martes, 21 de julio de 2015

LA DEL 18 DE JULIO


 
 
Cuentan los historiadores que en la tarde del sábado 18 de julio de 1936 la corporación municipal jerezana frentepopulista se reunió con carácter de urgencia para analizar la situación después de tener noticias de la sublevación de las guarniciones del Protectorado español en Marruecos. En ese mismo instante se produce una reunión de oficiales en el  cuartel de caballería Fernando Primo de Rivera, que liderados por el comandante de caballería Salvador de Arizón Mejías deciden sumarse a la mencionada sublevación. En la madrugada del 18 al 19 de julio de 1936, seis soldados de caballería, ocupan el Ayuntamiento y obligan al Alcalde, Antonio Oliver Villanueva, a entregar el poder. El Alcalde accede con la promesa de que no se derramaría sangre.

Este 18 de julio de 1936 marcaría la historia no solo de nuestra ciudad sino de toda España. En Jerez la fecha quedó perpetuada en una clínica de uso público, la Clínica 18 de Julio, ubicada en el lugar donde hoy se encuentra el edificio de los sindicatos en la plaza del Arenal, además se cambió el nombre de la calle Ávila por el de 18 de julio de 1936, nombre que apenas fue utilizado por los jerezanos para denominar esta calle del barrio de la Albarizuela.

Con el paso de los años la fecha del 18 de julio, para el pueblo llano, era esperada más por cuestiones económicas que políticas. Era el día de la paga de verano lo que suponía para muchas familias el poder permitirse el lujo de acercarse a las playas cercanas. El origen de estas pagas extras se remontan a la década de los años 40 del pasado siglo. En un momento en el que España intentaba salir del bache económico que había supuesto la Guerra Civil, y a nivel global la IIGM, el gobierno del General Franco  decidió compensar a los trabajadores por el encarecimiento del nivel de vida y la caída de salarios que habían sufrido. Para ello se ideó una gratificación extraordinaria en Navidad que percibirían todos los trabajadores en diciembre de 1944. A partir del año siguiente desde el Ministerio de Trabajo  se aprobó que dicha paga tuviera un carácter general y se realizase anualmente coincidiendo con tan señaladas fechas. Esta paga extraordinaria alcanzó tal popularidad, que en 1947, desde el gobierno, se pensó en realizar una segunda gratificación anual, pero esta vez como conmemoración a uno de los días grandes señalados en el calendario de la época: ‘el Alzamiento Nacional’ o lo que venía a ser lo mismo, ‘la paga del 18 de julio”.

 Lejos fue quedando aquellos años de la contienda y el 18 de julio era más el nombre de una paga que de una conmemoración. Con el cambio de régimen se acabó la conmemoración del 18 de julio pero esta prerrogativa se mantuvo. Una de las pocas medidas del anterior régimen que permaneció en democracia y hasta nuestros días, pero desplazada al mes de junio.  Solemos decir que la verdadera conversión no se verifica hasta que llega al bolsillo. Entonces sí que no hay duda. La paga extraordinaria de verano es heredera de aquel 18 de Julio, por lo que hay voces que invitan a todos los que desean borrar esas páginas de nuestra historia  que tengan el gesto de no aceptar esa paga como medida de presión y como gesto muy significativo en la recuperación de la Memoria Histórica. Cuestión de coherencia y también de ahorro público.
(Artículo que publiqué el pasado domingo 19 de julio de 2015 en INFORMACIÓN JEREZ y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
Antonio Miguel Oliver Villanueva era el alcalde de Jerez de la Frontera el 18 de julio de 1936.


 
 

 

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