martes, 28 de junio de 2011

LAS FIESTAS DE LA VENDIMIA


       
        Lo ha dicho la Alcaldesa, las Fiestas de Otoño dejarán de llamarse así el próximo año para recobrar la denominación de Fiestas de la Vendimia. Ya era hora de que nuestros munícipes cayeran en la cuenta de que en Andalucía nunca se ha celebrado el Otoño, la gran celebración del sur es la gran fiesta de la primavera, la gran fiesta de la luz y de los sentidos, la fiesta del final del invierno, de los días cortos, de la vivencia interior, de los fríos y de las hojas secas. Por eso, en primavera, Andalucía se viste de ferias, de romerías, de juncía y romero, de procesiones, de patios engalanados, de cruces floreadas y sobre todo de alegría y de fiesta. Porque es la gran fiesta de la vida.

        En el otoño jerezano lo más digno de celebración es la vendimia por cuanto ha aportado a la universalidad de nuestra tierra y el día de su patrona, la Virgen morena de la Merced, por cuanto significa para la historia y la religiosidad de este pueblo.

         Las Fiestas de la Vendimia pasaron a la historia por una falsa identificación con la élite de la sociedad jerezana y por una desvalorización de cuantos actos se celebraran paralelos a una feria que venía siendo en los últimos años insostenible. La pisa de la uva, los concursos laborales, los de escaparates, los actos poéticos en honor del vino, la cabalgata anunciadora, eran claros exponentes que no se trataba de unas fiestas elitistas y si enaltecedoras de todo cuanto ha significado nuestros ricos caldos, luego con fines sobre todo económicos y comerciales se nombraban reinas relacionadas con familias bodegueras, capataces de honor a destacados vinateros y se le dedicaba a distintos países para incrementar las ventas y el comercio exterior. Eran unas fiestas con fundamento , en el que todo giraba en torno al sector del vino, una exaltación de nuestros productos vitivinícolas como gran valedor de la fama universal de Jerez. La feria era una copia, a menor de medida, de nuestra incomparable Feria del Caballo, con menos público y menos trascendencia.

        Se quitó la feria de la Vendimia y con ella cuantos actos se celebraban en honor del vino, derivando en unas Fiestas de Otoño descohesionadas, la cual no ha alcanzado la entidad de aquellas fiestas de la Vendimia que tan dignamente exaltó y proclamó las grandezas de los vinos jerezanas.

       Ahora que se va a recobrar la anterior denominación de estas fiestas quizás sea el momento de recomponerlo todo y conservar lo que verdaderamente merece la pena del actual programa de actos y desechar todo aquello que no tiene nada que ver ni con nuestra tierra ni con el gusto de los jerezanos. Quizás sea el momento de recuperar aquellos oficios tradicionales de bodegas, aunque solo sea para que no se pierdan en el tiempo, de volver a convocar aquellos concursos de escaparates y de patios que tanto arte derrochaban, de potenciar los establecimientos en los que el vino cobra un especial protagonismo, especialmente los típicos tabancos, lugares donde se respiraba Jerez desde sus botas hasta en quien despachaba con su camisa blanca y su tiza en la oreja, nada de camisas negras y cuentas a golpe de ordenador; de tener una verdadera cabalgata anunciadora de los festejos centrada en cuanto supone el cultivo de la vid para esta tierra, sin monstruos y efectos futuristas; vivir el flamenco y la fiesta en sus barrios, en sus patios, a pie de calle, en su ambiente y con su gente; organizar actos en las bodegas, en todo aquello que esté relacionado con el mundo del vino; en definitiva unas fiestas que vendan Jerez, que potencien Jerez y que exalte cuantas riquezas tenemos dignas de mostrar al mundo entero.

         La Fiesta de la Vendimia fue creada en 1948 y durante mas de cuarenta años fue un exponente de la categoría que Jerez da a sus afamados caldos, esperemos que las fiestas de la Vendimia que ahora renacen sigan derramando esa jerezanía que tanto nos ennoblece.

          (Artículo publicado en Información Jerez el 29 de septiembre de 2007. La nueva Alcaldesa, Mª José García-Pelayo, en la presentación del libro "Gloria y ocaso de la Fiesta de la Vendimia" de Antonio Sanz Zamorano, ha lanzado el reto de volver a recuperar, con el esplendor de antaño, este tradicional festejo de la ciudad.)


La cabalgata de la Vendimia era una de las citas obligadas  del mes de septiembre en Jerez (Foto del libro Gloria y ocaso de la Fiesta de la Vendimia)

Traslado del primer mosto desde el lagar del reducto de la hoy catedral jerezana a la desaparecida bodega San Ginés de la Jara que estuvo ubicada en la calle Clavel junto a la entrada actual del colegio La Salle. La foto del mismo libro que la anterior recoge el paso de la bota por la plaza del Arenal




  

1 comentario:

  1. Gonzalo Fernández Hernández30 de julio de 2012, 15:06

    Gracias a Dios, qué en este aspecto han vuelto el buen gusto y el sentido cabal a los munícipes de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera al recuperar Fiesta tan entrañable y "jerezana" (y valga la redundancia)pues para los foráneos enamorados de Jerez la Fiesta de la Vendimia eran una de las señas de su identidad como la Semana Santa, el "Corpus" de Minerva, la Fiesta del Caballo o las zambombas navideñas desde el punto de vista cultural al igual que la Cartuja de Nuestra Señora de la Defensión o la Basílica de la Merced lo son bajo la óptica de la vida y el arte religiosas

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