jueves, 25 de agosto de 2011

CABALLOS


          Arranca una nueva edición de las tradicionales carreras de caballos de Sanlúcar de Barrameda, un auténtico espectáculo ecuestre en el hipódromo natural de las playas sanluqueñas. Un primer ciclo que ya se ha celebrado esta semana y que tendrá su continuación los próximos días. Una Fiesta de Interés Turístico Internacional desde el año 1997, que alcanza ya su 166 edición, más de siglo y medio de vida, y que está considerada como el mayor espectáculo de las playas del Sur.
            El caballo vuelve a ser protagonista en las grandes fiestas andaluzas. Jerez, tan amante de las pruebas equinas, se hará presente un año más en Sanlúcar, y más concretamente en el recinto que la Sociedad de Carreras de Caballos, instala cada año en la playa de Las Piletas, para participar de un evento que, por proximidad y por afición, le resulta tan cercano.

            Recordemos aquellos elogios a Jerez del recordado escritor Martín Ferrador que hablando de la afición de los jerezanos por caballos apuntaba, “Tampoco escasea quien elogie la majestuosa extensión de las dehesas jerezanas, pastizales de caballos tan apreciados que en distintas ocasiones la bizarría del cabildo, en señal de cometido vasallaje, ha hecho presente de ellos a la realeza; y que ya el desinteresado testimonio de micer Andrea Navajiero, embajador de la señoría veneciana en la corte de Carlos V, los tuvo por los mejores entre los andaluces, que es encarecimiento supremo; y el afán mitológico de los antiguos coligió de ligereza y gallarda bravura de nuestros corceles que las yeguas concebían solas” o los poderosos trotones con que obsequiara el Consejo de la ciudad a Enrique IV para que hiciera su viaje desde Jerez a Gibraltar, o aquel otro caballo con que Juan Riquel, gran labrador y ganadero, obsequió a la reina Católica, y que según afirmó la señora en carta suya, “no tenía igual en toda España”. Las buenas cualidades de los caballos jerezanos se hicieron patentes en el caballo del osado Fernando de Padilla, que en apurado trance, aún con el menudillo hendido y cortado, haciendo casco del sangriento muñón galopó hasta salvar a su perseguido dueño. Y en tiempos posteriores Sebastián Marocho, en su inédito diario, escribió que en el año 1731 fue a Madrid a negocios el Presbítero y beneficiado Don Antonio Quintanilla y volvió, habiendo despachado su asunto, en once días, en el mismo caballo, que era de color rubio y volvió con la misma valentía.
             La majestad, la gallardía, el brío, el ímpetu y la hermosura de las potradas en libertad, nadie los ha expresado con la vehemencia que Cortines y Mumbe escribió en estos versos: “Se lanza velozmente por doquiera la legión indomable de los potros, las colas enmarcadas y las crines flotantes en espléndido abandono, besadas por los soles refulgentes, rizadas de huracanes imperiosos. Y son los ligerísimos corceles castaños, negros, alazanes, tordos…. Erguidas las cabezas orgullosas, con relinchos expresan su alborozo. Los ágiles greñudos giran fieros: ¡Nada a su empuje servirá de estorbo!

            Sanlúcar se convierte en este día en una prolongación de la jerezana Feria del Caballo, donde los corceles no pasean encorsetados sobre el recinto ferial, como animal de compañía en Fiesta de San Antón, sino libre y al galope, como galgo en explanada.
             Cuentan que fue en 1845 cuando se disputaron las primeras carreras oficiales pero que desde mucho antes se llevaban a cabo carreras entre quienes utilizaban caballos para transportar pescados desde el muelle a los mercados sanluqueños y a las poblaciones cercanas. Quien quita que fuera en una de estas visitas un caballo sanluqueño se enamorara de una yegua jerezana y aún, cada mes de agosto cercano el olor a vendimia, galopa y corta el viento, en busca de aquellas playas que perdimos donde un día encontró a su amada.

           (Atículo publicado en Información Jerez el pasado sábado 13 de agosto de 2011. Hoy se inicia el segundo ciclo de carreras de caballos de Sanlúcar de Barrameda)

Los primeros Estatutos de la Sociedad de Carreras de Caballos de Sanlúcar de Barrameda datan de de 1845


Las carreras de caballos sanluqueñas han sido desde la antigüedad, además de un evento deportivo, un importante acontecimiento social.


En esta curiosa fotografía aérea de la playa de Valdelagrana, de hace unos cuarenta años, podemos ver, en primer término, el trazado del hipódromo que existió antes de los bloques actuales y en donde se disputaron distintas carreras de caballos, muchos ejemplares venidos desde Jerez. 
     

No hay comentarios:

Publicar un comentario