve con desprendimiento y mucho amor, desde la dirección o desde el trabajo material o artesanal, consciente cada cual de la aportación generosa a una historia dilatada en el tiempo que sólo el cielo puede juzgar, y que está repleta de ejemplares trayectorias. Suele ocurrir que en esta historia los nombres de las personas desaparecen al paso inexorable del tiempo, por ello es bueno recordar que hubo unos primeros que hicieron posible que todo continuara y llegara hasta nuestros días.
Diego Rodríguez y Andrés Santiago en 1542 ya fundaron, en nuestra ciudad, una cofradía para salir en Semana Santa, la de la Vera-Cruz. En 1468 Bartolomé Giménez ya había hecho Io mismo con la de San Antón. Diego de Cuenca, en 1555 era el primer rector de la cofradía de la Piedad. Mateo de Medina era hermano del Dulce Nombre en 1589. García de Ávila ostenta el cargo máximo y principal en las Cinco Llagas cuando en 1561 se redactan primeras reglas. Miguel Núñez de ViIlavicencio era rector de la Soledad en 1609, y Juan Vázquez y Melchor García hermanos mayores cuando en 1573 se funda la del Santo Crucifijo de la Salud. Francisco Maya es el primer hermano mayor conocido de la Expiración. Antonio de Ribera fue hermano mayor de San Andrés, la del Nazareno, en 1604. Francisco Ponce y Francisco Martín reconstituyen en 1602 la de San Bartolomé. Francisco de Paula, en 1615, encabeza el grupo de cofrades que fundaran la de San Juan Bautista, germen de la Coronación. Pedro de Barja era ya en 1567 hermano mayor de la Virgen de los Siete Cuchillos. Canteros como Juan Díaz de la Guerra dieron origen en el siglo XVII a la de San Pedro, hoy del Prendimiento; y en 1712 Pedro Camacho, Conde del Paraíso, figura como prioste en la súplica que le eleva al provisor de la Diócesis para que legalice la cofradía de los Judíos de San Mateo.
A todos estos cofrades de la Semana Santa más antigua, le han seguido muchos más fundadores, muchos cofrades que pusieron la semilla para que, dentro de pocos días, podamos gozar de una Semana Mayor incomparable y única. Ellos fueron los primeros soñadores de un sentimiento cofrade que ha permanecido durante siglos.
Sirvan estas líneas de homenaje y reconocimiento a los primeros cofrades de Jerez, los que se pierden en la historia, los que ya no aparecen en las ilustraciones, ni en la memoria porque quedan ocultos en los tiempos. Aquellos cofrades que hicieron posible, calladamente y en silencio, sin apenas medios, iniciar un camino que ha llegado hasta nuestros días envuelto en grandes dosis de esplendor y grandeza. A todos, el reconocimiento más sincero y la gratitud más profunda por haber fundado, y habernos regalado, la historia más grande jamás contada, la Semana Santa de Jerez.
(Artículo publicado en Información Jerez el 24 de marzo de 2007)

