martes, 3 de mayo de 2011

REPORTAJES FOTOGRÁFICOS

      
        Con la llegada del buen tiempo proliferan las BBC, bodas, bautizos y comuniones. Unas celebraciones que cada vez tienen menos de religiosas y más de actos sociales. Preparar un acto de estos es sumamente preocupante para las economías modestas puesto que lo que era, simplemente, un acto importante para el creyente mediante el cual se recibía un Sacramentos de la Iglesia Católica, hoy esto, en la mayoría de las familias, ha pasado a un segundo plano y lo que verdaderamente preocupa es quedar bien delante de los demás. Todo se ha desorbitado, los atuendos, los convites, los viajes, los regalos y los reportajes fotográficos.
    
        La proliferación de todo tipo de cámaras digitales, de vídeos, en móviles, etc, hace que los profesionales de la fotografía tengan que afinar la imaginación para ser verdaderamente competitivos. Ya no vale aquellas fotografías de estudio con decorado arcaico, aquellas fotos de nuestros antepasados sentados en pomposos sillones con fondos pintados de balaustradas y cortinas de cretona, o los reclinatorios delante de simuladas arcadas góticas para las fotos de niños de comunión con rosario en mano, librito y crucifijo al pecho. Ya, en Jerez, los estudios de Pereira, Fiallo, d¨Oanz, Álvaro López, Iglesias, Foto Paco, Angare, Terán, Joca y más recientemente Pielfort, pasaron a las historia. ¿Quien no conserva en su casa alguna foto con el sello de alguno de estos artistas?.
   
         Eran fotos, casi siempre en blanco negro, en la que los niños con relucientes trajes de Primera Comunión aparecían impecables, muy bien peinados, con sus manos unidas en señal de oración, su mirada angelical y un decorado apropiado al acontecimiento que se celebraba; los novios muy serios, él siempre más alto que ella por aquello del machismo imperante y enmarcado por un decorado serio y a su vez solemne como requiere una ceremonia de carácter puramente religioso.
   
        Pero esto ya es historia, ni los niños llevan todos el tradicional traje de comunión, puesto que algunos, los más arreglados, acuden a este acto con chaqueta y corbata, ni muchas parejas se hacen fotos de estudio, sino que, más bien, al ver su reportaje fotográfica hay que hacer un estudio para ver donde han salido esas fotos y si ese álbum es verdaderamente un recuerdo de un enlace nupcial o de una Primera Comunión. La inventiva ha llevado a compaginar atuendos de ceremonia con arenas de la playa, entre matojos o encima de un árbol; fotos de niños de comunión tirados en el suelo y completamente despeinados, niñas con sus trajes de pequeñas novias, dado el cuerpo y la edad con los que se viene haciendo últimamente estas celebraciones, con decorados de todo tipo menos aquellos que recuerden que ese fue el día que se recibió por primera vez a Jesús Sacramentado. Los hijos de nuestros hijos no sabrán cuando, del baúl de los recuerdos, saquen estas fotos que es lo que se celebraba o que recuerdo se quería dejar para el futuro, si la playa forma parte del viaje de novio o de la ceremonia, si la foto se la hicieron  en el día de su Comunión o en Disneyland París .
   
        Magnificas fotos, originales al máximo, los niños y los novios guapísimos, pero una muestra más de lo incongruente de esta sociedad materialista que, por día, pierde el norte de las cosas. De un acto fundamentalmente religioso se va poco a poco distorsionando para ir perdiendo su esencia y convertirse en un reportaje fotográfico más propio de un casting que de un día tan tradicional y tan señalado como este.
   
         Los reportajes fotográficos de bodas y comuniones, dejando a un lado la incuestionable calidad y originalidad que vienen alcanzado gracias al avance de la tecnología y a la profesionalidad de sus autores, son una muestra más de hacia donde camina una sociedad que cada vez pierde más el auténtico sentido de las cosas, mezclando el atún con el betún, lo solemne con aquello que no lo es tanto, lo profano con lo sagrado, Que vamos a esperar después de la repercusión mediatica de la comunión de Andreita y de que hasta su madre Belén Esteban, cual Ginger Rogers haciendo pareja con Fred Astaire pero a su estilo, gane un concurso de baile. 
       
          (Artículo publicado en Información Jerez el 22 de mayo de 2010)



Mayo 1971. Grupo de niños de Primera Comunión en el patio del desaparecido colegio La Salle de la Alameda Cristina. Al mes siguiente el colegio se trasladaría a las nuevas instalaciones del Buen Pastor en la calle Antona de Dios, derribándose posteriormente este histórico edificio que fuera Hospital de la Candelaria.



Fechada en Jerez el 5 de junio de 1939. La foto presenta, junto al niño de Primera Comunión, una ambientación puramente religiosa como corresponde al acto que se celebra, completamente opuesta a la foto, perteneciente a un reportaje fotográfico, que se muestra en la cabecera de este artículo. 




           

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