jueves, 29 de marzo de 2012

A DOS VELAS


          Estar “a dos velas “es lo mismo que estar sin parné, sin dinero. La procedencia de esta frase es incierta. El folclorista José María Sbarbi en su obra Gran diccionario de refranes, comenta acerca de esta expresión: "Como en las iglesias, después de terminadas las funciones religiosas, se apagaban todas las luces menos 2 que quedaban delante del sagrario, y como éstas alumbran poco para el espacio tan grande de aquéllas (las iglesias), puede decirse que quedan tristes y medrosas y, por lo tanto, se compara con el ánimo del individuo que no tiene dinero". Al experto José María Iribarren esta explicación no le convence y sitúa el origen del dicho en las timbas y partidas de naipes antiguas, donde el banquero solía colocarse entre un par de velas. En este supuesto, dejar al banquero a dos velas o quedarse a dos velas equivaldría a dejarle sin un céntimo.
A estas alturas nadie duda ya que nuestro Ayuntamiento está a dos velas, es decir sin parné, y la última prueba de esta falta de liquidez es el alumbrado público, calles como boca de lobos y zonas de Jerez, como las de aquellas iglesias de antaño, tristes y medrosas. No sabemos si el problema se solucionará antes o después de Semana Santa, si la solución llega después de la Semana Santa algo de positivo va a ofrecer a los desfiles procesionales y es el ambiente de recogimiento e intimidad que proporciona  la luz de los cirios en la oscuridad.
Los cirios, decía San Agustín, que son el símbolo del hombre que se suben y se encienden en Dios para ser instrumento de su luz incandescente en el mundo. El ver, esta próxima Semana Santa, sobrios cortejos con sus cirios encendidos por lugares sin apenas luz, que antes nunca habían estado tan carente de luminosidad, puede ser un gozo para los sentidos y una importante llamada de atención para reivindicar un protagonismo perdido en estos días santos.
No hay mal que por bien no venga y el hecho de que nuestro Ayuntamiento está ahora a dos velas puede hacer posible que ganemos una Semana Santa más intimista, donde el protagonismo no esté en los focos sino en la llama de las velas que desde siempre viene iluminando cortejos, misterios y palios. Llamas que curiosamente se encenderán en la calle y se apagarán en los templos, luces que dejarán a oscura todo lo que hay alrededor para realzar lo importante, lo que da sentido a toda la Semana Mayor, lo que hace posible este milagro que se hace presente cada primavera cuando el primer nazareno se pone en la calle.
          Al final, si las calles siguen a oscuras, serán las Cofradías, las que con sus velas, que no son ni una ni dos, vengan a dar un poco de luz a la ciudad y lo harán como siempre, sin cables, sin banqueros, sin nóminas y sin presiones de ningún tipo .De aquí a unos días nuestras calles y plazas se llenarán de cirios encendidos, cumpliendo con una tradición y una religiosidad de siglos y todo ello dando luminosidad a una ciudad que, por una cosa y por otra, sigue estando a dos velas.

          (Artículo publicado el pasado domingo 25 de marzo en Información Jerez y al día siguiente en VIVA JEREZ).

La luz y las sombras de la Semana Santa de siempre se refleja en los muros de la vieja cárcel.


Las velas de los faroles de las Hermanas de Jesús iluminando la Madrugada Santa de Jerez.







         

lunes, 26 de marzo de 2012

LAS ILEGALES


Cuenta la tradición que en el siglo XVIII, dos adolescentes jerezanos, Juan Rodríguez y Alonso Mateos, junto con otros jóvenes compañeros, se les ocurrió fundar una Cofradía en San Mateo. Estos mozos se buscaron aI mercedario Fray Luis Guerrero para que los avalara y con esta idea se presentaron ante el cura párroco que, según parece, no hizo caer la iniciativa en saco roto pues en 1712 se funda la Hermandad y Cofradía del Santísimo Cristo de las Penas en la Parroquial del Sr. San Mateo de Jerez de la Frontera. La magistral Cofradía de los Judíos de San Mateo.

En 1748 dos muchachos Juan Severino y Juan Rodríguez, vecinos del sevillano barrio de San Bernardo, quienes se entretenían a diario recorriendo sus calles con una modesta e improvisada procesión, deciden un día, cuando ya su grupo era muy numeroso, ampliar sus pasos, mejorar sus imágenes y salir la tarde del Domingo de Ramos, siempre por el castizo y torero barrio de San Bernardo. El cariz que fue tomando esta procesión hizo que en 1761, por iniciativa de los propios jóvenes, se incorporaran a la parroquia. Hoy la Hermandad de San Bernardo es referencia de la Semana Santa de Sevilla en el mundo entero.

Como estos dos ejemplos podríamos poner muchos más, y siempre con el empuje juvenil como acicate. Ahora que se acerca un nuevo Viernes de Dolores, los jóvenes con inquietudes cofrades salen a la palestra, con el apoyo interesado de unos y con el rechazo interesado de otros, con quienes se han dado cuenta que el colectivo reune a demasiadas gentes como para no atraerlas y con quienes, precisamente, por ser tantos, puede complicar la vida y hacer demasiada presión. Lo cierto y verdad es que todas estas iniciativas han tenido un antes y un después en la historia de las cofradías, cuando se va por libre utilizando signos y formas que por historia, por tradición y por derecho propio le pertenece a la Iglesia Católica y cuando se es estamento eclesial con todos los derechos y deberes que ello supone.

Demostrado está que el nacimiento del espíritu y la inquietud cofrade está por encima del dinero, de la formación, del apoyo municipal y hasta de la propia Iglesia. Aquí a ningún chiquillo se le ocurre hacer unas fallas pequeñas, ni pasearse con un organillo de la verbena de la Paloma, ni comprarse una gaita, ni hacer de improvisado corredor de Sanfermines, aquí se juega., como juegan los niños, de pequeño a cofrade con nazarenos de cartón, de joven se quiere ser cofrade, como muchos jóvenes de hoy, al estilo de cada uno y, cuando se es mayor o se es cofrade con todo lo que esto significa de tradición, de religiosidad verdadera y ateniéndose a los cánones establecidos o se ha equivocado el camino por mucha labor que se haga en los barrios.

Esto ha ocurrido siempre y seguirá ocurriendo, pero que nadie quiera, ahora, intentar cambiar la historia, porque la historia seguirá siendo la misma ahora y siempre. Los juegos tienen su tiempo y las cosas maduras el suyo, todo, como nuestra Carrera Oficial, está perfectamente acotado y salirse de allí es coger un itinerario erróneo. Un niño puede jugar con soldaditos pero no se puede sacar los tanques a la calle sin la autorización del Ministerio de Defensa. Puede jugar con sus amigos hasta formar un Ayuntamiento pero esto no le da derecho a ocupar un lugar de honor ni en la procesión del Corpus ni en ningún acto religioso, representando a la ciudad.

Decía el recordado obispo don Rafael Bellido que la Carrera Oficial era lo menos evangélico de toda la Semana Santa, porque allí la Semana Santa se hace más espectáculo, el público sentado y, enfrente, la representación del drama, aunque como diría Enrique Osborne "Andalucía en Semana Santa lo que menos hace es teatro" por ello hay que saber muy bien el papel que le corresponde a cada uno para no convertir en ridículo lo que es esencialmente sublime.
(Artículo publicado en Información Jerez el 1 de abril de 2006 con motivo del anuncio de la creación, por parte del Ayuntamiento, de una Carrera Oficial para las procesiones juveniles del Viernes de Dolores, algo que finalmente no se realizó. En esta semana volverán las procesiones infantiles y juveniles a transitar por nuestras calles)
Preciosa fotografía del ayer, del artista Pereiras, que muestra ese sentimiento cofrade tan enraizado en esta tierra desde la más tierna infancia.



viernes, 23 de marzo de 2012

LA PLAZA ESTEVE


La jerezana Plaza Esteve tiene su origen en antiguos terrenos franciscanos, en aquel “Patio de San Francisco”, un amplio espacio triangular y cerrado que, a modo de compás, servía de antesala de la iglesia y convento. Con el paso de los años este solar empieza ya a utilizarse como mercado, estableciéndose en este lugar distintos puestos de verduras y frutas además de otros relacionados siempre con los comestibles.

Con el paso de los años y el derribo del antiguo convento de San Francisco en 1885, tras pasar a propiedad  del Estado por la ley de exclaustración de 1835, este espacio adquiere una mayor amplitud, propiciando que, en ese mismo año y sobre el solar del derruido convento, el Ayuntamiento levantara el actual Mercado Central de Abastos, abriendo una nueva calle que cruza desde la Corredera a la Lancería y que en recuerdo del arquitecto municipal que construyó dicho edificio se le dio el nombre de Plaza Esteve.

Posteriormente, ya en el siglo XX, concretamente en 1949, Fernando de la Cuadra proyecta con gran profesionalidad y acierto el gran edificio que configura todo el frente urbano del Mercado Central, a lo que le sigue el derribo de la manzana situada al inicio de Doña Blanca y la construcción en 1958, por el mismo arquitecto, del edificio que resuelve el chaflán urbano entre esta plaza y Lancería.

