jueves, 17 de diciembre de 2015

NO SOLO UN BIEN CULTURAL

 


Para la Junta de Andalucía los bienes culturales son testimonios vivos de nuestra civilización, constituyen el más valioso patrimonio que conforma nuestra realidad y nuestro futuro. El patrimonio cultural de Andalucía es, sobre todo, rico, variado y complejo, eje vertebrador de identidad y factor clave del desarrollo andaluz.

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha acordado esta semana inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico, como Bien de Interés Cultural, la actividad de interés etnológico de la Zambomba, que se celebra en las ciudades gaditanas de Arcos de la Frontera y Jerez de la Frontera. El régimen de protección aprobado incorpora instrucciones para salvaguardar a través de la educación esta expresión festiva y musical vinculada al flamenco, que constituye una de las celebraciones navideñas más genuinas de Andalucía. A nadie escapa que actualmente conviven dos tipos de Zambombas, la tradicional más íntima y otra que es la que se ha prodigado en los últimos tiempos mucho más comercializadas y masificadas. A ambas se refieren desde la Junta de Andalucía al afirmar que: “Su celebración suele comenzar por la tarde-noche y prolongarse hasta la madrugada. La preparación de la hoguera y la elaboración de dulces típicos como los pestiños, buñuelos y roscos sirven como apertura de cada cita. Los participantes, reunidos alrededor de una candela, entrelazan coplas y cantares con predominio de lo coral. Pequeños recesos permiten degustar los productos gastronómicos, que se reparten de manera gratuita. A esta modalidad tradicional se unen las llamadas 'zambombas mañaneras', que proliferan sobre todo en el núcleo urbano de Jerez de la Frontera y que tienen una mayor duración, desde el mediodía, e incluyen guisos tradicionales.” A lo que habría que añadir que, en esta otra modalidad, no solo no se reparten los productos gastronómicos de forma gratuita sino que, a veces y en ciertas horas, solo por algún que otro villancico nos recuerda que esa celebración tiene que ver con la Navidad.

Por eso no debemos nunca olvidar que esta celebración, como tantas otras de nuestra cultura occidental, tiene un fundamento cristiano, a pesar de que hoy se quiera apartar todo lo religioso de lo público. La Navidad y dentro de ella la genuina celebración de la Zambomba, es una fiesta cristiana y para los cristianos. La Zambomba es la celebración que Jerez hace del nacimiento que cambió la historia, la conmemoración de la venida del Redentor y lo hace como Jerez sabe, con arte, entre arraigadas coplas populares y productos de la tierra. La Zambomba jerezana es tan rica en matices que debe ser conservada en toda su pureza sin dejarse llevar por modas consumistas o intereses comerciales pero también sin dejar de lado su sentido religioso ya que su eje está en el nacimiento de Cristo, en el misterio que aconteció hace más de dos mil años en Belén, es a esa "carita divina" a la que van dirigidos los cánticos y las alabanzas, porque es por este Niño-Dios por quienes resuenan con alegría los cánticos de esta tierra. Hoy todo esto interesa dejarlo en un segundo plano y realzar solo su aspecto cultural, pero este bien cultural quedaría completamente vacío sin esa base religiosa y sin ese mensaje de paz y amor que nos trae la Navidad, un mensaje que sobrepasa lo cultural para ser todo un bien de la humanidad.
 
(Artículo que publiqué el pasado domingo, 13 de diciembre de 2015, en INFORMACIÓN JEREZ y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
"Sordera de Jerez" en una  Zambomba familiar de las de antes
 

 

viernes, 11 de diciembre de 2015

SALVEMOS EL VILLAMARTA




La alcaldesa acaba de lanzar la voz de alarma sobre la Fundación Teatro Villamarta, haciendo un llamamiento para salvar el coliseo jerezano. "La ley es muy simple; cuando una empresa tiene dos años de pérdidas está en causa de disolución" han sido sus palabras. Recordando que la urgencia es "sacar 600.000 euros para salvar el Villamarta". Ni el Ayuntamiento ni la Junta pueden sacar 600.000 euros en este momento y, por lo tanto, la única vía que queda son los patrocinios. Así las cosas el coliseo jerezano vuelve a estar en situación delicada.

Hace unos años, en Málaga, el actor José Sacristán mostraba su visión de la actualidad del mundo de la cultura, más concretamente del teatro y del cine. Según el actor, el teatro como espectáculo cuenta en la actualidad con la afinidad de un gran número de personas, pero no el suficiente como para subsistir como fenómeno social, por lo que necesita del apoyo de las instituciones. “El teatro privado ha desaparecido, no es un negocio”, aseguró.  En julio de 2011 y en esta misma columna semanal de “Jerez intramuros” escribía sobre este asunto cuando las dificultades económicas se hacían presente en el Villamarta. Desde sus inicios este teatro ha sido un orgullo para la ciudad y un prestigio para toda compañía, artista o relevante figura que ha pisado sus tablas. Pero también ha sido víctima del maleficio que parece recaer sobre este espacio urbano pues, tras distintas épocas de esplendores, no es la primera vez en el que el coliseo jerezano ve caer sobre él la sombra del cierre y el abandono. Acababan, entonces, de saltar las alarmas, la crisis había recortado las ayudas de la Junta de Andalucía y Gobierno en más de un 50%, mientras el Ayuntamiento no cubría los gastos fijos de un teatro que ya entonces contaba con más de 2 millones de déficit, duplicando el pago que el propio municipio invirtió por su compra. Cuando parecía que en sus 85 años de historia el Villamarta se había consolidado como la gran oferta cultural y festiva de ciudad, que su reapertura en 1996, tras diez años de lucha, desde su último cierre, había supuesto una apuesta segura para mirar a su futuro sin temores, llegaba esta complicada situación que pudo haber desembocado en un nuevo cierre.

