viernes, 28 de octubre de 2011

DESDE SAN TELMO A CRISTINA

          

          EN EL ANIVERSARIO DE LA CORONACIÓN CANÓNICA DE LA VIRGEN DEL VALLE           

           Hoy por Jerez, desde San Telmo a Cristina, se cruzará una procesión con reminiscencia del ayer, con aires a hoyanca y a sombreros de González, a túnicas con plisados negros y pañuelos bordados a la cintura,a tiempos de liberación de presos en la cárcel de la plaza Belén, a guardia de campo y a trompetero encabezando cortejo procesional, a aquellos tiempos que nos contaba el Padre Coloma en su inmortal obra "Juan Miseria", de un Jerez que se debatía entre prosperas bodegas, las labores agrícolas y esas playas de San Telmo que un día tuvieron barcas, redes, pescadores y una ermita con el nombre de un dominico, con velero en mano, que salía en rogativas y amparaba las faenas de las gentes del mar.
         
          San Telmo, la ermita de la Virgen del Valle, porque este también era su nombre, acogedora de un Cristo que dejó un convento para estar siempre con su madre, fue aquella capilla que un día los hijos de Domingo de Guzmán quisieron convertir en el segundo convento de la orden en Jerez, donde llegaron a vivir, en sus inmediaciones, dominicos ancianos pero cuyo proyecto no llegó a cuajar por la oposición del clero de San Miguel. Aquellos mismos dominicos que veían llegar a su convento de Cristina, cada Viernes Santo en Estación de Penitencia, al Cristo, a "Juanillo" y a la Virgen del Valle, los mismos dominicos que ejercieron de oradores sagrados en tantos Triduos y Quinarios de la Cofradía, los que quisieron ser capellanes de la Ermita pero por no renunciar a llevar con ellos el Sagrario se vieron forzados a desistir de sus pretensiones. Dominicos que hoy esperan la llegada de una Virgen, la Señora del Valle, de la que dicen los antiguos del lugar que lleva más tiempo en San Telmo que la propia Ermita, la que en una semana será coronada como reina de esos siglos jerezanos de los extramuros costeros de la ciudad, donde la tierra jerezana era bañada por unas aguas del Guadalete que se acercaban a la ciudad quizás buscando la cercanía del patrón de los barqueros y de la Virgen del Valle ,Señora del Campillo y de los viejos arrabales que miran al sur.
         
           La Virgen del Valle, a la antigua usanza, con orquillas y por fuera, recorrerá hoy Jerez , el Jerez que en tiempos fue de San Miguel, el primer Jerez de extramuros, cuando las viejas murallas medievales se abrieron a la expansión de los nuevos tiempos, ese Jerez que mira hacia la costa, la sierra o la campiña. Jerez camino de la bahía, de Medina y de Arcos. Jerez de la legendaria calle Sol, del viejo humilladero de los siete cuchillos, de Trinitarios, de Alcantarinos y de Dominicos, siempre los dominicos en la historia de la Hermandad de San Telmo. Ese Jerez recorrerá hoy la Virgen en procesión para, adentrándose en la Albarizuela, llegar hasta el corazón del viejo camino del cementerio judío, aquel sendero llamado siempre como la calle de los Bizcocheros, donde se alza la iglesia de San Pedro, la que hace ciento cuarenta años fué su refugio cuando un periodo revolucionario con dos gobiernos provisionales, la monarquía de Amadeo de Saboya y la primera república con sus cuatro presidentes en menos de un año, hizo cerrar todos los templos no parroquiales, obligando a las imágenes a emigrar al otro extremo del barrio, curiosamente a la iglesia auxiliar de un apóstol barquero, Simón Pedro.
         
          A Santo Domingo llegará la Virgen con el mismo mensaje de hace cientos de años ." Llevadme a Jerez, al convento de los Predicadores que quiero ser consuelo de la ciudad" y allí quedará, tras fundirse en la historia con el Señor de Cristina, el de la túnica morada, el de las devociones ancestrales pasadas de madre en madre, de estampa en estampa. La Virgen permanecerá toda la noche velando por los sin techos, por los de las noches en vela, por cuantos viven asumidos en la profunda oscuridad. Allí estará Ella en la puerta del reloj de sus hijos dominicos, marcando nuestros tiempos y recordando que en nuestro valle de lágrimas siempre hay una eterna consolación.
         
           (Artículo publicado en Información Jerez el 25 de octubre de 2008 con motivo del traslado de la Virgen del Valle al convento de Santo Domingo en los actos previos a su Coronación Canónica)
Grabado de la jerezana Virgen del Valle fechado en el siglo XIX
    

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