miércoles, 29 de junio de 2011

SAN PEDRO, TRES BARRIOS EN UNO


      
      EN LA FESTIVIDAD DE SAN PEDRO Y SAN PABLO

       El jerezano barrio de San Pedro ha conservado, a través de los tiempos, en sus calles, en sus edificios y en sus gentes ese castizo jerezanismo y esa idiosincrasia que le ha dado, justamente, un nombre en la ciudad.

       El actual barrio de San Pedro, distinto a su feligresía, podríamos delimitarlo trazando una frontera que partiendo desde el comienzo de su calle principal, la de Bizcocheros, continuar , por la derecha, hacia Honda y Medina entrar por Arboledilla y cruzando Matadero llegar a la capilla de los Desamparados para continuar por Gómez Carrillo, cruzar Clavel hasta Barriada España. A la izquierda, desde Bizcocheros, delimitaríamos el barrio por Larga, Aladro y por Zaragoza, llegar a la zona de la Barriada España que linda con la Avenida Virgen de Fátima. Este perímetro nos serviría para situar un barrio que tiene su origen en el siglo XVI, aunque ya por 1391, como hemos indicado, existían casas en la calle Arcos.

      Aunque se denomine a todo el barrio por el nombre del titular de su parroquia, ateniéndonos a los datos históricos, son tres barrios en uno, el barrio de la Albarizuela, el barrio de las Atarazanas y el barrio de San Pedro, propiamente dicho.

      El más antiguo de todos es la Albarizuela, denominado así por su dominante tierra albariza, que lo forman todas aquellas calles cercanas a la capilla de los Desamparados, al final de la histórica calle Arcos. La Albarizuela es un barrio popular de casas llenas de vecinos, estructuradas, mayoritariamente, entorno a un patio central y, como mucho, de dos plantas. Las calles Rui-López, Honsario, Conocedores, Ávila, Palomar, Clavel, Prieta, Morenos y Gaspar Fernández son claro ejemplo de ello. Quizás sea la zona más castiza del barrio y de más sabor jerezano por sus construcciones, especialmente de carácter bodeguero, la influencia torera del , hasta hace poco, cercano matadero municipal e incluso por tener en la antigüedad, tal como ocurriera con los otros dos barrios extramuros Santiago y San Miguel, un importante número de vecinos de raza gitana, cuna por tanto de buenos cantes flamencos.

       El barrio de las Atarazanas tiene como eje la hoy llamada plaza de San Andrés y su origen está en el siglo XV cuando en dicho lugar se ubicaba un depósito de armas. Lo comprende la mencionada Plaza de San Andrés y las calles Clavel desde Valientes, Compañía de María, Zaragoza, Santa Rosa, Cruz y Rosario.Su caserío está muy transformado, dignos de mención es el patio neonazarí del Colegio de la Compañía de María y el patio de novicios dominicos en la calle Rosario 8. En la calle Zaragoza, partiendo desde la casa que hace esquina con la calle Santa Rosa, con su evocadora hornacina, de la que desgraciadamente ha desparecido su artística cruz de cerrajería, una serie de locales y viviendas populares nos trasladan a un Jerez arcaico, inconcebible para tan céntrico lugar, llama la atención la casa número 10 que nos recuerda a las construcciones propias de pueblos serranos con sus pequeñas ventanas a pie de calle y su pintoresco e irregular patio donde se mezcla el blanco de la cal con tejas, árboles y macetas.

       Una de las características más peculiares de las Atarazanas es el ambiente colegial que desde hace años impregnan sus calles y plazas.

      Por último, el auténtico barrio de San Pedro, aquel que se organiza entorno a la parroquia del Apóstol. Con su calle Bizcocheros como columna vertebral y las adyacentes de Antona de Dios, Caracuel, Ánimas, Doctrina y Valientes. Por su cercanía con el centro de la ciudad es la zona más señorial, con edificios nobles que abarcan desde el renacimiento hasta el regionalismo, pasando por una serie de casas burguesas del siglo XIX. Es un barrio encuadrado en el Jerez clásico, antaño con una importante vía comercial en su calle Bizcocheros y con un sabor decimonónico de altas fachadas, nobles cierros y elegantes portones.

      Recorrer las rectas calles del barrio de San Pedro, con sus viejos núcleos de la Albarizuela y la Atarazana, a la vez que observamos sus casas y sus templos, nos hace comprender como cada barrio del antiguo Jerez es un resumen de su rica historia urbana, como cada barrio es un pequeño Jerez, y como Jerez no sería Jerez sin estas castizas collaciones que han dado un singular carácter a la propia ciudad.

       (Artículo publicado en Información Jerez el 25 de junio de 2005. Hoy con la Misa Solemne que se celebra en la jerezana Parroquia de San Pedro se abren los actos conmemorativos del centenario parroquial)


Fotografía de principios del siglo XX en la que podemos ver al primer párroco de San Pedro, D. Domingo García Sánchez-Pavón coronando a la antigua imagen de Nuestra Señora de la Mayor Aflicción en el corazón de la Albarizuela


Estampa del ayer de la tradicional procesión de la Niña María recorriendo la zona de las Atarazanas, concretamente la plaza de San Andrés


Hermoso rincón del jerezanísimo barrio de San Pedro .


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