martes, 30 de abril de 2013

ENAMORÓ A JEREZ


 
Era un gran reto, había que, en mundo lleno de tantas oscuridades, llenar la ciudad de la luz que irradia la Madre de Dios y se consiguió. Todo un derroche de arte y hermosura se puso en la calle, catorce altares itinerantes en honor de la más bienaventurada de las criaturas.

 La ciudad hecha santuario mariano en una protestación de fe que quedará para la historia. Los cofrades pusimos todo lo que estaba a nuestro alcance para que quienes se encontraran aquel día con María se enamoraran de Ella. Desde lo que me toca como Hermano Mayor puedo decir que se consiguió, lo veía en cada mirada cuando el paso se nos acercaba, en los rostros de los costaleros cuando esperaban ansiosos su relevo, en los gestos de felicitación que recibí de Hermanos Mayores y cofrades en general; lo presentía en los cánticos de alabanza que nos deleitaron durante los traslados, en el momento cumbre de la Alameda Vieja, en el colofón al recorrido oficial con aquel guiño al pasado de la marcha que dedicó el maestro Orellana a Nuestra Madre, precisamente cuando se cumplen 25 años de su composición y que sirvió, también, como homenaje a cuantos cofrades lauretanos gozan ya de esos Viernes Santos eternos junto a la Virgen de Loreto. Enamoró la llegada al barrio con esa calle Antona de Dios llena de cirios, encendidos y perfectamente alineados, en el crepúsculo de una jornada memorable mientras el “Hija de Sión” nos elevaba el espíritu. Y por último la recogida solemne, mágica, perfecta, sublime, sobrecogedora, como el Viernes Santo hasta la explosión de la luz que había dado sentido a esta procesión extraordinaria.

Y en el centro de todo Ella con su enorme majestad, con su cara divina, con su porte de reina, con todo lo inexplicable que le rodea y que le hace ser única, incomparable, portentosa,  Señora de la Natividad y de una cofradía que la quiere hasta límites insospechados. Una cofradía que supo estar a la altura de las circunstancias, con la misma impronta que se planta cada Viernes Santo en la Carrera Oficial, con el mismo sello que enamora a los paladares exquisitos de Jerez y a todos aquellos que saben mirar más allá de su sombra. Cortejo clásico, elegante y señorial, trajes oscuros, ropones y sobrepellices, atuendos de servidores a los pies de la Señora y atuendos reales de los más exquisitos de la ciudad para la Reina de los cielos. Una Reina de los cielos que enamoró a Jerez,  que fue, una vez más el contrapunto a una jornada llena de detalles cofrades pero que debía alejarse bastante de una Semana Santa de muerte y penitencia para convertirse en un estallido de luz por la gloria que nos vino de la Resurrección.

Las Hermandades han vuelto a hacer historia, en nuestras retinas quedan tantos reflejos que difícilmente se nos olvidaran, serán uno de tantos estímulos para continuar este camino imparable hacia los más altos parajes estéticos y devocionales. La prueba está superada brillantemente y todo gracias a una Madre que un día enamoró a unos hijos y hoy sigue enamorando a todo el que se acerca a Ella con espíritu de servicio y de amor a Dios.

Bendita sea su pureza y eternamente lo sea, pues ya no solo todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial princesa, Virgen sagrada María, yo, con mis hermanos, te hemos ofrecido en este día alma, vida y corazón, y te pido con fervor, no nos dejes, Madre mía, sigue llenándonos de Tu  inmenso amor.
            (Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 28 de abril, ayer en Viva Jerez y días pasados en La Levantá Digital, en El Pertiguero y en la Agenda Lauretana)

Año 1952. Primera salida extraordinaria de Nuestra Señora de Loreto en su Soledad con motivo de las Santa Misiones

miércoles, 24 de abril de 2013

LA BIBLIOTECA MUNICIPAL




TRAS LA CELEBRACIÓN AYER DEL DÍA DEL LIBRO


Aún  recuerdo aquellas tardes en la antigua biblioteca municipal de la plaza de la Asunción. Su entrada por la elegante logia, entre restos arqueológicos y lápidas conmemorativas. Aquella primera sala repleta de estanterías de madera con doble piso y débil escalera, sus grandes ventanales por donde contemplar el bello monumento que un día Jerez levantara a la Asunción de María, la placa del alcalde que hizo posible este lugar para la historia y la cultura y, al fondo la mesa donde Benítez, siempre atento y afable, atendía con exquisita corrección a todos los que solicitábamos algún libro, junto a él un señor mayor, que no recuerdo el nombre, que daba aún más sabor a ese recinto donde se guardaba tanto historia jerezana. Al otro lado la pequeña puerta de acceso a la sala noble donde la estatua sedente de del rey sabio nos recordaba los anales de una ciudad que es lo que es desde que aquel rey la incorporó a los dominios cristianos.