Hasta aquí todo acertado dentro de un elegante y moderado historicismo, la controversia surge un años después, en 1959 cuando, promovido por el propio Ayuntamiento se decide retranquear la fachada principal del Mercado Central, ocultándolo a la plaza Esteve y en su lugar levantar un moderno edificio para las oficinas del IARA y para una nueva ubicación del bar- cafetería La Vega que se ubicaba anteriormente en la manzana desaparecida. Pues bien, este edificio es el que ahora se va a derribar, un edificio que muestra una fachada definida en el estudio de la obra de Fernando de la Cuadra como “de un gran brise-soleil formado por una potente retícula de dobles líneas horizontales que exterioriza la rígida distribución interior”. Su relativa modernidad no nos permite analizar a este edificio con la valoración que nos ofrece la perspectiva del tiempo, recordemos los conceptos que tenían los academicistas del siglo XIX sobre el barroco o el poco valor que se  le ha dado en estos últimos años a las muestras del Neoclásico tanto civil como eclesial.

La Plaza Esteve  volverá con este derribo, una vez más, a cambiar su fisonomía. Perdió su primitivo templo franciscano que fue posteriormente reconstruido, su amplio y pintoresco “Patio de San Francisco”, con sus tres portadas y su pozo central, sus jardines, su convento y amplio claustro, parte de su Mercado de Abastos y su manzana con emblemáticos locales como el Salón Jerez o Los Madrileños. La  Plaza Esteve ha sufrido ya demasiadas transformaciones, la última con la construcción del aparcamiento subterráneo y aquel desafortunado “Ovni” que también tuvo que ser derribado, por lo que esperemos que esta vez si se acierte por el bien de la ciudad, de su comercio tradicional y de tan emblemática plaza.
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 18 de marzo de 2012 y al día siguiente en VIVA JEREZ.)
Imagen retrospectiva de la Plaza Esteve, al paso de la Cofradía de San Francisco, cuando aún no había sido transformada con el retranqueo de la fachada del Mercado Central de Abastos y el derribo de la manzana de casas que se ve a la izquierda. 
           

  

lunes, 19 de marzo de 2012

ALONSO ÁLVAREZ DE ALBARRÁN, UN DESCONOCIDO IMAGINERO JEREZANO DEL SIGLO XVII


La ciudad de Jerez de la Frontera posee un maravilloso elenco de imágenes nacidas de la maestría de numerosos escultores e imagineros que a través de los siglos han contribuido al enriquecimiento artístico de la ciudad. Muchos de esos artistas han realizado sus obras fuera de esta ciudad y otros -los menos- han establecido taller y casa en Jerez dada la aceptación de su obra, pero pocos son los nacidos aquí que cogen fama y prestigio en su tierra. Si excluimos la labor imaginera jerezana del siglo actual, producida en su mayoría en la capital hispalense, y centrada primordialmente en lo que a nuestra ciudad se refiere, por la importante producción realizada por el escultor e imaginero jerezano Francisco Pinto Berraquero, que por su abundante y prolífera obra, ha escrito y continúa escribiendo toda una página de oro en la historia escultórica e imaginera local; y si excluirnos, así mismo, la labor de los jerezanos Manuel Jesús Domecq en la escultura y Manuel Prieto en la imaginería, poco o casi nada es lo que conocemos de la contribución local a estas dos ramas del arte.

Varias pudieron ser las motivaciones para que el arte escultórico jerezano no brillara por luz propia. Por un lado la importante influencia, que a través de los siglos ha tenido la escuela sevillana, foco de realización y centro de producción de arte religioso que al contar con el apoyo de la sede de la Archidiócesis hizo centralizarlo todo en Sevilla y casi anular cualquier otro centro de iniciación artística. Así mismo el concepto creado a través de siglos de que, dada la fama del arte hispalense, cualquier obra no nacida de esta escuela carecería de un mínimo valor artístico; motivando así una escasa demanda entre los artistas locales y obligándolos a trasladar sus talleres a la capital, única oportunidad para abrirse camino en el mundo del arte.

Motivo, también, de esta escasa información sobre la imaginería local es la cantidad de obras indocumentadas que posee el patrimonio local, producto quizás de la poca consideración que los propios autores daban a sus obras por el mero hecho de no haber sido realizadas en un foco artístico de importancia.

Este desprestigio de la escuela artística local trajo como consecuencia que obras de inmejorable mérito estuviesen atribuidas a artistas afamados en tres escuelas artísticas, desvalorizando la propia producción local.

Por todo lo reseñado es difícil encontrar la raíz de la contribución de Jerez al arte imaginero. En últimas investigaciones ha salido a relucir el nombre de Francisco Camacho de Mendoza como escultor imaginero jerezano del siglo XVIII, que podría ser el autor de varias obras indocumentadas, existen no sólo en Jerez sino incluso en nuestra provincia, verificación echaría por tierra muchas atribuciones infundadas, en la mayoría de los casos carentes de cualquier rigor artístico.

De lo poco conocido que Jerez aporta en épocas pasadas al mundo imaginero hay un nombre  Alonso Álvarez de Albarrán, desconocido en su tierra pero profundamente valorado en los años que desarrolló sus dotes de artista y escultor, dada su condición de discípulo del gran Juan Martínez Montañés. Toda la documentación que se conoce sobre este autor se enmarca entre los años 1611 y 1645, fecha probable de su fallecimiento, siendo por lo tanto el autor jerezano, conocido, de imágenes procesionales, que por los motivos expuestos anteriormente se trasladaría a Sevilla para aprender las técnicas del arte escultórico.

