miércoles, 28 de agosto de 2013

FIELES A SUS PRINCIPIOS


 
Bartolomé fue uno de los 12 Apóstoles. El apóstol Felipe lo llevó a Jesús. Según la Martiriología Romana, Bartolomé predicó en la India y en Armenia, donde murió mártir, después de haber predicado también en Mesopotamia, Persia y Egipto. Las reliquias de San Bartolomé, según una tradición, fueron enterradas en la isla de Lipara y eventualmente fueron trasladadas a Benevento, Italia y después a Roma donde ahora están en la Iglesia de San Bartolomé, en la "Isola San Bartolomeo" del río Tiber. En la iconografía se le representa con barba, un libro y un cuchillo (utilizado en su martirio al ser muerto desollado).

San Bartolomé es patrón de los carniceros, fabricantes de libros, guantes, pieles, zapateros, sastres, mercaderes de queso, viñadores, albañiles y otros. Se le invoca contra desórdenes nerviosos.

Ya en el siglo XV existía en Jerez un gremio de curtidores, zapateros y zurradores, que tenían un hospital bajo la advocación de su santo patrón San Bartolomé en el Arroyo, también conocido como Arroyo de los Curtidores. Se cuenta como en el día de San Bartolomé (24 de agosto) se celebraban en la plaza del Arroyo fiesta de toros, manejos y cañas por los caballeros de la ciudad. Por hospital, en el siglo XV y aún después no se entendía solamente una institución donde se recogen enfermos para cuidarlos. Hospital era también el sitio en donde por caridad cristiana se atendían a los pobres para que no pasaran la noche a la intemperie. Una obra benéfica tan necesaria en aquellos tiempos como el cuidar enfermos pues eran muchos los que carecían de un techo donde guarecerse, algo que lamentablemente no ha desaparecido con el tiempo ya que según los datos ofrecidos el pasado mes de mayo son casi 23.000 las personas sin techo en España, mil más que en 2005 y una cifra que se ha incrementado en los últimos tres años, afectados sobre todo por la falta de trabajo. Además la mitad dice que ha sido víctima de algún tipo de agresión o delito.

El 6 de abril de 1488 se funda la cofradía gremial de San Bartolomé germen de la actual Hermandad del Mayor Dolor, aprobándose sus Reglas en 1503 y cuya finalidad muy concreta era la buena marcha de su Hospital de San Bartolomé. Este centro desapareció con la reducción de hospitales de 1593, pasando la Cofradía a la entonces Colegial, para trasladarse posteriormente a la iglesia del Carmen y estableciéndose, finalmente, desde 1744, en San Dionisio.

Ayer, festividad de San Bartolomé, la jerezana Hermandad del Dolor, cuyas raíces se hunden en la historia de nuestra ciudad, cuyos orígenes hospitalarios que lleva en su título la engrandece aún más y cuyo abolengo es, sin lugar a dudas, un referente de nuestra Semana Mayor, abrió el programa conmemorativo del 525 aniversario de su recepción canónica, con la celebración de la Noche de San Bartolomé, en la Plaza de La Asunción, una verbena solidaria, a beneficio de Cáritas. El próximo 15 de septiembre, festividad de los Dolores de la Virgen, la titular permanecerá expuesta en besamanos y por la tarde, a partir de las 20 horas, se trasladará hasta la Basílica del Carmen donde se rezará el Rosario. Por otra parte, para el 21 de septiembre, la Hermandad ha organizado, también, otro acto con carácter benéfico. Completando la actividad conmemorativa con un interesante ciclo de conferencias, así como otras citas relacionadas con el devenir histórico de la corporación.

Como su santo patrón, San Bartolomé, que no renunció nunca a sus creencias, esto se llama celebrar una efeméride siendo fieles a sus principios.
 
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 25 de agosto de 2013)
 
 
Antiguo reglamento de sufragios de la Hermandad del Mayor Dolor, primitiva de San Bartolomé.
 

   

 

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