            Según podemos leer en la página oficial de nuestro Ayuntamiento fue, exactamente un 23 de abril de 1873 cuando se inaugura la Biblioteca Municipal de Jerez, hace ahora 140 años, lo que la convierte en la más antigua de las bibliotecas gestionadas por Ayuntamientos de la Comunidad Andaluza.

En 1931 Manuel Esteve Guerrero ganó por oposición la plaza de Bibliotecario del Ayuntamiento de Jerez, y desde esa fecha hasta 1974 fue su Director. Durante su dirección el esfuerzo para incrementar el patrimonio bibliográfico de dicho Centro fue notable. De los modestos 20.000 volúmenes con los que cuenta esta Biblioteca en 1931, pasará a los cerca de 65.000 en 1975. 

Fueron en estos últimos años donde empecé a frecuentar la Biblioteca Municipal interesado por cuanto guardaba de la historia jerezana en sus estanterías, principalmente me quedé fascinado consultando la hemeroteca, aquellos viejos y amarillentos periódicos reflejaban la propia vida de la ciudad, su lectura era transportarse a otros tiempos, vivirlos desde la cotidianidad del día a día, como si por arte de magia se despertase uno en aquellos años que me contaban, con añoranzas, mis padres o mis abuelos. Un Jerez desconocido que seguía vivo en cada noticia, en cada eco de sociedad, en cada gaceta religiosa, en los sucesos y las notas del Ayuntamiento. Historia real impresa en papel como testigo de un pasado pero también para enseñanzas de un futuro.

En el Pleno Municipal en 1983 aprobó la cesión de las antiguas dependencias del Banco de España en Jerez como nueva sede de la Biblioteca Municipal. A la dilatada y fructífera carrera bibliotecaria de Manuel Esteve se vio continuada, en 1975, con el nombramiento como director de Manuel Antonio García Paz, seguido de Ramón Clavijo Provencio en 1985, inaugurándose un año después la nueva sede en la popular Alameda del Banco. Hoy la Biblioteca Municipal es un lugar para la cultura de primer orden, que con sus 140 años de existencia sigue dando un servicio de tremenda importancia a los ciudadanos que, con cierta asiduidad, acudimos a la búsqueda de esos datos que allí se conservan como joyas del rico pasado, y de tantos otros que la tienen como su lugar de estudio o simple consulta.

Las bibliotecas siguen siendo piezas cruciales del sistema de educación e investigación. En un mundo donde la información se ha convertido en uno de los bienes más preciados para el crecimiento económico, social y cultural de las naciones, contar con bibliotecas actualizadas y con recursos técnicos modernos resulta muy importante. La celebración de estos 140 años es una buena ocasión para reflexionar sobre ello.
(Artículo publicado el pasado domingo 21 de abril de 2013 en Información Jerez y al día siguiente en VIVA JEREZ).
 
Salón de Alfonso X de la antigua Biblioteca Municipal de Jerez.
 

 

martes, 16 de abril de 2013

CAMINO DE LUZ


 
Será el próximo sábado, Jerez se volverá a llenar de cirios encendidos, colmando de luz a la ciudad. Jerez se llenará de sones musicales, de flores de primavera cuando los naranjos callejeros están ya en todo su esplendor. Olores, de nuevo a incienso, a cera derretida, y a azahares en flor, cuando hemos dejado atrás una Semana Santa con demasiadas carencias provocadas, principalmente, por una primavera que se resistía a llegar. La ciudad se vestirá de gala para conmemorar, también, en este rincón del sur la proximidad del mes consagrado históricamente a la Madre de Dios. Lo hará en el marco del Año de la Fe para los católicos y en un mundo apagado por cuantos males nos azotan.

El Vía Lucis del próximo 20 de abril será, otra vez, una explosión de luz y de vida, por obra y gracias de unas hermandades y unas imágenes marianas que son capaces de movilizar a toda una ciudad y, a su vez, atraer a miles de visitantes. Un acontecimiento que, al igual que en Semana Santa, ya llena hoteles y desborda previsiones, que hará, otra vez, que Jerez sea el centro de interés y referencia para cuantos nos rodean.

Un camino de luz (Vía Lucis) en una ciudad con demasiadas sombras, en el que se unirán lo antiguo con lo moderno, estampas de ayer y de hoy, el centro con las barriadas, lo divino con lo humano, y todo gracias a una religiosidad popular que mueve, por su fe, montañas, con un poder de convocatoria qué más quisieran para por si muchos partidos, organismos e instituciones de relevancia.