Natural de Jerez de la Frontera, se sabe que en 1611, su padre carpintero de profesión lo coloca como aprendiz en el taller de Martínez Montañés, independizándose probablemente hacia el año 1620, pues según nos relata Fuensanta García de la Torre en su Estudio Histórico-artístico de la Hermandad del gremio de los toneleros de Sevilla, fue en el año 1622 cuando consta el arrendamiento de unas casas a las monjas de San Clemente de Sevilla (seguramente para montar su propio es estudio), especializándose en esos primeros años en trabajos de escultura decorativa en piedra, ya que en 1624  realiza la ornamentación de la escalera del antiguo convento de la Merced- actual Museo de Bellas Artes de Sevilla y recientemente restaurada-. En ese mismo año sería testigo del contrato de Martínez Montañés para el retablo del Convento de Clemente. En 1626 ejecutará la imagen en piedra de San Alberto que se encuentra en la fachada de la iglesia sevillana del mismo nombre, más conocida como Oratorio de San Felipe Neri. Su última obra escultórica conocida es de 1635, la realizada en piedra para la fachada de la iglesia de la Consolación, patrona de Utrera, siendo entonces vecino de la collación de San Lorenzo de Sevilla.

Como imaginero sólo se conoce su autoría sobre la Virgen de la Virgen del Mayor Dolor de la sevillana Hermandad de la Carretería. Esta imagen también llamada antiguamente como Virgen de las Tres Necesidades, “advocación vinculada a los Evangelios Apócrifos que representan el momento inmediato al descendimiento de Cristo, cuando María necesitaba pata bajar y dar sepultura al cuerpo del Hijo, escalera, sábanas y sepulcros”  fue realizada en 1629, concretamente y según los archivos de la Hermandad, el 12 de Abril de 1629 se “contrató esta obra con el escultor Alonso Álvarez siendo alcaldes de la cofradía Alonso Sánchez Santa Cruz y Juan Pérez, Mayordomo Melchor de Rivera, al precio de cuatrocientos reales".

La obra en sí se encuadra en la mejor época de la imaginería andaluza posterior a la sevillana Virgen del Valle (Juan de Mesa 1620) y anterior a la portentosa imagen de la Virgen de la Amargura (segunda mitad del siglo XVIII). Su autor, Alonso Álvarez de Albarrán también conocido como “ el mozo", contemporáneo de los grandes imagineros del siglo de oro de la imaginería andaluza (Martínez Montañés, Juan de Mesa, José de Arce, Francisco de Ocampo, Juan de Oviedo…..) demostró en esta obra toda su experiencia y sapiencia artística ganándose un puesto destacado en la historia de la imaginería artística y procesional.

La Virgen sevillana del Mayor Dolor que comparte titularidad con el Santo Cristo de la Salud, meritoria obra atribuida a Francisco de Ocampo, sale procesionalmente la tarde del Viernes Santo hispalense desde la capilla de la Carretería, ubicada en la calle Valflora del popular barrio del Arenal,, formando parte de la antigua cofradía de los toneleros de Sevilla.

Cofradía de clásico estilo decimonónico, la imagen procesiona bajo severo palio y manto copia del que realizaron las hermanas Antúnez en 1886 y que desgraciadamente desaparecieron en un incendio fortuito acaecido en el año 1955 en el local donde se guardaba. La Virgen luce corona del orfebre Manuel Román Seco, estrenada en 1962.

La imagen iconográficamente es obra de candelero para vestir, sólo tiene tallada cabeza y manos. Su rostro, de rasgos muy expresivos, sirvió de inspiración para escultores posteriores sobre todo a finales del siglo XVIII, ejemplos vemos en la obra de Blas Molner y Gabriel Astorga. La peculiaridad de sus ojos enrojecidos, hinchados y cargados de lágrimas nos delata su inclusión en el drama de lo barroco. Su cabeza exquisitamente tallada delata en el autor la maestría de Montañés y su mirada suplicante supuso toda una nueva concepción de imaginería procesional mariana.

                Alonso Álvarez de Albarrán,, escultor jerezano discípulo del "Dios de la madera" el genial Juan Martínez Montañés' pasó a la historia como tantos otros, por su obra, fuera de la tierra que lo vio nacer.

Las últimas referencias a su persona datan de 1645 cuando su ya viuda Sebastiana de Eraso, arrienda las casas que fueron de su propiedad.

Su obra, durante muchos años desconocida, llegándose incluso a atribuir su producción a otros autores, ha llegado hasta nuestros días gracias a la labor de investigación de los estudiosos hispalenses Gómez Piñol, Francisco Contreras y F. García de la Torre.

