jueves, 28 de julio de 2016

CENTENARIO DE ORTEGA BRU


 
 


Con motivo de cumplirse este año el centenario del nacimiento del escultor-imaginero Luis Ortega Bru, la Hermandad sevillana de Santa Marta acaba de anunciar los actos conmemorativos que han organizado para el próximo mes de septiembre. A estos actos se ha invitado de una forma especial a la familia del ilustre artista, así como a las Hermandades y Cofradías de la ciudad de Sevilla cuyas imágenes o misterios titulares salieron de su inspirada gubia. Los actos se desarrollaran en dos jornadas, jueves 29 y viernes 30 de septiembre, siendo la primera dedicada a las Hermandades de Sevilla con obras de Ortega Bru, y la segunda a la obra del escultor sanroqueño en la Hermandad de Santa Marta.

Hace unos años la Editorial Tartessos editó una antológica monografía en dos volúmenes de este reconocido artista analizando su proceloso recorrido vital y catalogando todo su virtuosismo estético en más de 625 obras documentadas; tanto su extraordinaria obra religiosa y procesional como su aún desconocida en muchos casos obra escultórica profana, figurativa e informalista que conecta con los movimientos vanguardistas coetáneos, además de numerosos bocetos, dibujos y una sorprendente pintura. Según se especifica en esta monografía la impronta artística del genio gaditano, a fuerza de otras encontradas opiniones, no siguió las tradiciones sevillanas, aunque las conociese y procediese sobre éstas al inicio de su actividad.

 Luis Ortega Bru no fue tampoco un imaginero neobarroco sino un artista, escultor, en el amplio sentido del término, y pintor, mucho más complejo, inmerso en las vanguardias de un modo muy peculiar, personal y arriesgado, y sujeto a un desarrollo formal y estético de distinta naturaleza, con un alcance muy superior, basado en el talento personal y la fuerza expresiva. Su delgada figura es pura experiencia vital trasladada al genio de sus creaciones, con un lenguaje expresionista que significaban una sublimación del dolor silencioso que le desgarraba interiormente. Fue un revolucionario de la imaginería procesional, con un diálogo personal y rupturista en su extensa producción artística, siempre muy consciente de su capacidad creativa unida a su condición autodidacta y renovadora. De actitud humanista y soñadora ante la vida y sus circunstancias, le llevó a una modernización del lenguaje escultórico en sus imágenes de Semana Santa y otras civiles a las que relacionó con atrevidas tendencias figurativas del arte europeo de su época, sin perder su esencia comunicativa ni con las formas de la tradición barroca.

Para Luis Ortega León, hijo de Luis Ortega Bru, la  obra favorita de toda la amplia producción de su padre, dentro de la imaginería de misterios que son de talla completa es, sin duda, el misterio del Descendimiento de Jerez de la Frontera. Posteriormente, como imágenes de vestir, también realizaría para nuestra ciudad el Señor de la Sagrada Cena y parte del apostolado, así como varias obras menores tanto para instituciones como para particulares. No hay que olvidar que estuvo instalado en Jerez entre los años 1968 y 1972 para ejercer como profesor de modelado.

Es, por tanto,  esta efeméride de su nacimiento una buena ocasión para organizar, también en nuestra ciudad, algún acto que sirva para profundizar en la obra de este artista único y genial.
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 17 de julio de 2016 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
Año 1959. Luis Ortega Bru recibe la felicitación del Arzobispo de Madrid el día de la presentación en la capital de España del misterio del Sagrado Descendimiento para la Hermandad de la Soledad de Jerez de la Frontera.
 

 

 

 

miércoles, 6 de julio de 2016

DON FERMÍN


 
 
 
         Iniciamos el mes de julio y con él nos llegan las fiestas de San Fermín, ese santo que según la tradición fue el primer obispo de Pamplona, aunque su culto no consta documentalmente hasta el siglo XII, importado de Amiens. Actualmente es co-patrón de Navarra junto a San Francisco Javier y patrón de las cofradías de boteros, vinateros y panaderos. De entre las personalidades que han llevado por nombre el del santo pamplonica nos llega muy de cerca  el de Fermín Aranda y Fernández-Caballero nacido en nuestra ciudad en 1866, por lo que en este año se cumple el siglo y medio del nacimiento de este afamado médico cirujano, político republicano y bodeguero español.

Don Fermín, como era conocido por todos sus contemporáneos, inició sus estudios de medicina en Cádiz para acabarlos en Sevilla, donde se licencia en 1890. Para ampliar su formación viaja a varias ciudades europeas, entre ellas París. De vuelta a su ciudad natal abre su propio gabinete en 1893 y más tarde contrae matrimonio, en 1899, con María del Pilar Latorre Nieto con la que tiene tres hijos: Fermín, José y Pilar. Ese mismo año ingresa en el cuerpo facultativo del Hospital de Santa Isabel de Hungría de Jerez, responsabilidad que ejercerá hasta su jubilación en 1945.[]

Pero no solo se conmemora en este año de 2016 el ciento cincuenta aniversario del nacimiento de tan ilustre jerezano sino también el centenario de un hecho que le hizo alcanzar fama nacional, la exitosa operación de urgencia, suturando corazón y pulmón de un joven herido por arma blanca en 1916.  Según nos narra el destacado historiador local Antonio Mariscal Trujillo en su libro “Jerezanos para la historia”, aquella operación, que ahora se cumple todo un siglo, supuso un hito en la historia de la cirugía vascular en España, nada menos que una operación a corazón abierto. La gravísima herida había interesado al pericardio peligrando la vida del muchacho. Con los precarios medios de su época y el riesgo extremo, en la misma Casa de Socorro de la calle Arcos, el Dr. Fermín Aranda lo intervino eficazmente salvándole de la muerte segura. Aquel éxito quirúrgico tuvo repercusión en todo el país, haciéndose eco las principales publicaciones médicas de España, lo que le valió al cirujano la concesión del título de Hijo Predilecto de Jerez y la nomenclatura de su nombre para la calle Medina.