Catorce imágenes de la Virgen, que son historia sentimental y religiosa de los jerezanos, compondrán este Vía Lucis que, como ya ocurriera con la procesión magna del año 2000, quedará en los anales históricos de la ciudad como una de las jornadas más memorable y de mayor convocatoria que se recuerda. Un camino de luz que vendrá a decirnos que la unión sigue haciendo la fuerza, que cuando se lucha por un objetivo común anteponiendo el bien general a los intereses particular se consiguen grandes logros y que, pese a quien le pese, la fuerza del fenómeno de la religiosidad popular hay que seguir teniéndola muy en cuenta porque sigue siendo, aparte de cuantos valores atesora para la Iglesia católica, un gran potencial que mueve grandes masas y, por consiguiente, genera riqueza.

La ciudad se dispone a vivir este camino de luz que hará vibrar a jerezanos y visitantes, esperemos que bajo ese sol que nos faltó el Domingo de Ramos, una vez pasado ese septenario del dolor y del gozo que es para los jerezanos su Semana Santa. Se inicia ahora la procesión de la luz, de los días y de las horas en que Jerez y sus gentes se vuelven a encontrar a sí misma – ciudad y pueblo- viviendo, bajo la luz, la epifanía de sus creencias más ancestrales entorno a sus devociones marianas, la epifanía de sus sentires y de sus estilos.

Sin la luz nuestros ojos no captarían la belleza de las formas ni la fuerza del color; no serían capaces de distinguir el brillo de cuanto nos rodea y nos perderíamos en la nube de las sombras. Abramos, pues, los ojos a ese Vía Lucis que ya alumbra Jerez y que nos llegará el próximo sábado para iluminar una ciudad cansada ya de tantas oscuridades.
           (Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 14 de abril de 2013 y ayer en VIVA JEREZ).


Añ0 1954. Procesión extraordinaria con motivo del Año Santo Mariano.
Foto tomada en la Alameda Cristina ante el desparecido palacio de la marquesa de Salobral.


 

martes, 9 de abril de 2013

EL QUE ALGO QUIERE ALGO LE CUESTA


 
El gobierno municipal y la oposición han hecho balance de la pasada Semana Santa. Según pudimos leer en este mismo medio PSOE y Foro Ciudadano coincidieron en la conveniencia de que el Ayuntamiento no deje la organización de la Semana Santa en manos de las hermandades, advirtiendo de que se trata de una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional que genera un importante movimiento económico y que, además, contribuye a la proyección de la ciudad en el exterior.

La portavoz del grupo socialista lamentó que las hermandades hayan asumido en estos últimos años “labores que realizaba el Ayuntamiento” sin que ello supusiera “ningún tipo de coste para las arcas municipales”, un argumento que, como afirma el compañero Aleu, contrasta con el que defendió en la pasada legislatura el Gobierno socialista, que llegó a cuantificar en 300.000 euros el coste del montaje de la Carrera Oficial.

José López, concejal de Foro Ciudadano, acusó también al Ejecutivo de “ponerse de perfil” en la organización de la Semana Santa y, en particular, en la configuración de una Carrera Oficial que, a su juicio, “no ha gustado a nadie”. Curioso afirmación cuando en el presente año se ha vuelto, salvo pequeñas modificaciones, a la Carrera oficial que se configuró en la etapa de Pedro Pacheco como alcalde. Tampoco escatimó en gastos. “No hay que vestir la subvención a las hermandades con tanto misterio. Si hay que pagar, se paga, porque la Semana Santa es clave en la dinamización de la ciudad”.

Por último el delegado de Cultura y Fiestas, Antonio Real, admite que hay aspectos que arreglar. Real entiende que si la ciudad aspira a que su Semana Santa sea de interés turístico internacional, hay que subsanar errores y debatir en próximas reuniones sobre las críticas surgidas.

Existe, por tanto, interés por potenciar nuestra Semana Santa. Una Semana Santa que no es nada sin sus Cofradías que son las que ponen la materia prima, mientras que entidades públicas y privadas deben poner el resto si verdaderamente se quiere que  la Semana Santa suponga esa “clave en la dinamización de la ciudad”.

Todo esto con un Ayuntamiento que quiere un interés turístico internacional  pero que no puede abordar el gasto del montaje de una Carrera Oficial por lo queda condicionada a las posibilidades económicas de quien la monte, que ha firmado un convenio con las hermandades, criticado desde la oposición y desde la izquierda “porque la ciudad no se lo puede permitir” y que, en palabras de nuestros munícipes: “lo único que hace es reforzar la labor de las mismas a través de la obra social y las bolsas de caridad de las cofradías y en la conservación del patrimonio”, dejando claro que “la ayuda no es para cirios o bandas de música”.

