lunes, 23 de enero de 2012

LA ALBARIZUELA EN OBRAS


           
        EN LAS VÍSPERAS DE LA FESTIVIDAD DE LA VIRGEN DE LA PAZ.


No siempre los barrios castizos y emblemáticos de nuestros pueblos y ciudades andaluzas son conocidos por el nombre del santo titular de sus parroquias, existen ejemplos como los barrios de la Viña o el Mentidero en Cádiz, Triana o el Arenal en Sevilla, el Albaicín o el Sacromonte en Granada, el Perchel o el Palo en Málaga, la judería o las Tendillas de Córdoba, el Arrabalejo en Jaén o la Chanca en Almería. En Jerez tenemos, también, dos barrios castizos sin nombre de santos la Albarizuela y la Plazuela, cada uno en un antiguo extremo de la ciudad.

La Albarizuela tiene como arteria principal el antiguo de camino de Arcos y, en su confluencia, una serie de rectas calles que dan forma a este popular barrio. La construcción de casas en la calle de Arcos consta empezó por los años de 1391 a 1395, cuando los dominicos venden unos terrenos adyacentes a este camino, que conduce a los pueblos serranos, a los judíos para su cementerio. Siendo esta calle de las primeras extramuros de la ciudad y una de las primeras vías de la entonces naciente parroquia de San Miguel, debido principalmente a su estratégica situación de comunicación.

La zona de la Albarizuela tiene como centro a la popular capilla de los Desamparados y en su entorno una serie de calles, con viviendas populares que dan casticismo a este barrio de Jerez. En la Albarizuela han nacido muchas personalidades jerezanas especialmente relacionadas con el arte, siendo cuna de grandes toreros; e incluso se cree que una de las casas de esta zona naciera en 1507 el insigne explorador Alvar Núñez Cabeza de Vaca.

Pero la Albarizuela ha sido siempre un barrio muy popular, de mucha vida y de especial actividad comercial. La Albarizuela tuvo un significativo auge a partir de los años sesenta del pasado siglo cuando pasa a ser de extrarradio a centro de la ciudad, cuando la calle Arcos ya no es un camino hacia la sierra sino una transitada vía para llegar a nuevas barriadas.

La Albarizuela ha estado siempre unido a mi vida, porque allí nací en una casa de la calle Prieta, una calle que empezaba, entonces, en Medina en el antiguo local de Ajuria y desembocaba en Arcos junto al almacén de comestibles de Ceballos y el tabanco de Navero. Una calle Prieta, por aquellos años empedrada, en la que aún se podía oír, en las calurosas tardes de verano, los pregones de afiladores, cuponeros y vendedores de higos chumbos o helados. Una calle Prieta con don Eugenio Espinar vendiendo medicina mientas uno aguardaba sentado en un enorme banco del que colgaban las piernas o intentaba asomarse al mostrador de la droguería de Lanzarote, donde Antonio “El rubio” despachaba las bolsas de cal y los pinceles de madera y cerda para encalar las fachadas y los patios en estos tiempos pre-primaverales.

Para la Albarizuela, como para todos, también ha pasado el tiempo y le han comenzado a salir los achaques, hoy el barrio está en obras, unas obras que vendrán a renovarlo y que gracias a las exigencias urbanísticas no harán cambiar su fisonomía. Las demoliciones y reconstrucciones han entrado en la calle Rui-López, en Palomar, en Conocedores, en Clavel, en la calle Ávila, en Matadero, en Plaza Quemada, en Gaspar Fernández, en la esquina de Honsario, y en la calle Prieta, en cuyo número 19 pasé parte de la infancia, en una casa, con elementos neoclásicos, que distintas reformas habían hecho ocultar columnas y arcos, y que ahora volverán a ser recuperados, además, las obras han sacado a la luz una casa original que fue creciendo con el tiempo. Hoy las obras traerán, a esta casa de mi infancia, un reformado aspecto que aportará cosas nuevas y sacará a la luz Io que permanecía oculto y era digno contemplarse, adaptará la casa a las actuales necesidades y seguirá evolucionando con los recuerdos de su pasado y sus perspectivas de futuro. Todo un ejemplo de lo que nos depara nuestra propia vida.
(Artículo publicado en Información Jerez el 25 de febrero de 2006)


Vista aérea del jerezano barrio de La Albarizuela a mediados del pasado siglo XX. En el ángulo inferior izquierda la capilla de los Desamparados, cuyos alrededores aún mantiene viejos edificios ya desaparecidos como los que hacían esquina en la calle Arcos con Ávila.


Imagen del ayer de la popular calle Arcos puerta del barrio de La Albarizuela.


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