He de desear que nuevas investigaciones  aporten mayores datos sobre tantísimas obras de inestimable valor artístico que atesora nuestro patrimonio y se encuentran faltas de documentación. Así podrá hacerse un verdadero estudio de aportación de Jerez al mundo de la escultura y a la imaginería.
(Artículo publicado en el número 6 del ANUARIO DE ESTUDIOS HUMANÍSTICOS  TRIVIUM corresponiente a noviembre de 1994)

Bella fotografía de otros tiempos de la Virgen sevillana del Mayor Dolor, obra del jerezano Alonso Álvarez de Albarrán


Imagen de San Alberto del Oratorio de San Felipe Neri de Sevilla , obra del mismo escultor jerezano. 







miércoles, 14 de marzo de 2012

FESTIVAL DE JEREZ



          Acabó el XVI Festival de Jerez, con un total de 1.007 alumnos, procedentes de más de 30 países,   matriculados en los 45 cursos y talleres, según lo dado a conocer por Antonio Real, delegado de Turismo, Cultura y Fiestas, en el transcurso de la presentación de las Actividades Complementarias de la muestra. Real destacó la repercusión que, a nivel internacional, tienen los cursos, que se corresponde con la incidencia que tiene el programa de espectáculos.

 “Contribuiremos a que se respire flamenco en la calle y que los ciudadanos y visitantes puedan disfrutan de ello”, aseguró entonces Antonio Real, calificando el delegado de Turismo, Cultura y Fiestas de “muy importante” el Festival de Jerez para la ciudad. “Es el Festival más rentable e intentaremos potenciarlo, en la medida de lo posible, en futuras ediciones”.

            Aún es pronto para hacer balance pero, aparte del éxito del Festival, lo que si es verdad es que, junto a lo programado, la ciudad se ha visto llena esta semana de otras actividades complementarias, también relacionada con el Ayuntamiento, aunque ajenas a este festival flamenco. Otro Festival de Jerez por el espectáculo que se nos ha ofrecido, un día si y otro también, en la calle, como consecuencia de la situación que viven los empleados municipales y la sociedad en general.

Verdaderamente Jerez se ha llenado de actividades complementarias a la muestra, varios colectivos se han visto obligados a ponerse “flamencos” y han montado sus propios espectáculos con la noble intención de que sus justas reivindicaciones se atiendan adecuadamente. El traslado del asentamiento de los acampados en la plaza del Arenal ha dado mucho juego tanto para los espectadores como para quien ha sacado el espectáculo a escena; las manifestaciones de la policía local vuelven a llenar portadas, algo legítimo pues con este fin se realizan para llamar la atención sobre la situación que vienen soportando, lo malo es cuando se utilizan formas y símbolos que para otros merecen toda la seriedad del mundo, respeto y consideración; los palcos que molestan ahora para hacer taquilla pero no después cuando es un reclamo para atraer al público también forma parte del espectáculo de este festival callejero; los autobuses que no funcionan, la limpieza y otros tipos de servicio en peligro y todo ello ofreciendo titulares de prensa como los grandes carteles que se colocaban en teatros y salas cinematográficas, y de fondo del escenario el decorado de una ciudad, Jerez de la Frontera, que sigue sin conocer el final de la obra de este Festival de Jerez que ya es hora que, también,  se de por concluido.

Un Festival de Jerez, el de este otro espectáculo de la crispación con sus actividades complementarias, que no solo no favorece a la ciudad, porque también tiene su repercusión internacional, sino que además cuenta ya con demasiados alumnos matriculados.
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 11 de marzo de 2012 y posteriormente en VIVA JEREZ)
Festival flamenco de otros tiempos con Cristóbal Fernández "El jerezano" como protagonista.


"Rita La Cantaora" famosa, dicharachera y festivalera artista del flamenco que nació en Jerez en 1859 y desarrolló casi toda su gracia y su arte en Madrid. Alcanzó gran fama no solo por su cante sino también por su saber hasta tal punto que es popular la frase "Eso a Rita La Cantaora" cuando alguien quiere inhibirse de alguna cuestión o problema. 


     

lunes, 12 de marzo de 2012

IGNACIO

        

            DEDICADO A LOS COFRADES DE MI HERMANDAD DE LORETO QUE MAÑANA INICIAN SUS CULTOS CUARESMALES.

Todos los que frecuentábamos la Hermandad siempre le habíamos visto allí. Ignacio era un cofrade clásico, de los de antes, cofrade que situaba a la corporación por encima de todo. Había sido su fundador, su artífice y su impulsor en los momentos difíciles. Ignacio €era el prototipo de mayordomo, casi de mayordomo inglés, siempre impecablemente vestido, siempre a la altura de las circunstancias, siempre comportándose como un auténtico caballero. Ignacio era paladín de las formas  antiguas, sus centros de flores, sus altares de culto, sus besamanos, en todo seguía los modos de antaño. De él aprendí a doblar los mantos sin que se arrugaran y a colocar los cirios sin que se doblen.