Aunque lo políticamente correcto sea subvencionar solo para obras sociales y patrimonio no hay que olvidar que no es esto lo que atrae al turismo sino, entre cosas los cirios y las bandas, por eso si lo que se pretende  es  alcanzar una Semana Santa de alto interés turístico esto requiere de una apuesta mucho más fuerte y mayores inversiones que eleven aún más el nivel de la misma y, por consiguiente, generen esos movimientos económicos que se desean. Ya se sabe: “el que algo quiere algo le cuesta”.
 (Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 7 de abril de 2013 y ayer en VIVA JEREZ)
El entonces Alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, con parte de su equipo de gobierno, supervisando, en las vísperas de la Semana Santa, la nueva Carrera Oficial surgida tras la reforma efectuada en la misma en el año 2001.
 
Tribuna de la plaza del Arenal anterior a la primera reforma de la Carrera Oficial.


 
 
 

 

 

martes, 2 de abril de 2013

AGUAS MIL


 
Lo dejó escrito Antonio Machado: Son de abril las aguas mil. Sopla el viento achubascado, y entre nublado y nublado hay trozos de cielo añil. Agua y sol. El iris brilla. En una nube lejana, zigzaguea una centella amarilla.

Dice el refrán que «el invierno no ha pasado mientras abril no es terminado». El cuarto mes del año, del que se dice que es un mes revoltoso, se identifica con la inestabilidad atmosférica y con las lluvias, y por eso se dice que este mes tiene fama de informal y de traicionero. Esta inestabilidad se traduce en cambios de tiempo bruscos: días auténticamente primaverales alternan con otros más propios del invierno; los días soleados conviven con los cielos nubosos y con los chubascos y las tormentas, e incluso con noches de heladas («Abril puede traer rocío, y otras veces heladas y frío»; « ¡Ojo con abril, que es helador y sutil!»; «En abril la helada sigue a la granizada»).

Queda atrás un mes de marzo abrilado donde las aguas han estado demasiado presentes, más de lo que se necesitaban. Han vuelto a estar presente en los días de la Cuaresma y a ser protagonista en la pasada Semana Santa. Ya no es necesario sacar en rogativas al Cristo de las Aguas en San Dionisio para combatir años de sequía, ni mover el barco del santo titular de la ermita de San Telmo, ni organizar procesiones extraordinarias con la Virgen de la Merced para que lleguen las lluvias, sino todo lo contrario, rogativas hacen falta para parar las aguas y que ni el Guadalete se desborde más ni la Semana Santa huela más a humedad que a incienso y azahar.

La lluvia de todos estos años nos ha traído una nueva Semana Santa, con ropas más de zambombas que de primavera, con abrigos y bufandas en vez de mantillas y rostros bronceados por los primeros días de playas, con mucho frio en vez de ese calorcito que, a veces, hacía subir faldones y daba trabajo extra para los aguaores.

Pero, a su vez, estas aguas mil, nos está ocasionando nuevos modos y formas para la Semana Santa, treguas previstas entre chaparrón y chaparrón con las que antes no se contaba porque no existía tanta precisión en los partes meteorológicos y que está permitiendo nuevos planteamientos de recorridos en función del margen que se dispone. Las lluvias también han permitido ver cofradías  que ante la imposibilidad de llegar hasta la catedral se han refugiado en otro templo desde donde, tras realizar las oraciones pertinentes, han vuelto apresurados a casa, una forma de hacer Estación de Penitencia cuando la meteorología no permite otra cosa.

Nuevos tiempos que, si la tónica sigue siendo la inestabilidad meteorológica, traerán forzosamente, nuevas formas para la Semana Santa. Las cofradías siempre se han ido adaptando a los tiempos y en este acaso, también, deberán adaptarse no solo a los tiempos sino también al tiempo, porque es el tiempo el que quiere seguir siendo el protagonista e ir marcando las nuevas pautas de los nuevos tiempos semanasanteros. Valga este juego de palabras para hacer ver que de seguir la Semana Santa viéndose azotada por las lluvias y el mal tiempo habrá que replantearse muchas cosas, modificando normas y dando paso a iniciativas que vengan a ofrecer soluciones a todo el mal que ocasiona la lluvia para los cofrades y para la Semana Santa en general. A grandes males grandes remedios, el tiempo lo dirá.
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 31 de marzo de 2013, Domingo de Resurrección, y ayer en VIVA JEREZ.)
 
Cristo de las Aguas de la iglesia de San Dionisio y el arco de acceso a su capilla antes de su restauración.


Fotografía de otros tiempos en la que podemos ver a la imagen de San Telmo procesionando por los alrededores de su ermita.