De nuevo salta ahora la alarma por lo que hay que volver a hacer notar la voz de la ciudadanía, como ya se hiciera en su momento, para buscar los causes que eviten el temido cierre y potencie la oferta cultural del mismo. Las primeras voces ya se han pronunciado reclamando iniciativas que apuesten por un teatro de tanto prestigio y que tanto ofrece a la ciudad.

El teatro es de vital importancia en cualquier sociedad ya que es generador del desarrollo de la expresión creativa natural que todo ser trae consigo, estimulando tanto las cualidades como los valores morales y la autoestima. Además, tiene la fascinante tarea de la creatividad en grupo, la sensibilidad, la apreciación artística y la expresión, factores que contribuyen al espíritu social de todo individuo. En una pequeña o gran ciudad, un gran teatro es el signo visible de su cultura. Salvemos nuestro teatro. Que no haya que esperar, de nuevo, un milagro para que el Villamarta siga abriendo su portentoso telón que nos hace embutirnos en la magia de su grandiosidad.
 
(Artículo que publiqué el pasado domingo 6 de diciembre de 2015 en INFORMACIÓN JEREZ y el miércoles siguiente en VIVA JEREZ).
 
Interior del teatro Villamarta antes de su última remodelación.
 

 

jueves, 3 de diciembre de 2015

TIEMPO DE PAZ




Existe en Jerez una imagen de la Virgen, en el templo de San Marcos, ante la cual y en numerosas ocasiones se habían llevado reconciliaciones de litigios entre nobles caballeros. Según acta documental, el 15 de marzo de 1541 se creó la Hermandad del Santísimo Sacramento y Santa María de la Paz. Tomando por titular a Jesús Sacramentado y a esa imagen de la Virgen ante la que tantos caballeros firmaron la paz y posteriores concordias.  475 años se cumplirán en el 2016 de la creación de esta Hermandad Sacramental.  Pues bien, 475 años después la paz sigue siendo esa paloma blanca que de vez en cuando se nos escapa para dar paso a los conflictos y las guerras.

A pesar de todos los pesares – envidias, odios y resentimientos- de cuanto pueda enturbiar el alma humana, necesitamos serenidad, tranquilidad y paz. Y el deseo de paz es tan necesario para poder alcanzar, siquiera un rato, la felicidad, que solo a un trastornado se le puede venir en ganas el impulso violento de la agresión. Sin embargo, es palpable, que hay odio, resentimiento y enfrentamientos en el mundo actual. Ambiciones e intereses oscuros dispuestas a llevarse por delante, o al menos intentarlo, a cuanto se le ponga enfrente. Razones para quienes han de justificar permanentemente sinrazones de comportamiento. Por todo eso y mucho más hemos de esperar paz. Hemos de pedir paz externa e interna. La paz se nos pierde en la historia y en el tiempo, la paz de antes y la paz necesaria de hoy. La paz fecunda que cada vez es más necesaria que nos invada. Esos tiempos de paz que deberían ser eternos.

En muchas ciudades de España en este fin de semana se ha encendido la Navidad. Con el encendido del alumbrado navideño las ciudades se transforman, cobra vida y alegría, llenando de musicalidad y de color el ambiente. Con la luz de la Navidad vuelven los villancicos, las tradicionales coplas de Nochebuena que nos llenan de mensajes de amor y de paz. Solo hay que volver a oír esa “Noche de paz” que es todo un himno del amor y de la fraternidad en el mundo, para sentir que la Navidad es tiempo pacificador y de justicia. Porque no olvidemos que la paz no existe si no hay justicia. Esa justicia que significa que los derechos de todos son respetados, que todos son considerados iguales en dignidad, que nadie es marginado ni discriminado por sus ideas, religión, raza, color de la piel, situación económica, o situación sexual. Hay justicia cuando todos tienen igualdad de oportunidades y pueden ser satisfechos en sus necesidades básicas de salud, vivienda, educación y trabajo. No hay justicia cuando algunos tienen mucho y les sobra, y muchos tienen poco o nada, y les falta. Navidad es solidaridad y hacer esfuerzos para que esa paz, que tanto mencionaremos estos días en esas tradicionales coplas de Nochebuena, se haga realidad y no se esfume como el humo de las fogatas zambomberas.

Después de tantos siglos los caballeros del mundo siguen empeñados en que la paz y concordia brille por su ausencia, que los conflictos y las armas sigan protagonizando titulares de prensa. No es tiempo de bombas sino de paz, ya lo dijo Albert Einstein: “Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La paz.”
 
(Artículo que publiqué el pasado domingo, 29 de noviembre de 2015, en INFORMACIÓN JEREZ y al día siguiente en VIVA JEREZ).
 
Santa María de la Paz y Concordia. Parroquia de San Marcos. Jerez.
 

jueves, 26 de noviembre de 2015

SHARÎSH





          Paz Fernández en su estudio sobre el Jerez islámico nos dice que por el geógrafo al-Himyarî sabemos de Sharîsh: "una ciudad mediana, fortificada y rodeada de numerosa plantaciones de viñedos, olivos, trigales e higueras". 

       Jerez bajo la dominación musulmana era una ciudad importante tanto en su aspecto mercantil como estratégico; dotada de una fuerte muralla y alcázar, calles, callejuelas, adarves, alcaicería, poseía además todos los elementos típicos de la ciudad islámica. Era una ciudad de tamaño mediano pero con una alta densidad de población. El tipo de vivienda era generalmente pequeña, y estaba formado por la casa y huerta, corral, establo, solar anejo, etc. lo que indica un cierto autoabastecimiento de las materias primas imprescindibles para la familia. El número de casas que podría haber en Jerez en la época islámica rondaría las 4364, pudiendo situarse su población unas 26184 personas, antes de la revuelta de 1264. En todas los collaciones existía variedad de servicios típicos de la ciudad islámica, abundando las referencias a alhóndigas, hornos, tahonas, molinos de aceite y harina, tiendas, baños, etc. La alhóndiga es precisamente el elemento que con mayor frecuencia aparece, lo que indica la popularidad de Jerez entonces, rasgo típico de su carácter marítimo y comercial; la alcaicería parece también rodeada de talleres, tiendas, almacenes y casas de hospedaje. En el siglo XII son notables en las letras los poetas árabes jerezanos Abulabbas Ahmad ben Abdelmuden, Abulabbas Ahmad ben Yaish y Abulhasan Alí. Pertenece en parte al siglo XIII el poeta Abu Omar ben Obaidalla ben Gasath, muerto en 1241. Todo esto nos hace pensar en una ciudad apacible con la bonanza del clima que caracteriza a esta zona y con unos medios naturales óptimos para el cultivo. Pero la Jerez musulmana, por su condición de plaza fuerte, padecía ya en el siglo XI los diferentes ataques y asedios que llegaban desde el norte de África. Años más tarde, gran parte del bajo Al-Andalus se rebela, pero Jerez se mantiene fiel al imperio almohade. Esta fidelidad se convierte en privilegios para la ciudad, tales como exención de impuestos, convirtiéndose en una de las principales poblaciones del siglo XII.

           Después de tantos siglos el Jerez de hoy conserva un buen número de costumbres heredadas de aquella Sharîsh musulmana, su trazado del casco histórico, el habla, la gastronomía, la raíz andalusí del flamenco, parte de nuestra cultura y muchas de las tradiciones nos vienen de aquellos tiempos. Todo ello nos hace recordar aquello que el escritor español Juan Goytisolo compuso para el prólogo de la obra "La arquitectura del Islam occidental": "Digámoslo bien alto: el complejo de inferioridad acerca del retraso histórico y nuestro pasado árabe ha perdido su razón de ser. En la Europa Comunitaria a la que nos hemos incorporado, nuestra diferencia no ha de ser ya un recordatorio penoso ni causa de frustración: la huella musulmana en nuestro suelo, visible en todos sus ámbitos, es expresión al contrario de una riqueza y originalidad únicas. Ningún país europeo cuenta con un patrimonio como el legado de Al Andalus y ello no redunda en mengua de nuestro europeísmo. Somos europeos distintos, europeos en más.”.

 Sharîsh también fue Jerez, pero un Jerez en paz bajo el lema de Al Zubaidi (muerto en 989), que fuera preceptor del califa cordobés al Hakam II y que ahora, tras los trágicos sucesos de París, cobra actualidad: "Todas las tierras, en su diversidad, son una. Y los hombres todos son vecinos y hermanos".
 
(Artículo que publiqué el pasado domingo, 22 de noviembre de 2015, en INFORMACIÓN JEREZ y al día siguiente en VIVA JEREZ).
 
 
 
Ilustración de Jerez en el Códice Rico del Escorial
 

 

jueves, 19 de noviembre de 2015

CATALUÑA Y EL JEREZ




El portal especializado www.turismodevino.com asegura que más de 15 millones de españoles han visitado alguna vez una bodega, siendo el Marco de Jerez, Cataluña y La Rioja las regiones preferidas por los turistas.

Este dato, impresionante por la cantidad de personas en sí, confirma que las bodegas son una parte sustancial de la cultura de España, primer país del mundo en extensión de viñedo y el tercer país productor del mundo tras Francia e Italia.