Ignacio era paradigma de oficial de junta de gobierno, nunca lo  vi sin chaqueta, a pesar de que no descansaba ni un momento, buscaba su equipo y lo dirigía con gran inteligencia y espíritu fraternal. Un día, hablando con un cofrade veterano, me dijo que en las hermandades siempre debe de haber alguien que haga las cosas y alguien que diga cómo se hacen. Lo malo es cuando se invierten las funciones. El respeto y la sabiduría se ganan con el tiempo.

Ignacio no sólo se ganó el respeto de todos sino, también, fue un cofrade entregado en cuerpo y alma a sus hermandades. Hizo de la cofradía un incentivo de vida y una consagración como verdadero camino para llegar a Dios.

Aquel mayordomo ejemplar vistió hasta el último momento su túnica nazarena, recibió la insignia de oro de la corporación e ingresó en esa cama del hospital que le llevó a la eternidad justamente un Sábado Santo, cuando las flores de la Cruz aún no se habían marchitado, la cera seguía calentando el interior luminario de las tulipas y la túnica permanecía recostada en un rincón de su casa en la espera de una primavera eterna donde tantos cofrades disfrutan ya de la presencia de Cristo. Ignacio era un cofrade con mayúscula.

 (Artículo publicado en el suplemento "Cofrade" de Información Jerez el 22 de febrero de 1999)


Año 1984, Ignacio Rodríguez Leonardo, fundador de la Hermandad de Loreto y de otras cofradías jerezanas, junto al escudo de la corporación.

jueves, 8 de marzo de 2012

BORDÁNDOLO EN ROMA



          Desde el pasado 11 de Octubre y hasta el 15 de Enero se puede visitar en Roma, concretamente en el Museo Nacional de Arte y Tradiciones Populares de la capital italiana, la exposición "Sevilla, Aguja y Oro", en la cual se muestra lo más preclaro de las obras de bordados realizadas en Sevilla y distribuidas por toda Andalucía, conteniendo, además de una importante muestra de piezas para las Cofradías, ejemplos de bordados árabes y taurinos.

De los ochenta y cinco enseres expuestos, ocho son mantos de salida de las dolorosas andaluzas y once Estandartes Marianos, dentro de esta interesante muestra se encuentran tres piezas con sabor jerezano: El Simpecado y el Estandarte Mater Eclesiae de la Hermandad del Santo Crucifijo, destacadas obras del taller sevillano de Carrasquilla, y el manto de salida de la Quinta Angustia sevillana, antiguo de la jerezana Virgen del Desamparo de la Hermandad del Prendimiento, exquisito ejemplo del bordado artístico y religioso decimonónico.

Estas tres magníficas obras de bordado figuran como realizadas en Sevilla, si bien las insignias de la Hermandad del Santo Crucifijo se tiene constancia de la fecha de su ejecución y de su autor o autores, se desconoce quien bordase el manto azul que perdiese Jerez para procesionar cada Jueves Santo sevillano, desde la céntrica Parroquia de la Magdalena, en ese clasicismo andante que es la señorial Cofradía de la Quinta Angustia.

El reconocido historiador Juan Carrero Rodríguez señala en sus famosos Anales que este manto corto fue vendido por los cofrades del Prendimiento a los de la Quinta Angustia en 1941por un importe de 8.500 pesetas., figurando en el catálogo de la exposición como obra anónima del siglo XIX. Se sabe que en 1845 la Hermandad del Prendimiento compra numerosos enseres en Sevilla para la procesión de su Virgen titular, pero no consta que entre ellos figurase este singular manto.

Con independencia de sus orígenes, lo que debe ser motivo de orgullo y satisfacción para Jerez es el hecho de que estas piezas vinculadas a la historia y al patrimonio artístico jerezano se encuentren expuesto en Roma para la admiración de cuantos visiten tan importante muestra.

Sin lugar a dudas, lo mejor del bordado español integra esta exposición que dejará sorprendido a los más de 250.000 visitantes que se espera recibir y allí estará Jerez dando fe de su importancia y de su arte.

Solo tres muestras servirán para dar a conocer al mundo entero, a los turistas de toda la geografía, que en Jerez hay arte a la altura del mejor del mundo. En la exposición de Roma se da la mano desde piezas de 1521 como el Pendón de San Fernando de la Hermandad de los Sastres de Sevilla hasta el Palio de la Reina de los cielos, de Málaga, finalizado en los talleres de Fernández y Enríquez  en el año 2002, pasando por magistrales obras de Rodríguez Ojeda, Esperanza Elena Caro, Carrasquilla, Garduño, Patrocinio López, Rosario Bernardino, Fernández y Enríquez, Hermanas Antúnez, Fernández del Toro, Piedad Muñoz, Teresa del Castillo y otros; y entre todas ellas la destacada aportación jerezana como embajadora de una ciudad que a través de los tiempos ha sabido donde y como se hacen las cosas de categoría, fuera o dentro, pero siempre con categoría.