Grupo de cofrades de la Hermandad de la Amargura en sus años fundacionales

Antiguos cofrades de la Hermandad de la Oración en el Huerto




martes, 15 de marzo de 2011

CULTO PÚBLICO


La Semana Santa, por encima de todo, es una solemne manifestación de culto público, se le querrán dar muchos argumentos históricos, culturales, populares, pero lo que da sentido a las estaciones penitenciales de las cofradías es el culto público. Sólo hay que ponerse delante de las Reglas de las cofradías para comprobar que es lo primero de lo primero, como en el Capítulo I, Artículo 1.a se menciona a la hermandad y cofradía como "una asociación pública de fieles, mediante la cual, se busca promover el culto público a Dios Nuestro Señor, a la Santísima Virgen, a los Santos y Beatos, o en sufragio de los fieles difuntos" Y como se determina que el fin principal y específico de la hermandad y cofradía es la promoción del culto público, que es el "que se tributa cuando se ofrece en nombre de la Iglesia por las personas legítimamente designadas y mediante actos aprobados por la autoridad de la Iglesia".
El carisma eclesial de nuestras hermandades y cofradías viene dado, por tanto, en el culto público y todos los demás fines (formativos, de apostolado, evangelizadores, fraternos, o de caridad y piedad) llegan por su pertenencia a todo el cuerpo de la Iglesia Católica. Por ello no podemos olvidar que, como asociación de fieles, las hermandades participan junto a otras formas de asociación cristiana, de los mismos fines de la Iglesia: la alabanza divina y el amor fraterno, especialmente con los más excluidos y desfavorecidos. Pero ello no justifica que por esa debida caridad cristiana se olvide la primordial misión del culto a Dios. Lo ha dicho en varias ocasiones nuestro anterior obispo, "las hermandades no son ONG y deben atender con prioridad el culto a Dios". Ese es el auténtico carisma de las hermandades dentro de la Iglesia y lo que ha hecho posible que estas instituciones se hayan mantenido vivas durante siglos.
El cofrade no debe de avergonzarse de que dedica parte de su vida a sus hermandades y por lo tanto al culto, porque el culto público no es algo obsoleto que ya no tiene sentido, ni intentar subsanar las cantidades económicas que las hermandades se gastan en rendir culto a Cristo y a María, argumentando iguales cantidades para obras sociales.
Las hermandades son asociaciones de culto y lo deben llevar a honra, aunque sólo sea a lo único que se dediquen, porque el culto a Dios es algo sumamente importante para la Iglesia y para el mundo. Más aún en estos tiempos en los que hablar de culto ni está de moda ni interesa en la sociedad del materialismo.
En el año 1771 con el edicto de reducción de cofradías de Carlos III, un edicto firmado por las dos autoridades la civil y la religiosa, las cofradías quedaron suprimidas pero no las procesiones, con ello la autoridad, tanto civil como religiosa, no quedaron en entredicho y el pueblo no perdió su arraigada Semana Mayor. La primera Hermandad que se reorganiza en Jerez es la de la Vera- Cruz, y, sin duda, las demás cofradías mirarían a la de la Vera- Cruz para obtener lo mismo, pero no es hasta pasado mucho tiempo después cuando comienzan a restaurarse las demás cofradías y no por impedimento legal sino por la desidia de los propios cofrades que mientras se autorizara la procesión no había prisa en reorganizar la vida de hermandad.
¿Qué conclusiones podemos sacar con esto? Pues, claramente, que lo más importante para una cofradía, siempre ha sido su salida procesional. Por eso nuestras hermandades siguen vivas y pujantes porque cuentan con la fuerza del culto público a Dios, a Cristo y a su Madre, por eso cada año tenemos Semana Santa y por eso los cofrades y sus hermandades siguen teniendo vigencia en todos los tiempos, porque el culto a Dios hecho en nombre de la Iglesia, por las personas legítimamente designadas y mediantes actos aprobados por la autoridad eclesial, no caduca en el tiempo, es tan vigente como el sentimiento que moverá estos días los corazones y tan actual como ese Crucificado que ya está presto a seguir siendo el protagonista de la historia. No olvidemos que mañana comienza un gran acto de culto público, respetemos a los que así lo quieren y no lo distorsionemos, la historia nos lo agradecerá.
(Artículo publicado en Información Jerez el Sábado de Pasión 15 de marzo de 2008, vísperas del Domingo de Ramos. Esta noche se celebra el tradicional Pleno de Toma de Horas donde las Hermandades jerezanas reciben sus horarios e itinerarios de cara a la próxima Semana Santa)