Posteriormente, en 1926, y a petición de los profesionales de la sanidad de toda España, el Dr. Aranda fue distinguido con la Medalla al Mérito del Trabajo, que recibió de manos del presidente del directorio, Miguel Primo de Rivera. No en balde se llegaron a contabilizar en 1920 hasta nueve mil operaciones llevadas a cabo por este eminente cirujano solo en el Hospital de Santa Isabel.

Siendo un hombre de convicción republicana su actividad como político le llevaría a ser incluido en la lista del Partido Republicano Radical por la provincia de Cádiz, saliendo elegido como diputado a Cortes en junio de 1931. Aranda fallecería en Jerez el 1 de mayo de 1946, valorado y respetado por el bando vencedor gracias al prestigio de su persona.

 Sirvan estas líneas de homenaje y recuerdo a tan insigne jerezano en el ciento cincuenta aniversario de su nacimiento y en el centenario de aquel gesto que quedó marcado para siempre en la historia de la medicina.
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 3 de julio de 2016 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
 

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sábado, 2 de julio de 2016

INGLATERRA Y JEREZ




Esteban Ruiz Ballesteros, Doctor en Antropología y profesor de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, en su trabajo ''Ingleses, minería y cultura. Un ensayo a contracorriente” menciona, como no podía ser menos hablando de influencia inglesa, a Jerez. En Jerez de la Frontera lo británico ha estado siempre presente en la propia calle, y aún hoy lo sigue estando: carteles y nombres sobre los muros de las bodegas, las etiquetas de las botellas, la denominación de los tipos de vino (cream, pale cream), la propia cultura ecuestre, la anglofilia estética, algún que otro vocablo de uso habitual, incluso una traducción admitida del nombre de su vino -sherry- que se utiliza habitualmente para un sin fin de objetivos; todo ello es una muestra de la presencia viva de lo británico. La mayoría de las familias locales con intereses vinateros terminaron emparentando con británicos, en una suerte de alianza entre productores y comercializadores que terminó revolucionando la producción vinatera.

Recientemente con motivo del 400 aniversario del escritor inglés Shakespeare, el académico y experto en el estudio de nuestros vinos José Luis Jiménez pronunció una conferencia en la bodega Williams & Humbert titulada “El Jerez en tiempos de Shakespeare”, aportando como referencia los documentos que se guardan en el Archivo Municipal de Jerez, donde se conservan entre sus protocolos notariales de los siglos XV y XVI documentos de transacciones comerciales de nuestros vinos con ciudades como Plymouth, Bristol, en Inglaterra, o Galway, en Irlanda;  sirviendo de intermediarios comerciantes extranjeros de las  Islas Británicas  instalados en Jerez. Sin olvidar, claro está, que en 1587 Francis Drake abastecería a las tabernas de Inglaterra con las 2.900 botas de jerez capturadas en el puerto de Cádiz. No cabe duda alguna, por tanto, que sin el papel histórico de lo británico en la ciudad y en el vino hoy Jerez no podría ser lo que es.

            Motivo por el cual el referéndum celebrado el pasado jueves dando como resultado la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE), nos toca muy de cerca, no solo históricamente sino también por ser Reino Unido uno de los grandes importadores de los vinos del Marco. El secretario general de COAG-Cádiz, Miguel Pérez, ha dejado claro que el denominado Brexit “no es bueno ni para el vino de Jerez ni para la agricultura”, ya que los acuerdos que regulan las relaciones comerciales entre los países de la UE dejarán de tener validez. Es probable que los aficionados británicos a nuestros vinos de Rioja, Jerez, etc., busquen ahora alternativas entre los productos de países miembros de la antigua Commonwealth, como Australia y Sudáfrica. Se calcula que los precios de vinos españoles (y franceses, italianos, etc.) puedan registrar aumentos de precio de hasta el 32% como consecuencia del 'Brexit', aunque podría haber acuerdos entre la UE y Gran Bretaña para rebajar esta cifra. Pero negociar este tipo de acuerdo tardaría varios años, y mientras tanto, los productores españoles perderían su cuota de mercado.

Estudios recientes afirman que a mediados del siglo XVIII los grandes empresarios ingleses llegaron prácticamente sin capital. Fue el gran potencial de la zona y la pericia británica en líneas de comercialización las que supusieron el despegue del sector. Los vinos se criaron según los gustos británicos, sustituyendo a los mostos y vinos en claro, y se creó una nueva regulación. A ver qué pasa ahora.
 
(Artículo que publiqué el pasado domingo 26 de junio de 2016 en INFORMACIÓN JEREZ y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
 
Ilustración de una revista londinense donde podemos ver la zona de la Puerta de Rota de Jerez y las bodegas de Domecq.