Roma la Ciudad Eterna sin parangón en el mundo por sus valores históricos-culturales acogerá durante tres meses un trocito de nuestro Jerez en entre monumentales obras de Bernini, Miguel Ángel o Leonardo da Vinci, entre maravillosas obras de arte de museos y galerías, y entre villas de gran interés artístico como Borghese, Medici o Farnesio; y entre tanto empacho  de arte Jerez expone solo una muestra de cuanto nuestra ciudad encierra en el aspecto artístico, por ello esta presencia ni puede ni debe pasar desapercibida, llevar arte a Roma no es cualquier cosa.
(Artículo publicado en Jerez Información el 12 de noviembre de 2005. Hoy se clausura en el Alcázar jerezano la exposición de la última gran obra del bordado jerezano: el manto de la Virgen de la Estrella)
Nuestra Señora del Desamparo portando el manto de los talleres de Olmo que en 1941 fuese vendido a la Hermandad de la Quinta Angustia sevillana


Imagen de otros tiempos del Simpecado de la Hermandad del Santo Crucifijo de la Salud presidiendo el altar de insignias de la cofradía.



martes, 6 de marzo de 2012

AGUAS



          El agua ha sido la protagonista de la semana. Por un lado la deseada lluvia, que tanto necesitaba ya los campos, se ha hecho presente; por otro, en lo referente al Consistorio jerezano, las aguas siguen estando revueltas por el asunto del impago de nóminas al personal y, finalmente, el asunto de Ajemsa y la privatización del servicio de aguas. El viernes hubo pleno para tratar, en sesión extraordinaria y entre otros asuntos, el cambio de gestión en el ciclo integral del agua o privatización de la gestión de Ajemsa. Uno de los puntos que se votó es la carta de garantías a los trabajadores de Ajemsa, una medida que no «es plato de buen gusto» aunque sí «necesaria ante situación límite», según declaró la propia alcaldesa. Una situación que nadie duda que le viene heredada porque "gota a gota el agua se agota".
         
          Hubo en Jerez otro alcalde llamado Rafael Rivero de la Tijera, de grata memoria por cuantas innumerables dificultades venció gracias a su perseverancia y entre cuyos méritos hay que volver a mencionar, ahora más que nunca, la gran obra de la traídas de aguas de los manantiales de Tempúl. Era la traída de aguas a la ciudad, una necesidad sentida desde muy antiguo por los jerezanos, que no se había podido ver satisfecha. Rafael Rivero, además de alentar los justos deseos de su pueblo, no desperdicio ninguna ocasión que pudiera facilitarle la consecución de sus propósitos. Después de varias fructífera gestiones, en el mes de abril de 1861, quedó constituido un Consejo que, presidido por el Sr. Rivero, tendría como misión convertir en realidad el proyecto de abastecimiento de agua. En octubre del año siguiente, Isabel II visitó Jerez y su alcalde, D. Rafael Rivero, expuso a la Reina sus preocupaciones, con las que consiguió interesar el ánimo de ella y de los miembros del gobierno de la nación. Jerez consiguió sus deseadas aguas.
         
          No hay que olvidar que cuando Rafael Rivero ocupó el Ayuntamiento, como ahora, encontró completamente vacías las arcas municipales; pero, sobreponiéndose a las difíciles realidades, abrió una suscripción para aliviar las necesidades más apremiantes y luego puso la mayor parte de su hacienda particular al servicio de las necesidades públicas. Y fue tan feliz su gestión municipal que, al dejar el cargo unos años después, el Ayuntamiento tenía cubiertas todas sus obligaciones y en la caja había 75.000 duros en oro.
          
          Los tiempos son otros, pero ahora que la gestión pública "hace aguas" por tantos sitios, no estaría de más volver la vista atrás y aprender de estos alcaldes de otros tiempos que tan desinteresadamente no solo se entregaron al servicio de su pueblo sino que incluso supieron afrontar tremendas dificultades con resultados más que positivos, dice un proverbio chino que "Cuando bebas agua, acuérdate siempre de la fuente". Ahora que el agua vuelve a ser protagonista en la ciudad, ahora que el preciado elemento está en boca de todos, no debemos olvidar el tesoro que supone el contar con este líquido que es fuente de vida y sumamente necesario. Los antiguos decían en tiempos de sequía que "Agua de enero, cada gota vale dinero". Que toda gestión nueva sobre esas aguas, que un día nos trajo el alcalde Rivero, venga en beneficio de la comunidad, siempre teniendo en cuenta que cuando perforamos un pozo, antes clarificarse el agua siempre sale turbia.
        