Altar de cultos de la Hermandad del Mayor Dolor correspondiente al año 1936

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lunes, 14 de marzo de 2011

VENTICINCO AÑOS DEL VÍA-CRUCIS DE LAS HERMANDADES I


EN EL TRADICIONAL PRIMER LUNES DE CUARESMA, FECHA DE CELEBRACIÓN DEL VÍA-CRUCIS DE LAS HERMANDADES
En este año de 2006 se cumplen 25 años ininterrumpidos que la Unión de Hermandades viene organizando el Vía- Crucis de cada Cuaresma.
Fue en 1981 cuando el Consejo que entonces presidía don Juan Huertas acuerda, recogiendo una iniciativa de la Juventud Cofrade jerezana, organizar un Vía-Crucis que, presidido por una imagen titular de una Hermandad, sirviera como preparación y reflexión para el periodo cuaresmal.
Si bien anteriormente la Unión de Hermandades había organizado algunos Vía- Crucis no es hasta 1981 cuando se inicia oficialmente este piadoso acto con carácter de continuidad y que alcanza en este año su vigésimo quinta edición.
Fue la imagen del Santo Crucifijo de la Salud la que abrió esta etapa, partiendo de San Miguel y recorriendo las calles de su barrio, el éxito de la convocatoria animó a los miembros del Consejo a continuar su celebración, designándose para el año siguiente, 1982, a la imagen del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y en 1983 a Nuestro Padre Jesús de la Vía- Crucis, ambas imágenes presidieron el Vía-Crucis recorriendo las calles adyacentes de Santiago y San Francisco.
El año 1984 es declarado Año Santo de la Redención con tal motivo el Vía- Crucis de las Hermandades tendría como centro la Santa Iglesia Catedral, trasladándose hasta ella la imagen del Santísimo Cristo de la Expiración.
En 1985 se designa al Cristo de la Defensión, que tenía previsto recorrer las calles del barrio de San Pedro, pero la lluvia obligó a que el acto se desarrollase en el interior del templo capuchino. Al siguiente año 1986 es la devota imagen del Señor de las Tres Caídas quien preside el Vía- Crucis, realizándose el recorrido desde su templo a la Catedral. Igualmente la Catedral tuvo como eje los Vía- Crucis de los años 1987 (Cristo de la Lanzada), 1988, Año Mariano Internacional (Virgen de las Angustias), 1989 (Jesús Nazareno) y 1990 (Santísimo Cristo del Amor, coincidiendo con sus Bodas de Oro fundacionales). También con motivo de sus Bodas de Oro, fue designada en el año 1991 la imagen del Señor de la Oración en el Huerto para realizar éste acto, que se desarrolló por el interior de los claustros dominicos.
Los años sucesivos se deja de ir a la Catedral teniendo como centro los siguientes templos: en 1992 Santiago la imagen del Santísimo Cristo de la Esperanza, cuya Hermandad de la Vera-Cruz cumplía efeméride; en 1993 Santo Domingo a donde se trasladó el Santísimo Cristo de la Coronación; y en 1994 los jardines de la Atalaya, el Vía- Crucis lo presidió Nuestro Padre Jesús de las Misericordias.
En el año 1995 se vuelve al primer templo jerezano dado que la imagen designada es el Cristo de la Viga, aunque la idea era su traslado a San Miguel pero la lluvia lo impidió y se realizó el acto en el interior del templo catedralicio. Al siguiente año el Señor de las Penas si es llevado a la Catedral.
En 1997 el Señor del Prendimiento preside el Vía-Crucis de las Hermandades al cual se fija un recorrido con destino a San Marcos y vuelta a su sede.
El Vía- Crucis de 1998 sirvió para que las imágenes titulares de la Hermandad del Perdón fuesen trasladadas desde Santa Ana a su nueva sede de la Ermita de Guía, haciendo estación en la Catedral. Destino en la catedral tendrían, también los Vía. Crucis de 1999 y 2000, presididos, respectivamente, por las imágenes del Sagrado Descendimiento y del Señor del Consuelo.
2001, 2002  y 2003 el Vía. Crucis de las Hermandades se llevaría a cabo, casi en su totalidad, en el interior de San Miguel, siendo las imágenes elegidas la del Señor de la Sentencia, el Señor del Ecce-Homo y el Señor de la Flagelación. La lluvia impidió que en 2004 el Cristo de la Exaltación alcanzara el templo dominico y el pasado año e Vía- Crucis de las Hermandades, presidido por el Cristo yacente de la Caridad, volvió a centrar su celebración en nuestra Catedral.
Este año la imagen del Santo Entierro de Cristo se dirigirá a la iglesia patronal de la Merced y cerrará, al igual que en Semana Santa culmina la pasión según Jerez, un ciclo en el Vía- Crucis de las Hermandades.
(Artículo publicado en el suplemento "Cofrade" de Información Jerez el domingo 5 de marzo de 2006. Posteriormente han presidido el Via-Crucis de las Hermandades las siguientes imágenes: 2007 de nuevo Jesús de la Vía-Crucis, 2008 el Señor de la Clemencia, 2009 el Cristo de la Lanzada y 2010 por segunda vez el Señor de las Tras Caidas. Todos estos Vía-Crucis tuvieron como marco la Santa Iglesia Catedral, salvo el del Cristo de la Lanzada que por las inclemencias meteorológicas se celebró en la Basílica del Carmen.)