“La cifra es alta pero no nos ha sorprendido”, comenta Luis Lechuga, responsable de www.turismodevino.com. “Hay bodegas en prácticamente todas las partes de España, en lugares de vacación como la Costa Catalana, Rías Baixas, o en el sur gaditano, además de en multitud de localidades de tamaño medio y pueblos que son también destino vacacional por cuestiones familiares o por escapadas de fin de semana”, explica. Para el portal, el desafío realmente del sector bodeguero frente al enoturismo no está tanto en aumentar el número de personas que alguna vez han visitado una bodega, sino en asegurar visitantes asiduos a las mismas, pues si son 15 millones las personas que han visitado una bodega en algún momento de sus vidas, la cifra anual de visitantes se sitúa en torno al millón y medio según cifras de Acevin.

Hace pocos meses los vinos de Jerez celebraron en Barcelona su semana grande en el Sherry Festival, con un despliegue sin precedentes de actividades que incluyó el estreno del documental “Jerez y el misterio del Palo Cortado”, de José Luis López Linares. El Sherry Festival contó con catas, experiencias gourmet y promociones con los vinos del Marco de Jerez como protagonistas y supuso la primera gran puesta de largo de las bodegas jerezanas en Cataluña.

Esto, en lo que a nuestra ciudad incumbe, es solo una muestra de los beneficios que se obtienen de mantenerse unidas las distintas regiones de España. El gobierno ya advirtió de las consecuencias negativas de la independencia para la autonomía catalana ya que sin España, Cataluña no podría financiarse por sí misma. No se podrían pagar las pensiones, no habría ayudas suficientes para fomentar el empleo ni dinero para becas, la sanidad quedaría gravemente dañada o algunas inversiones en la industria del automóvil desaparecerían porque han contado con el apoyo explícito de préstamos del Estado para ponerse en marcha. Incluso Cataluña no podría tener suministro energético, de gas y de hidrocarburos suficiente si se desconecta de España. Las relaciones de la industria vinatera también se vería afectada ya que, sin el Estado, la industria catalana saldría muy perjudicada. El apoyo dado por el Gobierno a Barcelona sería difícil que continuara  y las ayudas de la Oficina Española de Patentes y Marcas, de las que Cataluña es la más beneficiada, también se perderían. También desaparecerían los incentivos de Aena hasta 2025, que podrían ayudar al aumento sensible del tráfico aéreo en Cataluña.

 Aunque a día de hoy todavía es un escenario de política ficción que Cataluña pueda convertirse en el corto plazo en un país independiente, el Gobierno se ha tomado en serio el desafío soberanista frenando de inmediato las aspiraciones de los que intentan romper la unidad de los pueblos de España. Por lo que nos toca esperemos que esos millones de personas que han gozado de las excelencias de nuestros vinos puedan seguir confirmando que la bodega sigue siendo una parte sustancial de la cultura de toda España sin excepción de región alguna.
              (Artículo que publiqué el pasado domingo, 15 de noviembre de 2015, en INFORMACIÓN JEREZ y al día siguiente en VIVA JEREZ)


Jerez Dulce que se elaboraba en Jerez expresamente para Barcelona.

jueves, 12 de noviembre de 2015

EFEMÉRIDES DOMINICAS



 

Se cumplen el próximo año de 2016 los primeros ochocientos años desde la fundación de la Orden de los dominicos y los setecientos cincuenta del convento de Santo Domingo de Jerez. Fue  en 1216 cuando nació en España la Orden de Frailes Predicadores, como también se le conoce, con un fin primordial: “Remediar los males que en la sociedad causa la ignorancia”.

Fundada por Santo Domingo de Guzmán (1170-1221) esta corriente de sacerdotes impregnó el ambiente medieval con un renovado espíritu por vivir y transmitir la Verdad del Evangelio. El hábito blanco con capa negra distingue hasta nuestros días a la familia dominica, integrada por tres ramas: la masculina, de sacerdotes y frailes; la femenina, de hermanas religiosas y monjas y, la seglar, compuesta por fraternidades laicales e institutos seculares. La fidelidad al testamento del fundador ha sido fructífera. De hecho, la Iglesia ha elevado a los altares nada menos que a 159 de sus miembros. Entre ellos, destacan Santa Rosa de Lima, Santo Tomás de Aquino, San Vicente Ferrer, Santa Catalina de Siena, San Martín de Porres o San Juan Macías.

La importancia histórica del convento de Santo Domingo de Jerez radica en ser uno de los primeros templos en levantarse fuera del recinto amurallado. La tradición cuenta que en la iglesia de Santo Domingo se celebró la primera misa católica en Jerez, tras la Reconquista, oficiada por el patrón de los marineros, Pedro González Telmo. La fundación de este convento, situado ante la puerta de Sevilla, en la alameda Cristina, data de los tiempos de la conquista de Jerez por Alfonso X el Sabio.  Convento, pues, de solera real, de claustro gótico -quizás el más bello de Andalucía- e iglesia monumental, rica en retablos e imágenes. Como centro de cultura, no tuvo par en los siglos pasados no sólo en Jerez, sino también en su entorno, los reyes lo favorecieron con gran cantidad de privilegios y en él se venera la imagen de Nuestra Señora de la Consolación, co-patrona principal de Jerez.