           (Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 4 de marzo de 2012 y ayer en VIVA JEREZ)
Fotografía del ayer de la jerezana plaza de Rafael Rivero, presidida por el alcalde que trajo el agua a la ciudad.

sábado, 3 de marzo de 2012

CÓRDOBA-JEREZ

Córdoba a Jerez - 1964

             La ciudad califal de Córdoba, aquella que definió Manuel Machado como la ciudad romana y mora, la "Córdoba callada"; la "lejana y sola" de García Lorca, tan sola como la "soleá" de la que dijo Pemán que "es una copla que sigue estando sola aunque la rodee un coro de palmas y jaleo". "El alma del tiempo y espada del olvido" según la máxima poética de Góngora, el "Claro Cisne del Betis" como lo llamó García Lorca. La Córdoba de Lucano, de Juan de Mesa, de Séneca, de Lagartijo, de Manolete, de Antonio Gala y de Romero de Torres, de Maimónides y Averroes. cobra estos días un protagonismo especial por la fiesta de sus universales patios, aquellos que, gracias al apoyo municipal y al celo de sus vecinos, se preservan con la belleza, los modos de vida y la arquitectura popular típicamente cordobesa. El mejor exponente andaluz de la apoteosis de la primavera, construido con la materia de los sueños.

           Córdoba acogerá estos días a miles de visitantes que harán cola en los portales para contemplar esa maravilla de flores y colores que se adueñan de los patios vecinales, y entre sus visitantes acogerá, también, a muchos jerezanos, sobre todo xerecistas que se trasladarán a la ciudad de los califas para estar con su equipo en el trascendental partido del domingo frente al Córdoba, " el partido más importante del año" como algunos lo han definido, por cuanto significa para ambos clubes. A raíz de la entrega de 384 entradas más de preferencia por parte del Córdoba para los aficionados xerecistas, el presidente Joaquín Morales ha manifestado "Somos dos clubes hermanos y está todo arreglado". Lo que quizás no sepa el presidente es que ese hermanamiento entre Córdoba y Jerez no es de ahora o por mutua simpatía, sino que el hermanamiento entre Córdoba y Jerez se remonta a la época de la Reconquista, concretamente desde 1325, cuando las tropas cordobesas acudieron al socorro de Jerez ante el asedio morisco, logrando liberar a la ciudad en la famosa batalla de los cueros, en la que los jerezanos ataron unos cueros inflados a las colas de sus potros para armar un estrepitoso ruido, rompiendo con ello el cerco musulmán para dar paso a los cordobeses que de esta forma consiguieron, tras ganar la batalla, acabar con el asedio.

           En 1964, con motivo del séptimo centenario de la reconquista de Jerez, y en recuerdo de este hermanamiento, el Ayuntamiento de Córdoba regaló a los jerezanos un monumento representando a un potro sobre una columna en la que se inscribe la leyenda "Córdoba a Jerez 1964", copia del que existe en la capital cordobesa en la plazuela donde se encuentra el Museo de Bellas Artes y el de Romero de Torres, un lugar donde Cervantes pernoctó en la histórica Posada del Potro. El monumento al potro jerezano está situado, frente al costado de San Dionisio, en la evocadora plazoleta de Belén, un delicioso rincón que nos recuerda los bellos y vistosos patios cordobeses. La plazoleta de Belén es un trozo de Córdoba en el corazón castizo de Jerez.

          Córdoba está de fiesta estos días, combinando la belleza de sus patios con las actuaciones de flamenco, tal como se hacía en Jerez en los días de vendimia; pero es que además, si damos un paseo por Córdoba, desde la plaza del Potro, muy cerca alcanzaremos San Francisco, y muy próxima la calle Armas, al lado la Corredera, y junto, también , la antigua de Calvo Sotelo, donde se alza el Ayuntamiento. Un recorrido que muy bien podríamos hacer en Jerez sin equivocarnos. Un signo más de que Córdoba y Jerez son hermanas y por eso tienen rasgos comunes. La madre historia nos hermanó con caballos , con sello agrícola, vinos con denominación de orígen, flamenco, patios y hasta en un silencio callado en sus calles que no se rompe, ni siquiera con toques de "soleá".

          El Córdoba-Xerez del domingo, es algo más que un partido de liga, los xerecistas lo saben, y el hermanamiento de las dos ciudades también, por eso que gane quien gane, siempre ganará el espíritu de hermandad que la historia nos ha regalado, por eso la deferencia del presidente del Córdoba con los jerezanos no puede pasar desapercibida porque es un signo más de cuanto pesa la historia.

          (Artículo publicado en Información Jerez el 10 de mayo de 2008. Hoy el Xerez vuelve a verse contra el Córdoba en un partido liguero).

Postal antigua de la plaza del Potro cordobesa. En 1964 Córdoba, con motivo del séptimo centenario de la reconquista de Jerez, regaló a los jerezanos un potro copia del que corona esta fuente, ubicándose sobre una columna en la recoleta plazoleta de Belén.