El presedente de los Vía-Crucis de las Hermandades furon aquellos otros que, multitudinariamente, organizaban, a mediados del pasado siglo XX, los Luises con la imagen del Cristo de la Buena Muerte del templo de la Compañía.




domingo, 13 de marzo de 2011

LUCES Y SOMBRAS

    
     Hijo de Juana “la loca” y nieto de los Reyes Católicos, Carlos I de España y V de Alemania gobernó en nuestro país, Alemania, los Países Bajos, Italia y el Nuevo Mundo, cuenta la historia que en su imperio no se ponía el sol. Las luces de aquel imperio fue retomándose en sombras y España poco a poco fue perdiendo sus dominios hasta convertirse en un país con más sombras que luces. Hoy nos acecha la sombra del paro, de la corrupción, del terrorismo, de la violencia de género, de la droga y de un separatismo que aleja aún más esa potencia imperial que un día tuvo España. En la costa del sol la especulación le ha hecho perder esa luminosidad que tuvo y nuestra costa de la luz se ve amenazada por la sombra de grandes complejos hoteleros que harán perder parte del encanto de sus costas. La sombra se sigue vendiendo y la luz se sigue apagando. y si no que se lo pregunten a los vecinos de algunas zonas del centro de Jerez y de sus barriadas que han padecido apagón en estos días.
   
      Jerez, en los últimos tiempos se debate entre luces y sombras, promesas y realidades, grandes proyectos y pocos recursos,nuevos puestos de trabajos y un mayor índice de paro. Pocas luces y muchas sombras sobre una ciudad en la que se acumulan las protestas por impagos y sueldos desorbitantes, jóvenes sufientemente preparados sin trabajo y enchufes por doquier. La sombra de un Ayuntamiento que se ve incapaz de hacer frente a los sueldos de una nómina de personal sobredimensionada y las pocas luces de quien o quienes provocaron o han provocado esta situación.
   
     Las calles de Jerez se han visto a oscuras estos días por falta de luz eléctrica, la situación momentaneamente parece que se ha solucionado, no sabemos si volveremos a aquellas lámparas de gas de antaño o a la luz de los cirios como en las iglesias, lo que a nadie escapa es que nunca nuestro Ayuntamiento ha estado tan a dos velas como ahora. 
   
     Las encuestas vaticinan un cambio radical en las elecciones municipales, lo que todo el mundo se pregunta ahora no es quien estará al frente del Consistorio en los próximos años,sino que pasará con la cuarta pregunta, porque en esas encuestas falta la cuarta pregunta, en la que está depositada ahora las arcas municipales. Para los que desconocen el sentido del dicho popular de estar a la cuarta pregunta, hay que decir que tiene su origen en  comentarios relativos a los procesos judiciales, las preguntas “generales de la ley” que son las primeras que se hacen a los declarantes, inquieren por lo siguiente y en este orden, según consta en los formularios al efecto a los que se debían ajustar los escribanos al tomar declaración: 1º Nombre y edad. 2º Patria y profesión. 3º Religión y estado.4º Rentas.Si posteriormente el juez hacía una pregunta relacionada con el dinero del declarante, éste respondía que tal gasto o tal actividad no era posible por estar a la cuarta pregunta.
   
      La cuarta pregunta es la gran incógnita de futuro del Ayuntamiento jerezano, habrá que tener muchas luces para poder salir de tantas sombras como viene cubriendo a la ciudad en los últimos tiempos, habrá que ser un iluminado para solucionar tantos problemas sin que ello suponga sombras para la ciudadanía y sobre todo para los empleados municipales, habrá que buscar rayos de luz que logren, poco a poco, acabar con tantos horizontes oscuros como parece que acechan a nuestra ciudad.
   
     Para que penetre la luz es necesario la transparencia, una transparencia que traiga claridad  de ideas y amplio visión de futuro. No aspiramos los jerezanos al imperio de Carlos V, donde no se ponía el sol, pero si pedimos que cuando se nos ponga el sol y paseemos por nuestra bella ciudad, no nos demos contra la pared porque no veamos más allá de nuestras narices. Esta falta de luz será signo de que se olvida una de las principales misiones que tiene cualquier dirigente, poner luces donde impera demasiadas sombras. Sombras que, desgraciadamente, seguimos padeciendo en Jerez.