Los dominicos que; al igual que todas las órdenes religiosas, no pasan por los mejores momentos en cuanto a vocaciones, tuvieron en la antigüedad una importante presencia en estas tierras. Un cronista afirma que en 1752 eran 113 los religiosos, y el convento de Jerez estaba considerado como la tercera Casa de la Provincia Bética. En su recinto se celebraron cinco Capítulos provinciales y dadas sus magníficas relaciones con el Ayuntamiento de la ciudad, en no pocas ocasiones tuvieron lugar en el convento las reuniones del Cabildo civil y de las Juntas de la Nobleza. Santo Domingo fue sede, también, de estudios superiores de Artes y Teología, y primer impulsor de una Universidad jerezana, fue uno de los templos de más culto de toda la ciudad, con diversas Hermandades y una solemnísima procesión del Corpus. Además el convento de Santo Domingo fue con el correr de los siglos "madre fecunda de varones insignes, dignos de su virtud y por su ciencia" en palabras del mismo Beato Diego José de Cádiz. 

El pasado sábado, día 7 de noviembre, con una solemne Eucaristía, la Orden de Predicadores inició un año jubilar, lleno de actos, con motivo de estas efemérides. Nos congratulamos y aplaudimos la multisecular labor apostólica, social y cultural de los frailes dominicos tan unidos a los anales históricos de nuestra ciudad. En los tiempos que corren poder celebrar estas efemérides es ya, de por sí, todo un mérito.
 
(Artículo que publiqué el pasado domingo, 8 de noviembre de 2015, en INFORMACIÓN JEREZ y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
 
Frailes dominicos en la procesión de la Virgen de Consolación, saliendo del convento jerezano en tiempos remotos. 
 

 



domingo, 8 de noviembre de 2015

HONRAR A UN PADRE




Salomón, el hombre sabio, exhortaba a los hijos a respetar a sus padres. Aunque en la actualidad ya no estemos directamente bajo su autoridad, no podemos ignorar el mandamiento que aprendimos de pequeño de honrar a nuestros padres. Obviamente, se nos ordena honrar a nuestros padres, pero ¿cómo? Honrarlos tanto con nuestras acciones como con nuestras actitudes. Honrar sus deseos no expresados, como los hablados. Con el final de la vida de los padres no se llega al final de las obligaciones de los hijos. Todavía queda el honrar a los padres tras la muerte. Tras dar una digna sepultura a los hijos les queda la obligación de mantener el respecto de los difuntos y de venerar su memoria. Esta se realiza tanto con hechos como con palabras. Desde la cultura judía, con esta doble expresión de reverencia al padre difunto, se mantiene y se aumenta el honor de la familia, porque los antepasados suponen un cauce fundamental del honor que alguien recibe al nacer, esto motiva que el respeto a los antepasados fuera tan cuidado en la cultura mediterránea.

El non omnis moriar horaciano es incuestionable. El hombre nunca muere del todo. Perdura en el recuerdo, en sus obras, en los sentimientos de parientes, amigos e instituciones. Hay una continuidad histórica, afectiva y espiritual de unos hombres con otros. Vivos y muertos se enlazan en una cadena ininterrumpida. “No hay una existencia humana, escribió Savigny, absolutamente aislada e independiente... Todo hombre debe valorarse, a la vez, como miembros de una familia, de un pueblo,... y cada época como la continuación y desarrollo de todos los tiempos transcurridos. Ninguna época produce su mundo por sí, sino que lo hace siempre en comunidad indiscutible con todo el pasado”. Dentro de esta conexión indefinida de unos seres con otros, tiene sentido la successio in universum ius y la protección de la memoria defuncti, que es tanto como proteger lo imperecedero de él: recuerdos, afectos, buen nombre, etc. Lo imperecedero del hombre que ha desaparecido del mundo de los vivos, lo que llamamos su “buena memoria”, se perpetúa en herederos, allegados, íntimos o cuerpos sociales a los que perteneció o contribuyó a crear.

Sin duda, la personalidad del difunto se extinguió con la muerte pero los vivos evocan o recuerdan aspectos, expresiones, modos de ser y pensar del fallecido. Eso es la memoria, que sólo pervive en los vivos (parientes, conocidos, amigos), no en el difunto. “Aunque la muerte del sujeto de derecho extingue los derechos de la personalidad, la memoria de aquél constituye una prolongación de esta última que debe también ser tutelada por el Derecho” (Exposición de Motivos de la LO 1/1982, de 5 de mayo). De este texto portical se deduce que la memoria defuncti es algo vivo, pues, dada por supuesta la extinción de la personalidad por efecto de la muerte, algo de ésta se prolonga o supervive. La imagen de las personas fallecidas, sobre todo si son famosas, puede ser distorsionada o tergiversada. En estos días propicios para el recuerdo y la honra a nuestros antepasados, en especial a los más cercanos, los hijos de José María Pemán anuncian, algo que ya se esperaba, la demanda de una querella criminal para restituir el honor de su padre, un gesto completamente legítimo que también los honra a ellos, porque viene a cumplir con ese mandamiento filial. Ahora será la justicia la que cumpla con su cometido. Los hijos de Pemán ya lo han hecho.
 
