martes, 7 de junio de 2011

ALCALDES DE BARRIO


El nuevo gobierno municipal de Jerez ha incorporado las delegaciones de distritos con el fin de atender los principales barrios jerezanos. Han sido, concretamente, tres las delegaciones nombradas por la Alcaldía -La Granja-Delicias, Zona Norte y Zona Sur-. Es un paso más, para que Jerez se incorpore a la red de grandes ciudades españolas.
No es la primera vez que el Ayuntamiento incluye en su equipo de gobierno a concejales de distritos, lo que antes se denominaba como alcaldes de barrio.
Hace cerca de ochenta años, en 1929, siendo alcalde-presidente D. Enrique Rivero Pastor, el Consistorio jerezano lo componían, junto con el alcalde, ocho tenientes de alcalde, cuatro concejales jurados y veintinueve concejales, así como distintos concejales corporativos representantes de diversos organismos e instituciones; cada uno con sus respectivos suplentes. A todos estos ediles se le sumaban los alcaldes de barrio que, como dato curioso, eran los siguientes: Consistorio, D. Juan del Pino Barea; Salvador, D. Norberto Ruiz Mantenación; Santo Domingo, D. José Marín Valenzuela:. Santiago, D. Luis Gutiérrez Ferrer; Capuchinos, D. José Muñoz Manzano; San Pedro, D. Enrique Espinosa Rodríguez; Santísima Trinidad, D. Santos López Guijo; San Telmo, D. Emiliano Pérez Caballero; El Valle, D. Juan Trujillo Organvides y El Mimbral, D. Alonso Jaén y Jaén.
A principios del siglo XX la vida en Jerez era muy distinta a la de ahora, los barrios eran pequeñas ciudades, con sus vías principales, sus calles comerciales, sus parroquias, que hacían las veces de pequeñas catedrales por el número de sacerdotes que ejercían labores parroquiales y cuantas asociaciones y congregaciones radicaban en las mismas; con sus escuelas, sus lugares de tertulias y sus alcaldes de barrio. Por sus calles se distribuían oficios de lo más variopinto tales como cuberos, chamarileros, tabijeros o ropavejeros, la sanidad carecía de centros de salud, una Casa de Socorro y un hospital para toda la ciudad, y zonas divididas entre grandes mansiones y vivien4as populares.
Los vecinos de entonces se agrupaban en sus cofradías, en sus Corpus, auspiciados por las entonces florecientes hermandades sacramentales; sus patronos casos de San Blas en San Mateo o San Antón en la Santísima Trinidad; en emblemáticos sacerdotes como el Padre Teodoro Molina en el Salvador, el Padre González Marín en San Marcos, el Padre Francisco Castell en San Juan, el Padre Ortiz Zamudio en San Miguel, el Padre Anselmo Andrades en San Pedro o el Padre Francisco Corona en Santiago, que, a veces, hacían de auténticos alcaldes de barrio, cuando se en-  cargaban no sólo de atender sus labores pastorales de su propia condición religiosa sino también de cuantas otras necesidades tenían sus feligreses, tanto de viviendas como de asuntos burocráticos, de empleo, o de cuantas acciones eran necesarias.
Hoy pueden considerarse alcaldes de barrio a los presidentes de las distintas asociaciones de vecinos, por la labor que vienen manteniendo de nexo con las distintas administraciones, algo que se potenciará, aún más, con estos nuevos delegados de distritos, herederos de aquellos alcaldes de barrio, que iniciaron una andadura, allá cuando el pasado siglo comenzaba y que sentaron las bases para dar respuesta a la importancia que tienen los barrios para Jerez y para todas las grandes ciudades.
Estos tres nuevos delegados de distritos son el primer paso para crear una auténtica macro delegación municipal que acerque, aún más, a los vecinos a su Ayuntamiento, para que cada barrio jerezano cuente con su alcalde próximo, el que viva la realidad de esa collación que representa, que sea conocido y valorado, capaz de asumir, como propios, los problemas que se presenten, la realidad de la calle, las iniciativas de los propios vecinos y sobre todo, con medios suficientes, para poder afrontar su gestión con eficacia y auténtico apoyo general.
(Artículo publicado en Información Jerez el 23 de junio de 2007. El nuevo gobierno municipal ha indicado que también estará entre sus prioridades los "Alcaldes de barrio")

Año 1958. Mañana de Viernes Santo en las Puertas del Sol, el popular barrio de la Plazuela, uno de los barrios más castizos de Jerez.


Esta otra foto de la misma época es un ejemplo de identificación de un bario con su Hermandad y viceversa. Muestra una de las comidas que los cofrades de la Hermandad de la Esperanza de la Yedra ofrecía a los vecinos del barrio de la Plazuela en los desaparecidos jardines del cercano convento de Madre de Dios. 



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