domingo, 14 de octubre de 2012

EL PICUDO ROJO


 
Hubo un tiempo en el que en Jerez apenas había palmeras, fotos antiguas nos muestran una Alameda Cristina  con dos o tres  ejemplares y nada más. No fue hasta mediados del siglo XIX cuando llegaron las primeras palmeras a la plaza del Arenal. Muchos hemos conocido la plaza del Mercado, la avenida Álvaro Domecq y la calle Sevilla sin palmeras. Solo en un paseo del parque González Hontoria cobraban especial protagonismo.

Llegó la invasión de las palmeras y no hubo obra de importancia  que se realizara en el espacio urbano jerezano que no se rematara con una buena dosis de palmeras. Jerez se pobló de ellas, se hizo más tropical y en Navidad eran vestidas de luces y pasaban a formar parte del paisaje belenista jerezano entre Nacimientos monumentales y adoraciones reales.

Este frondoso palmeral en el que se había convertido nuestra ciudad en los últimos tiempos corre peligro. Desde el pasado miércoles se están retirando las palmeras afectadas por la plaga del picudo rojo. Las labores comenzaron en la plaza de Aladro, donde talaron seis troncos y en total serán eliminados un total de 230 fustes invadidos por este insecto.

El picudo rojo proviene del sudeste asiático, llegó a nuestro país a partir de la importación de palmeras desde zonas afectadas. El escarabajo en su fase larvaria va deteriorando la palmera desde su interior, provocando finalmente su muerte. Ataca a diversas especies de palmeras pero, principalmente, a la palmera canaria y la palmera datilera. Vuela en busca de palmeras donde depositar los huevos, sintiendo una especial atracción por los ejemplares con heridas, producidas normalmente por la poda de las palmas, lo que hace que esta plaga pueda extenderse rápida y fácilmente al resto de palmeras de una zona determinada. Los efectos del picudo rojo son "devastadores".

El picudo es una verdadera plaga y además se da la circunstancia que lo rojo está ahora de moda. En el fútbol recordemos a la “La roja”. El color rojo  es el “must” de la temporada e incluso se habla que la agenda oficial de las Princesas herederas pinta en rojo. De este color se apellidaba el ex gobernador del Banco de España Luis Ángel Rojo, considerado uno de los impulsores de la modernización económica de España en las últimas décadas del siglo XX. Por el contrario en cuestiones políticas, no es lo mismo ser un rojo que un rojillo. Al menos para la Real Academia de la Lengua. La institución, marca diferencias no menores entre ambos términos. En el primer caso, la cuarta acepción de "Rojo" dice que, "en política", sería un "radical, revolucionario".  Rojillo es, sin embargo, el que tiene "tendencias políticas más bien izquierdistas". Dicen que el rojo es el color de los valientes, de aquellos que lo dan todo por aquello en lo que creen, el rojo es sangre derramada en post de un fin, sufrimiento por una causa y dolor por una victoria perdida. Dicen también, que es de mala educación escribir con tinta roja, que el rojo solo sirve para marcar los errores. Decía Franz Marc que “Azul es el principio masculino, mixto y espiritual. Amarillo el principio femenino, suave, alegre y sensual. Roja es la materia, brutal y pesada. Siempre se debe combatir el color rojo y vencerlo con los otros dos”. Como ven el rojo da para mucho en un país que parece estar hoy al rojo vivo.

Lo que si es verdad es que contra este picudo rojo, a pesar de ser una plaga muy difícil de afrontar, todavía hay solución por muy brutal, pesado y muy devastador que sea, ya que a este paso y si no ponemos remedio pronto las únicas palmeras que vamos a poder disfrutar, cuando ya no queden otras, van a ser las de chocolate.
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 7 de octubre de 2012 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
Grabado decimonónico de la Alameda Cristina cuando aún no contaba con palmeras.



La Avenida Álvaro Domecq, entonces Paseo de Capuchinos, con una arboleda muy distinta de la actual.



La misma avenida en una imagen más actual con una gran vegetación pero sin palmeras como actualmente.
 
  

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