(Artículo que publiqué el pasado domingo, 1 de noviembre de 2015,  en INFORMACIÓN JEREZ y cuatro días después. el jueves  5 de noviembre, en VIVA JEREZ)
 
 
Fotografía, con dedicatoria, de José María Pemán junto a sus hijos el día de la inauguración del monumento que en su honor levantó la ciudad de Cádiz.
 

 

sábado, 31 de octubre de 2015

HUMILDAD Y PACIENCIA




         La semana nos ha dejado en nuestra ciudad varias noticias relacionadas con asuntos religiosos, por un lado el tan traído y llevado tema de los palcos de Semana Santa que de nuevo montará, en parte, el Ayuntamiento, es decir todos los jerezanos incluidos los miles de cofrades que también son jerezanos y pagan reglamentariamente sus impuestos. Y lo hará al igual que monta las estructuras e iluminación de la Feria del Caballo, el alumbrado navideño o la cabalgata de los Reyes Magos al ser fiestas importantes de la ciudad. También hemos conocido la fotografía que servirá para anunciar al mundo nuestro Semana Mayor, un instantánea muy original, distinta a lo que estamos acostumbrados, expuesta a la crítica como todo cartel que se precie y que recoge los nazarenos de la Hermandad de la Humildad y Paciencia.

Humildad y paciencia dos virtudes que cada vez son más necesarias en este mundo de hoy. La humildad se funda en dos cosas: en la verdad y en la justicia. La verdad por la que nos conocemos como somos; la justicia, que nos inclina a tratarnos según ese conocimiento. La paciencia es un rasgo de personalidad madura. Es la virtud de quienes saben sufrir y tolerar las contrariedades y adversidades con fortaleza y sin lamentarse. Esto hace que las personas que tienen paciencia sepan esperar con calma a que las cosas sucedan, ya que piensan que las cosas que no dependan estrictamente de uno, se les debe otorgar tiempo. Humildad y paciencia son rasgos de una sociedad que ve como cada día nuestros mandatarios nos sorprenden con propuestas que solo con humildad y paciencia pueden digerirse. La última, y ya que estamos hablando de religión, la del líder socialista prometiendo un estado laico si llegan al gobierno, que no aconfesional que es lo que hoy tenemos según recoge la Constitución y es, por tanto, lo aprobado por los españoles. El candidato socialista a la presidencia asegura que “el hecho religioso estará garantizado pero hay que avanzar hacia la laicidad de las instituciones”, un paso más para quitar poder a la Iglesia católica en España.        

Si finalmente lo consigue y le quita todo el poder a la Iglesia tendrá que sumar a los presupuestos del Estado todo lo que atiende la Iglesia: tres millones de euros por cada uno de los 5.141 centro educativo con 990.774 alumnos; 50 millones de euros en los 107 hospitales, 4 millones de euros en los 1.004 centros asistenciales y de beneficencia; 155 millones en gastos de Cáritas, 43 millones en Manos Unidas, cien mil euros por cada uno de los 937 orfanatos, 36.000 millones aproximadamente en el mantenimiento del patrimonio monumental, a lo que habría que sumar todo el voluntario católico que de no ser  así también habría que pagar.       

Y todo esto solo es una muestra de lo que gracias a las virtudes de la humildad que mueven estas acciones y de la paciencia de muchas personas que aguantan todo tipo de críticas por el mero hecho de pertenecer a una institución de siglos, que si por algo se ha caracterizado en su conjunto y a través de la historia es por su entrega desinteresada a los demás y a los valores cristianos.

¿En qué cifra se puede tasar la colaboración de los católicos a la sociedad si el estado tuviese que hacerse cargo de ella? Mientras la humildad y la paciencia sigan existiendo no habrá motivo para calcularlo.
 
(Artículo que publiqué el pasado domingo 25 de octubre de 2015 en INFORMACIÓN JEREZ  y al día siguiente en VIVA JEREZ) 
 
 
Iglesia de la Santísima Trinidad, sede la Hermandad de la Humildad y Paciencia, en una fotografía del año 1900
 

 

miércoles, 21 de octubre de 2015

SANCHO DE SOPRANIS


 


          Recuerdo que siendo yo aún adolescente mi padre, conocedor de mis insipientes inquietudes por todo lo jerezano, se presentó un día en casa con un lote de libros bajo el brazo. Eran tres libros, dos de ellos más gruesos y uno, con el mismo formato, pero a modo de carpeta que guardaba varios cuadernillos. La colección se titulaba, (y se titula porque aún la conservo como oro en paño),  Historia de Jerez de la Frontera desde su incorporación a los dominios cristianos y su autor Hipólito Sancho de Sopranis, con introducción, notas e índices de Juan de la Lastra y Terry y dedicatoria a Tomás García Figueras, auténtico valedor de la obra. Una edición de Jerez Industrial S.A. que salió a la luz pública en 1964, el mismo año de la muerte de su autor y en conmemoración de los siete siglos justos de la reconquista de Jerez por Alfonso X. Contó con el patrocinio del Ayuntamiento y la colaboración de la Sociedad de Estudios Históricos Jerezanos.

