jueves, 26 de enero de 2017

CARTELES


 
 

La semana que hemos dejado atrás ha venido marcada por la presentación de carteles de cara a poder ser promocionados en Fitur. Carteles anunciadores de nuestras fiestas de Semana Santa y Feria del Caballo.

El cartel es una obra publicitaria, no está realizado para ser colgado en nuestra casa sino que su ejecución está orientada a la obtención de la máxima capacidad de atracción y de síntesis conceptual. El cartel es una técnica de difusión de la información que permite llegar a gran cantidad de público, sin necesidad de invertir grandes recursos. Sus posibilidades comunicativas dependen en gran medida de su calidad técnica y estética y de su adecuada ubicación. La evolución de las artes gráficas ha permitido que el cartel haya conseguido, en algunos casos, excelentes cotas artísticas. La gran revolución del cartelismo llegó con la aplicación de la litografía y la utilización del color, que permitieron ilustrar de un modo vibrante y con mayor impacto.

Dicen que el cartel es como el embajador festivo de la ciudad, que se hace para llamar la atención a extraños y que sirva de convocatoria e invite a quiénes lo vean a venir a Jerez. Y todo eso, en el caso de la Semana Santa, sabiendo que en esos días se celebran, también, en la mayor parte de los municipios y ciudades de España, procesiones y que, para colmo, es periodo vacacional con sugerentes o intrépidos destinos para disfrutar de los días festivos. En eso la Feria del Caballo juega con ventaja al no coincidir, en fechas, con grandes competidores.

Hoy día no es tan necesario difundir las fiestas de la ciudad como lo podía ser en la década de los años veinte o en el resurgimiento de la postguerra, la gran mayoría de los turistas o visitantes, tanto nacionales como extranjeros, acuden a la ciudad sabedores de la celebración que en ella se lleva a cabo sin necesidad de visualizar un cartel. Por lo tanto, nos encontramos que ante la no necesidad de que la obra se acoja a los parámetros estrictos de la cartelística tradicional y/o publicitaria el cartel ha pasado a ser una mezcolanza de los valores de otra época y la irrenunciable e inevitable naturaleza del artista en cuestión, encontrando a veces unos resultados más afortunados y otras, menos.

Está claro que los carteles, tanto de Semana Santa como de Feria, es un referente local en cuanto a promoción de esta celebración pero, ¿realmente tienen repercusión más allá del entorno cercano en el que pueda conocerse?. Sobre todo teniendo en cuenta que la actual realidad hace que se difundan en redes sociales tantas composiciones de carteles como personas tienen perfiles en las múltiples y variadas posibilidades que ofrece la red. Por eso creo que habría que analizarlo en profundidad, ver cómo incide en su labor de divulgación y si realmente es un instrumento eficaz de promoción de la ciudad o, por el contrario, es algo que se haya quedado obsoleto. Quizá en pleno siglo XXI, en la era de las tecnologías, el cartel ha superado su función inicial y se convierte en una obra artística en sí misma, ya que hay otros vehículos más directos para difundir las fiestas más significativas de cada localidad. Sin embargo, no es descartable el que el cartel siga cumpliendo su labor divulgativa como lo hizo antaño, pero siendo conscientes de que esta función es ya secundaria.
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 22 de enero de 2017 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
Cartel de las Fiestas de Primavera de Jerez. Año 1930.
 

 

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