    (Artículo publicado en Información Jerez ayer sábado 12 de marzo de 2011)



Imagen de antaño de una calle Larga jerezana con un alumbrado público a base de bombillones pendientes de un cable. Al fondo el noble edificio que en tiempo se conociese como la fábrica de la luz. 



sábado, 12 de marzo de 2011

VERA-CRUZ Y EL ARTE JEREZANO II


Tras  el derribo en 1868 del jerezano templo de la Vera-Cruz las imágenes  de la Cofradía pasaron al convento de las Franciscanas Descalzas de la calle Barja, el Ecce Homo a la Victoria, las puertas y algunas imágenes de valor a San Pedro, la Divina Pastora a Sanlúcar de Barrameda, y un magnífico retablo de Animas de escuela sevillana, atribuido a Francisco Camacho de Mendoza, representado a la Santísima Trinidad y a San Francisco redimiendo almas, al antiguo convento de Santo Domingo y tras el cierre de este a nuestra iglesia catedral.
Esta histórica Cofradía quedó postergada para ser reorganizada en 1945, estableciéndose originariamente en la Parroquia de San Pedro, para luego pasar a formar parte de la congregación marianista y finalmente establecerse en la emblemática iglesia de San Juan de los Caballeros. Y ha sido aquí en donde esta señera corporación ha vuelto a demostrar su jerezanismo. Primero recuperando en su totalidad el vano de la puerta principal, inutilizada en una, no muy certera, adaptación del siglo XIX, aprovechándose, esta obra, para solucionar el problema que ocasionaba una grieta que partía el frontón de dicha puerta y hacía peligrar la estructura de la portentosa torre-fachada del templo.
Pero la gran aportación de esta Cofradía a nuestro patrimonio monumental fue, sin lugar a dudas, la restauración que se llevó a cabo en este templo histórico de San Juan de los Caballeros, tras varios años del cierre al culto debido al rayo que cayó sobre la torre en Mayo de 1981.
Con motivo de esta circunstancia la iglesia quedó clausurada y con un futuro más que incierto.
Durante los años de su cierre el recinto sagrado sufrió todo tipo de expolios y actos vandálicos, y lo que es peor, mientras esto sucedía, tan histórico monumento jerezano seguía padeciendo el olvido de instituciones y organismos competentes y tuvo que ser una Hermandad la que se moviera y buscara los medios necesarios para que el hermoso templo de San Juan de los Caballeros, poseedor de uno de los más ricos ábsides de Andalucía, con elementos arquitectónicos mudéjares, góticos, renacentistas y barrocos, y con una página de oro de nuestra historia local impregnada en las piedras de sus muros y bóvedas, se reabriera al culto católico por obra y gracia de unos cofrades.
Ni como auditórium, como pretendieron algunos, no como salón de actos, sino como templo de Dios, fin para el que fue levantado y consagrado y fin para el que se siguen hoy afanando los cofrades de la Vera-Cruz. Y esto ha sido un solo ejemplo de la aportación de las Cofradías al patrimonio monumental de la ciudad, podríamos poner otros muchos, como el de San Mateo, que hoy luce esplendoroso gracias a una plataforma que encabezó un cofrade, Santiago Zurita, y que hoy es toda una joya patrimonial recuperada.
Todo ello digno de elogio si tenemos en cuenta los escasos medios con los que han contado de siempre las Cofradías, así como cuantos impedimentos han tenido que soportar a través de la historia y cuantas puertas han visto cerradas cuando pedían algo para lo que no fueron creadas.
Las Hermandades no sólo son un foco valiosísimo de religiosidad popular y parte incuestionable de nuestro acervo cultural, sino que también son estamentos vivos, guardianes celosos del patrimonio que atesoran y sensibles a la conservación y la salvaguarda de la riqueza.
(Artículo publicado en Información Jerez el 10 de septiembre de 2005)


Salida de la Hermandad de la Vera-Cruz, tras su reorganización, desde el colegio marianista de la calle Porvera, concretamente por la puerta de la calle Gaitán

Fachada de la iglesia de San Juan de los Caballeros antes de que la Hermandad de la Vera-Cruz acometiera las obras de reapertura de la puerta principal.