            Una obra en la que el mismo introductor califica como el resultado de una minuciosa y exhaustiva búsqueda de material en archivos. En estos tres tomos Hipólito Sancho sintetizaba un trabajo directo sobre fuentes documentales. En el primer tomo la época que va de 1255 a 1492 y que constituye la primera parte de la historia de nuestra ciudad, una historia de las relaciones de Jerez de la Frontera con los musulmanes de las cercanas serranías de Cádiz y Málaga. Un segundo tomo que se centra en el siglo XVI El siglo de oro y un tercero, a modo de carpetilla, que profundiza en el siglo XVII y que titula La decadencia con varios cuadernillos en el que cada uno se centran en distintos capítulos tales como la vida religiosa, toros y cañas, la importancia militar, las cofradías, el patronato de la Virgen, el arte, la historia vinatera y la enseñanza. Faltaba por entregar un cuarto tomo que por el fallecimiento de Hipólito Sancho ya no se pudo realizar.

Pasados los años pude saber más de este erudito historiador portuense, de su sólida formación humanística, sus licenciaturas en Derecho y Filosofía y posteriormente en Historia, la que sería su verdadera vocación, en las universidades de Deusto y Salamanca. Sus conocimientos de la orden dominica, las épocas medieval y moderna, la historia comarcal, sobre todo la de las ciudades de Jerez y El Puerto. Sus premios, nombramientos y condecoraciones, entre otros, le fue concedida la Medalla de Oro de la Ciudad de Melilla y obtuvo el nombramiento de miembro de la Orden de Mehdauía en Marruecos, etc.… Igualmente fue miembro de Academias como la Real Hispanoamericana de Ciencias y Artes de Cádiz o la Real de Historia de las Bellas Artes de Sevilla, y tuvo una intensa y activa participación en la fundación y desarrollo del Centro de Estudios Históricos Jerezanos, tarea esta en la que colaboró estrechamente con su fundador  Tomás García Figueras. El mismo Centro de Estudios Históricos Jerezanos (CEHJ) que acaba de presentar las I Jornadas de Historia 'Hipólito Sancho' con motivo de la conmemoración del 50 aniversario de su muerte. Organizadas por dicha institución con la colaboración del Ayuntamiento y el Aula Menesteo. Una cita que se desarrollará los próximos días 3 y 4 de noviembre y que vendrá a homenajear a aquel autor, Sancho de Sopranis, que un día, con sus escritos, me permitió empezar a conocer mucho más de la historia de mi ciudad.
(Artículo que publiqué el pasado domingo 18 de octubre de 2015 en INFORMACIÓN JEREZ y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
 

  

jueves, 15 de octubre de 2015

QUIEN SABE DONDE




“Quién sabe dónde” fue un programa de telerrealidad presentado por Paco Lobatón y emitido por Televisión Española entre 1992 y 1998, cuya finalidad era resolver desapariciones. Fue uno de los programas de mayor popularidad y audiencia de la década de los noventa en España, recibiendo también varios premios como el TP de Oro. Se estrenó en TVE 2, siendo presentado y dirigido por Ernesto Sáenz de Buruaga. A partir de su segunda temporada pasó a emitirse en TVE 1, substituyendo Paco Lobatón a Buruaga.[] Se despidió de antena en junio de 1998. A lo largo de la historia del programa se presentaron 2.750 casos de desaparecidos, de los que un 70% fueron resueltos.[  ]En 2015, regresa el formato a TVE, con el jerezano Paco Lobatón como presentador, siendo una sección del magacín La mañana de La 1.

Paco Lobatón fue uno de los premiados el pasado viernes en los actos organizados con motivo del día de San Dionisio, patrón de Jerez. Nuestro Paco Lobatón, que tantos casos de desaparecidos ha resuelto, le queda uno  muy relacionado con Jerez y con San Dionisio, un caso que parece caer en el olvido, un desprecio a nuestra historia, el de nuestro anterior pendón de la ciudad, histórica enseña, que, después de varios años de su desaparición aún sigue en paradero desconocido. Recordemos que tras siglos de ser guardado por el Cabildo Catedralicio, antes Colegial, le fue entregado con todos los honores, hace unos años, al Cabildo Municipal para su custodia y, desde entonces, nada más se supo de él.

Tal como se denunció en su momento, es imperdonable la notoria despreocupación por este pendón de la ciudad con tanta historia y tradición, depositado, al parecer, en un cajón y no en una vitrina, como merecía la pieza. Y aún más preocupante que pasen los años y sean los historiadores los que sigan reclamando por la aparición de esta histórica enseña de la ciudad o se aclare, definitivamente, cual ha sido su destino. No hay que olvidar que este pendón desaparecido puede ser aquel, o es digno heredero, del que en 1261, el Teniente Garci-Gómez Carrillo y el Alférez Fortún de Torres defendieron heroicamente ante el asalto al Alcázar jerezano por las tropas moriscas. Fortún de Torres luchó por defender esta insignia de Castilla a él confiada a la que se asió fuertemente, perdió los brazos y las piernas y sujetando la bandera con los dientes, entregó su vida. Gómez Carrillo, luchando con igual bravura se fue replegando hasta la Torre del Homenaje, mientras los invasores para cogerlo vivo, lo sujetaron con unas cuerdas y garfios, hasta conseguir apresarlo cuando se encontraba en muy grave estado. Curado de sus heridas, el rey moro de Granada admirado de tanto heroísmo, lo devolvió a Alfonso X, que, para recompensar su singular hazaña.

Este antiguo pendón, que lleva impreso sangre y oro de caballeros jerezanos, no solo no ha sido custodiado con uñas y dientes, siguiendo el ejemplo de nuestros antepasados, sino que incluso hay quienes plantean la posibilidad de que puede haber ido a la basura, algo completamente inadmisible. Aquel pendón formaba parte de la gloriosa historia no solo de Jerez sino de toda España, pero pasa el tiempo y los jerezanos, amantes de nuestra gloriosa historia, cada vez que nos acordamos de nuestro pendón y vemos a Paco Lobatón se nos viene a la mente aquello de “Quien sabe dónde”.
 
(Artículo que publiqué el pasado domingo 11 de octubre de 2015 en INFORMACIÓN JEREZ y dos días después,  el martes 13 de octubre, en VIVA JEREZ)



Momento de la entrega del histórico Pendón al Ayuntamiento.


 
 
 
 
 
 
 
 

 

 

 

miércoles, 7 de octubre de 2015

FERIA EN EL CENTRO




El Ayuntamiento de Jerez ha recibido estos días propuestas, para nuevas ediciones de la Fiesta de la Vendimia jerezana, tanto por la empresa organizadora de la Fiesta Gastronómica que alberga la Alameda Vieja desde hace cinco años, sugiriendo el  traslado esta cita a La Rosaleda, alegando razones de accesibilidad y espacio, y por otro lado por la asociación de comerciantes Acoje, planteando la posibilidad de rescatar la Feria de la Vendimia y llevarla a las plazas del centro, engalanadas en la ocasión para llenarlas de público.

Ya en el año 2011, en su primera edición y desde esta misma columna, nos alegrábamos del éxito de la nueva feria gastronómica, por lo cuidado de su montaje, por su ubicación y principalmente por su bajo coste económico para las arcas municipales.  Un éxito tan rotundo que provocó incluso que ya en aquel inicio la noche del sábado el coqueto recinto ferial se colapsara. La brisa de la cercana bahía que se hace presente allí en los calurosos días de septiembre y, también, su amplitud sin viviendas cercanas que causara molestia para los vecinos por el inevitable ruido y alboroto, contribuyó al éxito de la convocatoria. Una de las soluciones propuestas para su ampliación pasaba por situar las casetas rodeando las murallas del Alcázar, desde plaza Monti a calle Armas, con ello se hubiese ganado un espacio más amplio aprovechando la otra zona de la Alameda Vieja, frente a las casetas, para la instalación de quioscos y puestos de menor tamaño. Otra iniciativa que pudo ser positiva es el haber situado las atracciones infantiles en la plaza del Arenal, que unidas al atractivo del carrusel de época, hubiese contribuido a atraer el ambiente hacia el centro y potenciaría toda la zona monumental de la ciudad, Catedral, Alcázar, Alameda Vieja con el complemento de sus cercanas bodegas, y plaza del Arenal, formando un circuito incomparable para las Fiestas de la Vendimia jerezana que engancharía al público asistente a transitar de la zona monumental al centro y viceversa.

Esta fue la propuesta que se hizo desde esta columna semanal para potenciar unas fiestas que comenzaban a despertar de un largo letargo, desde que allá por los años ochenta del pasado siglo desapareciera la Feria de la Vendimia y fuese reemplazada por una especie de verbena en el entonces solar del Mamelón y los años siguientes por unas llamadas Fiestas de Otoño que nunca llegaron a cuajar.

El planteamiento de una feria en el centro de la ciudad es volver a sus orígenes, recordemos que rey Alfonso X, el Sabio, concedió a nuestra ciudad, en 1287, la celebración anual de dos ferias. Ferias que se celebraban en el casco urbano y que con el paso de los años tuvo distintos marcos como el barrio de Santiago, la zona de Tornería, los aledaños del antiguo convento de San Agustín y la Alameda Vieja; para posteriormente pasar al Hato de la Carne, los Llanos de Caulina y por último al hermoso recinto del parque González Hontoria.

La importancia de nuestras Fiestas de la Vendimia merece esa apuesta y si volver al casco urbano es motivo para dar vida al centro de la ciudad y, a su vez, potenciar su comercio tradicional pues bienvenida sea la propuesta. Solo es necesario que se aúnen criterios y esfuerzos para que, de una vez por todas, se encuentre la fórmula idónea de celebración del nacimiento del mejor vino del mundo.
 
(Artículo que publiqué el pasado domingo 4 de octubre de 2015 en INFORMACIÓN JEREZ y al día siguiente en VIVA JEREZ).
 
Portada de la revista divulgativa de la Fiesta y Feria de la Vendimia correspondiente al año 1951.