martes, 26 de noviembre de 2013

TODAVÍA NO ES NAVIDAD




          Lo he dejado escrito en más de una ocasión, llenamos las playas en primavera, cuando el frío aún se hace notar y las dejamos vacías en septiembre cuando en pleno veranillo de los membrillos los calores son insoportables. Comenzamos a cantar saetas y a tocar marchas procesionales cuando aún quedan muchos días para el Domingo de Ramos y cuando, en Jerez, había procesiones el Sábado Santo, las calles estaban casi vacías. El fin de semana anterior a la Feria las casetas y el real están concurridísimos y el domingo de Feria, por antonomasia, da pena ir por el poco ambiente que queda. Se llena el Rocío el fin de semana cuando todavía la Señora no ha salido y cuando la Virgen entra en la ermita el público ha decaído notablemente. Y el colmo es la Navidad, un mes antes celebrando una conmemoración que aún no se ha producido.  Es el azote del consumismo unido a esa manía por celebrar las fiestas antes de tiempo, a lo que se le añade el gusto por la novelería.
 
         «Cuanto antes nos recuerden que empieza la Navidad, antes compramos artículos relacionados», explicaba Jesús Gil, investigador del Departamento de Marketing de ESIC. Aún estábamos en ese otoño veraniego que nos ha regalado este 2013, con el recuerdo reciente de la playa, el bañador y las olas, con unas temperaturas que apetecían aún las mangas cortas y las chanclas y, un año más, la televisión empezaba a colarnos anuncios navideños, los supermercados nos metían ya por los ojos turrones y mantecados, y comenzaban a anunciarse las primeras zambombas. Pues no. Todavía no es Navidad, falta un mes.
 
          Como un símbolo de esta tendencia global a ir adelantando poco a poco la celebración de la Navidad, el pasado año varias tiendas de la Quinta Avenida en Nueva York quitaron las calabazas y calaveras pocas horas después de Halloween, para ya dar paso a los motivos navideños y China que  pesar de ser un país en el que la religión católica es residual (sólo un 1,8% está bautizado) se han quedado con la parte consumista del asunto y potencian la Navidad como un vehículo más de marketing y símbolo a copiar de occidente.
         
           La palabra Navidad es procedente de la palabra "Natividad", la cual significa "Nacimiento". ¿El nacimiento de quién? El Diccionario de la Real Academia Española, en su definición de "Navidad" nos proporciona la respuesta: "Navidad: Natividad de Nuestro Señor Jesucristo". La Navidad es la fiesta más celebrada por los hombres. Fiesta de los cristianos en la que hasta los ateos se detienen y celebran, a su manera, este acontecimiento de salvación. Es el recuerdo más universal y más gustado que el mundo tiene de Jesucristo. El mundo entero acepta el acontecimiento del nacimiento del Señor, como la fecha central de la historia de la humanidad: antes de Cristo, o después de Cristo.
 
            Como en toda celebración importante hay un tiempo de preparación. La Iglesia lo llama Adviento que significa "llegada" y claramente indica el espíritu de vigilia y preparación que los cristianos deben vivir durante los cuatro domingos que anteceden a la fiesta de Navidad. Al igual que se prepara la casa para recibir a un nuevo miembro de la familia y celebrar su estancia. El tiempo de Navidad empieza en las vísperas del 25 de diciembre y acaba con la fiesta del Bautismo de Jesús, el domingo después de la Epifanía.  Tenemos cuatro semanas antes para preparar el acontecimiento y un tiempo para la celebración del nacimiento de Jesús, antes, digan lo que digan, no es Navidad.
 
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 24 de noviembre de 2013 y al día siguiente en VIVA JEREZ)



La calle Mesones en plenas Navidades de un Jerez ya pasado. En primer plano la recordada confitería de los Hermanos Perea. ( Fotografía de Miguel Perea Montes)



 
 
 
 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario